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Co-edition with Estudios de Política Exterior
El drama humano vivido en Ceuta y Melilla sólo se puede abordar desde la coordinación de todos los países afectados
Los embajadores de España y Marruecos coinciden en el buen momento que atraviesan las relaciones bilaterales, traducido en una cooperación política,económica y cultural.
DEBATE entre Omar Azziman y Luis Planas moderado por Andreu Claret y Darío Valcárcel
Desde la llegada al gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, las relaciones entre España y Marruecos han pasado de un momento de tensión a otro de entendimiento y confianza y se ha recuperado el diálogo. Así lo creen los embajadores de Marruecos en España, Omar Azziman, y de España en Marruecos, Luis Planas. AFKAR/IDEAS les ha reunido para hablar de esta nueva etapa y de los principales asuntos que marcan las relaciones bilaterales. Relaciones España-Marruecos
AFKAR/IDEAS: En la última década las relaciones entre España y Marruecos han vivido momentos muy distintos. ¿Qué balance hacen del primer año y medio de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ?
OMAR AZZIMAN: Muy positivo. En poco tiempo, las relaciones bilaterales pasaron de un momento de tensiones y malentendidos a otro de entendimiento y confianza. Se trata de un gran avance que tenemos que consolidar para hacer de la sensatez una opción irreversible y para proteger nuestro futuro de las vicisitudes y de la intemperie. Por ello, debemos lograr que las opiniones públicas se involucren, sin reservas, en este proceso que beneficia a ambas naciones a corto, medio y largo plazo. La apuesta por el buen sentido, con la mirada en el futuro y el destino común, deben prevalecer sobre los recelos, los tópicos que nos condenan a ser los eternos rehenes del pasado. Las dificultades no van a desaparecer de la noche a la mañana; pero el acercamiento, el entendimiento, el diálogo y la apuesta por el futuro generan una dinámica de acción que disuelve, en el marco de la amistad, de las aspiraciones compartidas y de los intereses comunes, muchos de los asuntos pendientes, a la vez que abre nuevos horizontes y nuevas perspectivas.
LUIS PLANAS: En mi opinión, el mayor logro del último año y medio es el de la restauración de la confianza mutua. Por circunstancias que están en la mente de todos, el pulso de nuestras relaciones bilaterales se había tornado demasiado débil en el periodo inmediatamente anterior. Entre dos vecinos y amigos eso no es bueno. Creo que el último año y medio se ha recuperado el diálogo a todos los niveles, con logros evidentes en diversos campos y con la voluntad expresa por ambas partes, de sellar una alianza estratégica entre nuestros países. Tres muestras de ello: la multiplicación de intercambios económicos e inversiones; la lucha coordinada contra la emigración ilegal; o la conclusión del nuevo acuerdo de pesca Marruecos-Unión Europea (UE) que beneficiará sustancialmente a la flota artesanal española.
A/I: Entre los gestos de acercamiento de los dos países destaca la visita de los Reyes de España a Marruecos en enero de 2005 y la Reunión de Alto Nivel (RAN) celebrada en octubre de este año. Desde entonces muchos proyectos comunes han resucitado y otros se han puesto en marcha.¿Qué valoración les merece el viaje de los Reyes? ¿Qué otros proyectos deben impulsarse?
O.A.: Cada una de las visitas reales tuvo su gran alcance. La que realizaron los Reyes de España a Marruecos ha servido para pasar página, inaugurar una nueva etapa, poner en marcha grandes proyectos y respaldar las grandes reformas que se están llevando a cabo en Marruecos. La visita del rey de Marruecos y del príncipe Mulay Rachid a Madrid en marzo debía dejar claro que en la lucha contra el terrorismo, España y Marruecos se sitúan del mismo lado, defienden los mismos valores y los mismos logros democráticos, frente a todos aquellos que nos quieren devolver a tiempos remotos. La RAN ha sido una ocasión para hacer balance de la cooperación y dar a las relaciones bilaterales un nuevo aliento en todos los ámbitos.
