Los jóvenes del sur del Mediterráneo concentran las esperanzas de futuro de la región

El Mediterráneo Sur debe crear 62 millones de empleos para la generación de jóvenes más grande de su historia.

Jordi Bertran. IEMed

El crecimiento en términos macroeconómicos registrado a lo largo de los últimos años en los países del sur del Mediterráneo no se ha traducido de forma proporcional en una mejora de las condiciones de vida de gran parte de sus poblaciones. Todavía nos encontramos en esta región ante un escenario caracterizado por los acuciantes problemas que sufren significativas mayorías relacionados con la falta de acceso al conocimiento, la salud, la vivienda y el trabajo. Una situación de desigualdad social y exclusión que, según François Farah, de la división de desarrollo social de Naciones Unidas, puede llegar a definirse incluso con la expresión unfreedoom (no-libertad).

Entre los más afectados, los jóvenes, precisamente el colectivo que está llamado a ser clave para la modernización y la mejora de las condiciones de vida de la ribera sur del Mediterráneo según los más de 50 expertos en demografía y urbanismo que debatieron escenarios de futuro para la región en el I Foro Mediterráneo de Población. La orilla sur del Mediterráneo, habitada por más de 267 millones de personas, necesita crear de aquí a 2020 más de 62 millones de puestos de trabajo (según datos presentados en el Foro por el Banco Mundial) si quiere dar salida laboral a la generación de jóvenes más numerosa de su historia.

Para los participantes del encuentro es primordial convertir este reto en una oportunidad a partir de una inversión pública decidida para su educación y formación capaz de formar el capital humano necesario para impulsar el desarrollo de estos países. “Los jóvenes tienen que ser el centro del debate público sobre los problemas de trabajo y de educación”, aseguró Tarik Yousef, decano de la Dubai School of Government, en la conferencia inaugural del Foro. Esta “ventana de oportunidad”, representada por el enorme potencial de esta masiva generación de jóvenes, tiene sin embargo un alcance temporal limitado.

Según se puso de relieve en el encuentro, se está produciendo una convergencia en la evolución demográfica entre los países del sur del Mediterráneo y Europa. No solo no veremos más explosiones demográficas en los países del norte de África, según explicó el demógrafo Youssef Courbage, sino que además esta convergencia se producirá tanto en términos de estadísticas demográficas como en muchos aspectos culturales y sociales. Entre éstos, destaca la progresiva concentración de las sociedades en áreas urbanas que, según George Martine, director del informe de la ONU Estado de la población mundial 2007, solo podrá afrontarse si los gobiernos empiezan ya a planificar a largo plazo. Sin embargo, pese a esa gradual convergencia, el desequilibrio demográfico entre el norte y el sur del Mediterráneo persiste de forma rotunda y sigue conllevando unas consecuencias directas sobre los mercados laborales (excesiva mano de obra, por un lado, y dificultades para cubrir la demanda en determinados sectores, por otro).

Esta situación, según se ha constatado en el Foro, plantea problemas pero también enormes oportunidades que deben ser planteadas abiertamente en un diálogo entre la Unión Europea (UE) y los países de la ribera sur sobre una política global de trabajo para la región. Esta estrategia acordada debería conjugar los siguientes ejes: la mejora de los sistemas educativos en los países del Sur, apoyo a los jóvenes para el acceso al mercado laboral, reformas en los mercados de trabajo, promover la calidad del trabajo y la actividad privada. Los movimientos de población en el Mediterráneo fueron también analizados en el Foro, cuyos participantes insistieron en la necesidad de reforzar las estrategias que permiten vincular inmigración y desarrollo, en contraposición con un enfoque que priorice únicamente la seguridad sobre los flujos migratorios.

En este sentido, se llegó a apuntar la necesidad de que la UE y la ribera sur del Mediterráneo se fijen en un futuro crear las condiciones de desarrollo adecuadas para poder constituir una región mediterránea con libertad de circulación de personas. El I Foro Mediterráneo de Población reunió en Barcelona el 11 y 12 de diciembre de 2007 a expertos internacionales en demografía, desarrollo urbano y evolución política y social de los países mediterráneos del norte y el sur del Mediterráneo, así como responsables de instituciones y organismos internacionales (Naciones Unidas, Banco Mundial, Organización Internacional del Trabajo…).

Entre ellos, además de los ya citados, Mustapha Kamel Al Sayid, director del Informe sobre desarrollo humano en el mundo árabe 2007; Mari Simonen, subdirectora del Fondo de Población de Naciones Unidas; Milagros Hernando, directora general de Planificación y Evaluación de Políticas para el Desarrollo del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación; Philipe Fargues, demógrafo de la Universidad Americana de El Cairo; Heba Nassar, economista (Egipto), o Sara Johansson, del departamento de países mediterráneos del Banco Mundial. El objetivo del encuentro, organizado por el Instituto Europeo del Mediterráneo y el Fondo de Población de Naciones Unidas, era analizar los retos que las tendencias demográficas actuales plantean para el futuro de la región euromediterránea y apuntar las principales actuaciones que la agenda euromediterránea debería tener entre sus prioridades.