2012 en Tánger
Gracias a la Expo 2012, Marruecos se convertirá en un país rico. ¿Qué harán con tanta opulencia?
Lotfi Akalay
Buenos días, señor subdirector adjunto, ¿Querría usted concederme una entrevista?
– ¿Para qué periódico? Espero que no sea El Mundo…
– Es para Mañana tarde, el diario de mayor tirada de Punta del Cabrito.
– Acepto encantado, siempre que no me pregunte sobre justicia, corrupción, enseñanza, gendarmería y temas por el estilo.
– No se preocupe, solo le haré unas preguntas sobre de la candidatura de Tánger a la Expo 2012.
– ¡Ningún problema! Las respuestas están recién salidas del horno, me las sé de carrerilla.
– ¿Cuál es la situación actual de Marruecos? ¿Han podido ustedes acabar con el subdesarrollo sostenible y el inmovilismo?
– Debería usted saber que Marruecos se está moviendo.
– En la última entrevista que le hice, allá por 1990, dijo usted lo mismo…
– ¡Eso no es verdad! Marruecos, entonces, no se estaba moviendo: ¡temblaba!
– ¡Exacto! Y usted también, si mal no recuerdo…
– Hoy todo ha cambiado. –
¿Todo…?
– Oiga, ya le he avisado: ni una palabra sobre justicia, corrupción y esas cosas. Ya está bien con tanto retintín…
– Hábleme de los hospitales.
– ¡Pero qué testarudo es usted! ¿No le he dejado claro que ni una pregunta sobre la corrupción? – ¿Cuántos visitantes esperan para 2012?
– Unos seis millones.
– En su país hay muchas desigualdades: ¿piensan poner en marcha el ascensor social?
– No se preocupe: se repararán todos los ascensores.
– ¿Podrán utilizarlos las capas desfavorecidas de la población?
– Se han previsto montacargas para vendedores ambulantes, mendigos, corderos del sacrificio del Aid el Kebir –la Pascua Mayor– y para madres solteras.
– ¿Qué pasa con los aparcamientos?
– Gracias al talento de nuestro comandante general de la policía municipal, ese problema está definitivamente resuelto.
– ¿Quiere decir que los sótanos de los edificios se han acondicionado para plazas de aparcamiento de residentes, tal y como estipulan los pliegos de condiciones?
– Hemos encontrado una solución mejor: se han reservado las aceras para los coches y el asfalto para los peatones.
– ¡Qué original! ¿Tiene algo que comentar sobre la salubridad de las calles?
– Disponemos de vehículos para retirada de basura.
– Pues yo he observado que no circulan demasiados camiones de la limpieza, que digamos.
– Es que usted no cuenta los taxis-basura…
– Hablando de taxis: ¿cumplen las normas ecológicas?
– ¡Pues claro! Incluso tenemos taxis Mercedes de color puré de guisantes, nuestra especialidad gastronómica popular. ¿No se ha fijado?
– ¡Como no me voy a fijar si en la carretera de Cabo Espartel circulan a toda velocidad, a pesar de las señales de límite de velocidad! ¿Y la policía, qué hace?
– ¡Nuestros pobres agentes no tienen cuatro manos! ¡No pueden poner multas y meterse el dinero en el bolsillo a la vez! ¿Qué espera para hacerme preguntas un poco más oportunas?
– No se impaciente, todo se andará. Gracias a la Expo 2012, Marruecos se convertirá en un país rico: ¿qué van a hacer ustedes con tanta opulencia?
– ¡Excelente pregunta! Como en Estados Unidos, tendremos millones de obesos; como en Europa, el Orgullo Gay podrá desfilar por la calle sin que el público lo ponga de vuelta y media; como en Somalia, las mujeres lucirán cinturitas de avispa, y no de hipopótamo en cuanto cumplen los 30; como en China, el pueblo abarrotará las fábricas, y no las terrazas de los cafés; como en Italia, las pateras de inmigrantes arribarán por centenares a nuestras costas; como en Inglaterra, los fotógrafos perseguirán con sus cámaras a los Big Ben Laden; como en…
– Como en Alemania, ¿producirán ustedes los “Airbuses”?
– Empezaremos por quitar la mugre a nuestros autobuses…