Así es como, por ejemplo, la Universidad de los Dos Reyes en Tetuán, da una nueva dimensión a la cooperación cultural. La reciente visita de Zapatero a Rabat, con motivo del 50° aniversario de la independencia de Marruecos, es una muestra de hasta qué punto asumimos nuestra historia, mirando hacia el futuro, para asentar las bases de un destino común. El encuentro de Driss Yettu en Sevilla con los dirigentes del mundo económico sirvió para explicar que los cambios políticos realizados en Marruecos requieren un fuerte respaldo económico al que los empresarios españoles pueden contribuir en beneficio de sus negocios, de España y de Marruecos.
L.PL.: Creo que el viaje de Estado de los Reyes a Marruecos constituye sin duda, el hito mayor de este periodo. Simboliza la proximidad de ambas casas reales pero, sobre todo, es la expresión del acercamiento de los pueblos. Cada una de sus tres jornadas –Marraquech, Rabat y Tánger–, constituyeron en sí un símbolo. Y los asuntos abordados: políticos, económicos y culturales cubrieron la práctica totalidad de dominios de interés común. Destacan dos asuntos de largo alcance: el enlace fijo del Estrecho y la Universidad de los Dos Reyes. El primero cuyos estudios geológicos iniciales han concluido y que debe ahora proseguir con los financieros y de ingeniería, constituye una apuesta para el siglo XXI en las relaciones entre Europa y África, a través de España y Marruecos. La Universidad hispano- marroquí tiene por vocación completar la presencia de la enseñanza de la lengua y cultura españolas en Marruecos, ya presente a través de los 11 centros de enseñanza primaria y secundaria; los cinco Institutos Cervantes y la presencia del español en el sistema de enseñanza pública marroquí.
A/I: La última RAN se celebró en un momento en que las relaciones hispano- marroquíes se enfrentaban a una situación muy delicada por los acontecimientos en Ceuta y Melilla. A pesar de ello, ¿en qué aspectos consideran que se ha avanzado?
O.A.: La RAN vino a culminar numerosos encuentros políticos y de cooperación sectorial entre ambas partes. Varios logros de sumo interés se han alcanzado en esta ocasión, destacando la voluntad de ambas partes de consolidar su cooperación en materia judicial y de seguridad, de lucha antiterrorista y contra el crimen organizado y de darle un nuevo aliento a la cooperación relacionada con la cuestión de las migraciones. Otro aspecto relevante es el compromiso de España, de acompañar a Marruecos en uno de sus ambiciosos proyectos socioeconómicos, plasmados en la Iniciativa Nacional para el Desarrollo Humano, impulsada por Mohamed VI, en mayo de 2005. En este sentido, cabe destacar la importancia del Convenio de Asociación Estratégica en materia Cultural y de Cooperación al Desarrollo.
En materia educativa, es necesario subrayar, además de la ampliación de la enseñanza de la lengua española, la importancia de la creación de un segundo centro educativo español en Rabat y, sobre todo, la creación de la Universidad de los Dos Reyes. En el plano cultural hay que destacar la decisión de llevar a cabo, de manera conjunta, ediciones y traducciones de obras literarias en árabe y español. Otro avance ha sido la firma de una Declaración de Intenciones sobre Cooperación y Asistencia Técnica en materia laboral que, sin duda, impulsará la cooperación bilateral en materia de empleo, formación, relaciones laborales e inmigración. Ambas partes han valorado igual y positivamente su cooperación sectorial y programado su voluntad de reforzarla, sobre todo en materia turística, medioambiental, de transporte, obras públicas, agricultura, pesca. Respecto a este último sector, se pueden destacar los avances logrados y el compromiso de la parte española de colaborar con Marruecos respecto a su programa de desarrollo del sector de la pesca.
L.P.: Es cierto que la cooperación ha mejorado sustancialmente. En el campo político, con un contacto permanente entre los departamentos ministeriales homólogos y la realización de acciones comunes. Un ejemplo: la misión de mantenimiento de la paz en Haití bajo el paraguas de Naciones Unidas, que llevan a cabo las fuerzas armadas de España y Marruecos. Ciertamente en el campo económico, con un incremento notable de las inversiones, de las que es un excelente ejemplo la obtención de la segunda licencia de telefonía fija, amén de los nuevos proyectos industriales o energéticos. Y ciertamente en el cultural, con un interés redoblado por el conocimiento del español y de nuestra cultura. Inclusive, los acontecimientos provocados por las avalanchas masivas de emigrantes ilegales han podido superarse gracias al trabajo coordinado de ambos países. De otro modo, hubiera sido muy difícil hacerlo.
