´Afinidades’, una exposición que explora los paralelismos entre creadores españoles y marroquíes

Diego Moya, Comisario de la exposición “Afinidades”

Comprobar si entre la creación artística contemporánea marroquí y la española existen suficientes paralelismos para hablar de resultados afines entre sus creadores es el objetivo de la exposición “Afinidades” –organizada por el Instituto Europeo del Mediterráneo (Barcelona), la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo (Sevilla) y la Asociación MED-OCC– que se presenta en la Fundación Fran Daurel de Barcelona del 3 de noviembre al 8 de enero de 2006.

Lo que desde un principio se planteó como un problema a descifrar, se transformó enseguida en una tarea fascinante: la exploración de ambos campos culturales para investigar, artista por artista y sin forzar el lenguaje propio de cada uno, si pudiera haber un creador paralelo al otro lado del Estrecho, con todo el riesgo que ello comporta. Si esto fuera cierto, como ha resultado ser, la palabra “afinidades” ya no es un mero título de exposición y se convierte en una invitación a un recorrido múltiple y problemático por la obra de los artistas, que han sido seleccionados en virtud de la proximidad de sus trabajos y por su evidente nivel internacional.

El resultado de esa investigación se traduce en siete “afinidades” que, agrupando a los artistas de dos en dos, constituyen la exposición. Una muestra compleja, sin restricciones de estilos ni tendencias, lo que ha permitido que en ella confluyan pintores y fotógrafos que han desarrollado sus trabajos desde posiciones muy distantes, de la abstracción más pura al realismo más exacerbado, pasando por actitudes conceptuales, simbolistas…

Y con la diversidad en la mano, hemos visto cómo se incorporaban también, de forma natural, artistas de muy diferentes generaciones: jóvenes aún de corta trayectoria que, desde otros recorridos, se podría decir que acaban de empezar, pero que han conseguido en poco tiempo un gran reconocimiento, en relación directa con otros maduros y de alto nivel, lo que añade otro factor de veracidad a la investigación, al emparentar así las obras por su propio valor y contenido, al margen de consideraciones de mercado o de cualquier otro tipo.

En los siete espacios reservados para cada “afinidad” se ofrecen algunas ideas que aproximan al visitante al camino de entendimiento de las respectivas obras, aunque esperamos que su contemplación directa sea lo suficientemente inquietante para plantearse dichas afinidades desde la extrañeza e incluso el desacuerdo.

Estas siete parejas son: Ricardo Sánchez (Caracas, 1953) y Ali Chraibi (Marraquech, 1965) que presentan sus visiones microscópicas en sus trabajos fotográficos; Omar Khalil (Sudán, 1936) y Ximo Amigó (Valencia, 1965) encuentran su afinidad en el collage; José Duarte (Córdoba, 1928) y Mustafa Bujemaui (Ahfir, 1968) se declaran apasionados por los objetos cotidianos magnificándolos el primero y reduciéndolos el segundo. La pareja femenina de la muestra está formada Najia Mehadji (París, 1950) y Teresa Muñiz (Madrid, 1942) representantes de la abstracción. Hicham Benohud (Marraquech, 1959) y José Freixanes (Pontevedra, 1954), dos viajeros infatigables, que afrontan el problema de la identidad.

Diego Moya (Jaén, 1953) y Abderrahim Yamu (Casablanca, 1959) introducen el misticismo de la simbología sufí y zen en su trabajo. Y Farid Belkahia (Marraquech, 1934) y Fernando Verdugo (Sevilla, 1942) se inspiran en las raíces profundas de sus propias culturas, marroquí y andaluza, para expresar su poética creación. “Afinidades”, compuesta por 70 obras, pretende promover el intercambio cultural y el conocimiento mutuo entre Marruecos y España, y hasta ahora se ha presentado en Rabat, Casablanca, Tetuán, Nador, Sevilla, Málaga y Valladolid.