A/I: Una de las prioridades en este momento para los dos países es solucionar el flujo de inmigrantes subsaharianos que intentan entrar en España a través de Ceuta y Melilla. ¿Cómo se puede lograr ser efectivo en el control de fronteras y a la vez respetar la dignidad y los derechos de las personas?
L.P.: El drama humano vivido en Ceuta y Melilla por los intentos de entrada masiva de emigrantes ilegales subsaharianos no es imputable ni a Marruecos ni a España. Es un problema más amplio que implica a África y a Europa de forma genérica, y a los países de origen, tránsito y destino de forma concreta. Sólo se puede atacar el problema desde la raíz, esto es combatiendo la pobreza, la marginación y la falta de perspectivas de la población de un buen número de países subsaharianos, lo que implica incrementar los esfuerzos de ayuda al desarrollo. De igual modo, proseguir el trabajo de desarticulación de las redes y mafias que se aprovechan de estas personas. Y, por último, llevar a cabo un control efectivo de las fronteras que no significa su cierre, sino la ordenación controlada de las migraciones, un instrumento para asegurar el respeto de la dignidad de las personas y su integración en la sociedad.
O.A.: La cuestión es compleja y no creo que exista ninguna receta mágica que pueda lograr milagros. No obstante, la experiencia nos lleva a tomar en cuenta algunas consideraciones previas. Como el tema se vive con preocupación y con pasión y es a menudo motivo de confrontaciones políticas y partidistas, lo primero que debemos hacer es extraer la cuestión migratoria de los acontecimientos –el fenómeno no es coyuntural–, huir del temor y del miedo –no son aconsejables– y tener mucho cuidado con las confusiones y amalgamas. Es necesaria mucha serenidad. También requiere un gran esfuerzo “pedagógico” para comprender y explicar que se trata de un fenómeno social global muy complejo, de dimensión mundial, que encuentra sus principales causas en el desarrollo desigual y la brecha que separa los países ricos de los pobres y que está estrechamente relacionado con la globalización económica, las reglas de juego que rigen la economía mundial y la creciente interdependencia.
La única respuesta pasa por la puesta en marcha de verdaderas políticas de desarrollo y cooperación entre países receptores y emisores. Por tanto, hay que reconocer que la dimensión securitaria ya ha mostrado sus límites para ser sustituida definitivamente por un planteamiento global, que tome en cuenta la dimensión política, económica, social, cultural, demográfica, geográfica, identitaria y existencial de las migraciones; que favorezca un enfoque humano y solidario que respeta la dignidad y los derechos del emigrante. Este planteamiento excluye la unilateralidad y supone un diálogo abierto entre los países de origen, de tránsito y de acogida que tenga en cuenta tanto a los países ricos como el necesario desarrollo de los de origen. A raíz de los acontecimientos que hemos vivido en Marruecos y en España en octubre, los dos gobiernos están trabajando en esta dirección con otros países europeos, magrebíes y subsaharianos tanto en el marco de la UE como en el de una conferencia euro-africana. Este enfoque es, en mi opinión, el planteamiento más acertado.
A/I: Otro de los principales asuntos en los que es necesaria la cooperación, policial y judicial, es la lucha contra el terrorismo sobre todo después de los atentados de Casablanca y Madrid. ¿Cómo creen que puede reforzarse esa cooperación policial y judicial?
O.A.: En la lucha contra el terrorismo, Marruecos y España están claramente en el mismo lado y luchan con igual determinación y firmeza por la misma causa mediante una cooperación ejemplar. Una cooperación intensa y fluida entre los servicios de inteligencia. Una cooperación avanzada entre servicios policiales con agentes de enlace establecidos en Marruecos y España. Una cooperación de alto nivel entre las instituciones judiciales que se hacen cargo de la lucha contra el terrorismo con un juez de enlace marroquí en Madrid y otro español en Rabat. Este modelo de cooperación, difícil de imaginar hace poco tiempo, está dando buenos resultados según los protagonistas, españoles y marroquíes, e irá adaptándose a la evolución del terrorismo internacional y a las necesidades de su lucha.
L.P.: Como ha dicho el embajador Azziman, desde hace unos meses, disponemos de magistrados de enlace en Madrid y Rabat que están permitiendo incrementar el volumen y la efectividad de nuestra acción en la lucha contra la criminalidad organizada. La acción policial se coordina de forma regular en todos los campos, desde los más próximos a la protección civil, como la operación Paso del Estrecho, hasta los relativos a la lucha antiterrorista. La imagen del Otro
A/I: 2006 sera “El Año de Marruecos en España”, como continuación del “Año de España en Marruecos”: ¿Qué actividades pondrán en marcha para dar a conocer el país? ¿Cómo implicar a los ciudadanos en esta operación?
L.P.: Por el lado español, en 2005 hemos llevado a cabo más de 200 actos en todo Marruecos, en lo que se ha llamado el “Año de España en Marruecos”. En 2006 pretendemos que sea Marruecos quien ocupe la escena española para darse a conocer en su realidad actual, abarcando todos los aspectos de su vida social y cultural. A pesar de los medios de comunicación modernos, ese déficit de conocimiento existe, lo que es chocante en dos países situados tan cerca. Más de medio millón de marroquíes residen en España, en torno a 350.000 españoles visitan Marruecos cada año y a pesar de ello, hace falta un esfuerzo de conocimiento y de superación de clichés.
O.A.: Para nosotros, el “Año de Marruecos en España” es una gran apuesta y un gran reto. Somos concientes de que la imagen de Marruecos en España no es buena, pero esa imagen negativa no refleja la realidad, no es más que una caricatura. El “Año de Marruecos en España” se propone abordar este delicado problema de desconocimiento, fruto de un legado histórico complejo y de numerosos tópicos y prejuicios.
No se trata de reescribir la historia –aunque tampoco vendría mal corregir lo desnaturalizado– sino de dar a conocer la realidad de Marruecos tal como es: un país que lucha contra las taras y las tachas del subdesarrollo, que avanza por el sendero de la democratización y modernización de la sociedad y del Estado de Derecho, un país cada vez más abierto y anclado en Europa, un socio serio e indispensable para España y para el espacio euromediterráneo. El “Año de Marruecos en España” tiene como objetivo dar a conocer la realidad de Marruecos a través de toda España, con un gran variedad de actividades: exposiciones, conciertos, cine, teatro, deportes, gastronomía, debates sobre temas históricos, políticos, económicos, culturales… Contamos con el compromiso del gobierno español, el apoyo de las comunidades autónomas, la participación de las sociedades civiles, de los ciudadanos españoles y marroquíes, y de numerosos amigos de Marruecos.
A/I: En una conferencia pronunciada en España, el embajador Azziman hablaba del “Marruecos que se mueve, que cambia, que avanza…” ¿Qué rasgos destacarían?
O.A.: Sí, así fue. Tuvo lugar durante una sesión extraordinaria de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras y de la Real Academia de Marruecos. Mi propósito era dar a conocer “la cara desconocida de Marruecos” en España y los cambios significativos que se han producido en el ámbito de los derechos humanos. Tuve la oportunidad de hablar del trabajo de rehabilitación de las víctimas de violaciones de los derechos humanos, de investigación sobre lo ocurrido y de reconciliación. También pude hablar de las importantes medidas de promoción de la cultura democrática a través del sistema educativo y de la nueva dinámica de la sociedad civil… El objetivo era mostrar a través de reformas institucionales y legislativas, de políticas concretas y de actuaciones de la sociedad civil, cómo Marruecos se empeña en avanzar hacia la democracia, la modernización de la sociedad y del islam. En esa conferencia intenté poner de manifiesto un Marruecos bastante desconocido en España : “un Marruecos que se mueve, que cambia, que avanza, una sociedad que se construye, que duda, que se equivoca, que comete errores, que tiene altibajos pero que sabe por dónde tiene que ir y que va hacia adelante”.
L.P.: Para mí el rasgo más sobresaliente es el ansia de participación. Los propios ciudadanos son los más interesados en la evolución de la vida democrática del país. Y junto a ello, el papel de la mujer. Con estadísticas en la mano, aún con menor presencia en el trabajo o en la vida social, pero con una evolución positiva y dinámica cada vez más importante, de la que es reflejo la reforma del Código de la Familia.
A/I: A principios de año Marruecos abrió la licitación para la explotación a largo plazo de tierras agrícolas.Una vez cerrado el plazo para la presentación de solicitudes, sólo 20 empresas españolas concurrieron (hubo 49 francesas). ¿A qué se debe esta falta de interés por parte española?
O.A.: La primera campaña de promoción de las fincas agrícolas de SODEA y SOGETA, llevada a cabo por el gobierno de Marruecos en el extranjero tuvo lugar en España y en concreto Valencia, Sevilla y Murcia a finales de 2004. También se organizaron visitas a Marruecos y encuentros con las autoridades competentes a favor de varias empresas españolas. A pesar de todos estos esfuerzos, la participación de la empresa española no ha tenido la relevancia esperada. De todas maneras, Marruecos está preparando una segunda convocatoria internacional y espero que las empresas españolas sean más agresivas y sepan aprovechar mejor esta segunda oportunidad. Lo que nos jugamos es muy importante porque, al fin y al cabo, se trata de producir juntos y de pasar de una lógica de competencia a una lógica de complementariedad en el marco de la integración económica que supone la asociación de progreso Marruecos y España.
L.P.: En los datos finales de esta licitación, los empresarios españoles aparecen como los primeros beneficiarios extranjeros, con un 10,4% de las tierras sometidas a concurso. Pero es cierto que las expectativas eran altas y que la vocación empresarial agrícola de España hacía presagiar unos datos superiores. Mi impresión es que entre la alternativa de arrendar o comprar se habría optado por parte de muchos por esto último, lo que no es hoy posible por las restricciones de la ley marroquí. Y el empresario español quiere hacer mayoritariamente una apuesta de estabilidad y de compromiso de futuro. Partenariado euromediterráneo
A/I: Este año se cumplen 10 años del Proceso de Barcelona. ¿Podrían hacernos un balance de estos años y plantear los principales retos futuros, desde cada uno de sus puntos de vistas, orilla norte y sur del Mediterráneo?
O.A.: La Cumbre de Barcelona de 1995 es percibida como un momento histórico de gran esperanza e ilusion. En algunos ámbitos –de los cuales el económico– se han logrado buenos resultados pero los objectivos políticos siguen siendo de gran actualidad. La voluntad política no ha estado a la altura, la UE estuvo mirando más al Este que al Sur, la situación en Oriente Próximo se ha complicado y la desigualdad de desarrollo amenaza cada vez más la región. Por ello, la cumbre de Barcelona adquiere una gran relevancia. Volvemos a apostar por esta segunda oportunidad. Es importante hacer un balance crítico para sacar las lecciones apropiadas, realizar las reformas necesarias y los ajustes oportunos para avanzar; como es esencial un mayor compromiso con el desarrollo, la modernización y la democratización de la orilla Sur.
L.P.: Vista desde el norte, la Cumbre de Barcelona 10 años después, es la de la confirmación, de que una estrategia era necesaria en el Mediterráneo y de que debía reflejar un compromiso de acción y de solidaridad del Norte con el Sur. Se trata ahora de ampliar esa cooperación política, económica y cultural a nuevos ámbitos, como el judicial o las migraciones. Comprendo que desde el Sur la visión sea un poco más crítica, posiblemente porque las expectativas eran superiores. La ampliación de la UE se ha visto como un desvío de la atención hacia otros lugares. Ahora se presenta una oportunidad de demostrar que no es así y que el compromiso europeo con el desarrollo del sur del Mediterráneo sigue vivo.
A/I: La integración de los países del Magreb se ha identificado como un elemento esencial del partenariado euromediterráneo. ¿Creen que esta nueva etapa del partenariado puede contribuir a lograr una salida al conflicto del Sáhara Occidental y, en consecuencia, una revitalización de la Unión del Magreb Arabe (UMA)?
O.A.: El conflicto del Sáhara está en manos de la ONU que se empeña en la búsqueda de una solución política consensuada entre todas las partes dentro del marco de soberanía de Marruecos. En esta dirección, países amigos del Magreb como Francia y España pueden desempeñar, y de hecho lo hacen, un papel importante. Ahora bien, la construcción del Magreb está condicionada a la solución del conflicto del Sáhara, que pasa inevitablemente por un diálogo directo y constructivo entre Marruecos y Argelia.
L.P.: Ojalá sea así. El cierre de fronteras entre Argelia y Marruecos no es ciertamente compatible con la integración regional que constituye la fuente de inspiración del Proceso de Barcelona. Por eso, todos los avances bilaterales que puedan darse deben ser bienvenidos. Ello contribuirá igualmente a una solución política justa y aceptable para las partes sobre el Sahara, sin la cual no es concebible el progreso sustantivo en la integración del Magreb.
A/I: El 27 de noviembre se ha celebrado la Cumbre de Mallorca como primer paso para la puesta
en marcha del proyecto de Alianza de Civilizaciones propuesto por Zapatero y asumido
por las Naciones Unidas. En su opinión, ¿qué ámbitos debería afectar directamente la propuesta y cómo puede contribuir a reforzar las relaciones entre España y Marruecos ?
L.P.: La propuesta de la Alianza de Civilizaciones es en el fondo una voluntad del diálogo y de comprensión mutuas. Marruecos la ha apoyado desde el principio y no es casual. La voluntad reformista de Mohamed VI implica buena parte de los supuestos de base de la propuesta.
Por ejemplo, que democracia e islam no son incompatibles; o que el respeto a las tradiciones no puede poner en tela de juicio la igualdad entre la mujer y el hombre.
O.A.: Sí es cierto, Marruecos ha apoyado la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones desde el principio, considerándola un acto valiente y una respuesta inteligente a la tesis del choque de civilizaciones. Siempre hemos apoyado las iniciativas de diálogo entre culturas y religiones. El diálogo que supone la Alianza de Civilizaciones constituye una respuesta a los males que afectan al mundo moderno. Para el caso de las relaciones entre Marruecos y España, este proyecto adquiere un simbolismo especial en la medida en que nadie mejor que nosotros –marroquíes y españoles– sabemos que los momentos más gloriosos de nuestra historia común han sido de amistad, convivencia y complicidad entre musulmanes, cristianos y judíos. Por ello, nos toca sacar las lecciones de nuestra historia y abrir perspectivas de futuro. Confiamos en el papel que podrán desempeñar personalidades tan relevantes como Federico Mayor Zaragoza y André Azulay.
A/I: Estados Unidos muestra en los últimos tiempos un intéres creciente hacia el Magreb. ¿A qué creen que se debe este interés? ¿Creen que la política exterior de EE UU entorpece en
algún sentido a Europa en su política hacia el Magreb y Oriente Próximo? ¿Se puede considerar a EE UU un competidor de la UE en la región?
O.A.: Las relaciones entre Marruecos y EE UU constituyen uno de los ejes estables de la política
exterior de los dos países. El hecho de que estas relaciones se refuercen, refleja una evolución normal, lógica y “saludable”. Este refuerzo no tiene porqué estar dirigido contra nadie y aún más cuando se trata de Europa que, por su parte, tiene relaciones privilegiadas con EE UU. Incrementar
y diversificar los socios es, en sí, un hecho positivo y beneficioso tanto para Marruecos
como para la UE. Tratándose de Oriente Próximo, le reitero que la posición de Marruecos es de pleno apoyo al proceso de paz que llevará a los diferentes países de esta región a la paz y la prosperidad.
L.P.: Estoy convencido que los parámetros de la actuación de EE UU son muy semejantes a los europeos. El Magreb interesa desde un punto de vista de la estabilidad en el Mediterráneo occidental, pero también porque se considera a Marruecos como ejemplo de un país que respetando sus tradiciones, introduce reformas que lo acercan al mundo exterior. En tal sentido, no creo que ambas aproximaciones puedan considerarse rivales, sino como complementarias. El matiz, de existir, estaría en que los europeos pensamos que este proceso sólo puede ser endógeno del propio mundo árabe, o por decirlo de otro modo, que la democracia nace de abajo hacia arriba.