La cuestión palestina. Colonialismo, Nakba, ocupación y genocidio

La cuestión palestina. Colonialismo, Nakba, ocupación y genocidio.
Laurence Thieux e Isaías Barreñada (coord.)
Editorial Dykinson, 2024. 264 pág.
La cuestión palestina. Colonialismo, Nakba, ocupación y genocidio, ofrece una de las aportaciones más lúcidas y valientes del debate contemporáneo sobre Palestina. Concebido en un momento marcado por la guerra en Gaza, el libro colectivo se estructura en 13 capítulos que desmontan con rigor analítico y perspectiva crítica el relato convencional del “conflicto palestino-israelí”.
Lejos de un enfoque simétrico, el volumen adopta decididamente el paradigma del colonialismo de asentamiento, desafiando la narrativa que reduce el caso palestino a un conflicto territorial entre dos actores con igual legitimidad. Como apuntan Laurence Thieux e Isaías Barreñada en la introducción, pensar Palestina hoy implica reinterpretar las variables históricas e ideológicas del sionismo político y asumir que la Nakba no es un episodio cerrado de 1948, sino una estructura de violencia perpetuada que se reactualiza con la ocupación, el exilio forzado, el apartheid y, más recientemente, en lo que algunos autores definen ya como genocidio en Gaza. La politóloga Carmen López Alonso contribuye precisamente con una reflexión sobre el inacabado proceso de la Nakba que lleva a cabo prácticas coloniales de desposesión y violencia estructural.
Otro texto destacado es el de Jorge Ramos Tolosa, que sitúa la violencia israelí en Gaza en la genealogía del colonialismo de asentamiento, al tiempo que traza paralelismos con otros regímenes coloniales como el sudafricano. Barreñada, por su parte, introduce el concepto de necroayuda para criticar la trampa de la ayuda internacional que termina en una suerte de cronificación de la ocupación. El autor denuncia el papel paradójico de la ayuda internacional, que desde los Acuerdos de Oslo ha funcionado como un dispositivo de contención y control más que como un instrumento emancipador: mientras se perpetúa la ocupación israelí, se externaliza el coste humanitario al sistema de cooperación, que administra la miseria sin cuestionar sus causas estructurales. El investigador David Perejil, por su parte, analiza el impacto de las campañas internacionales contra el apartheid israelí, cuyo sistema sostiene un feroz colonialismo de asentamiento, y el cambio de paradigma discursivo que estas han promovido. Desde el 7 de octubre de 2023, cuando las milicias palestinas rompieron el bloqueo de Gaza, las narrativas en torno al conflicto han evolucionado significativamente. El debate sobre el derecho a la defensa, el antisemitismo y las acusaciones de genocidio por parte de Israel ha vuelto al centro de la agenda internacional. En este contexto, una coalición de países europeos –liderada por España, Irlanda y Bélgica– ha impulsado el reconocimiento del Estado de Palestina, con el objetivo de retomar el marco de los Acuerdos de Oslo y promover el multilateralismo frente a las respuestas unilaterales y militares.
Otros capítulos abordan temas clave como la erosión de la representación palestina tras la institucionalización de la Autoridad Nacional Palestina (José Abu-Tarbush) y su incapacidad para defender efectivamente el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y por la percepción de que las negociaciones con Israel no ofrecían resultados tangibles. Este contexto de desafección favoreció el ascenso de otras formaciones políticas, como Hamás, que canalizaron el descontento social y político.
Por su parte, Thieux analiza el rol de Argelia en la diplomacia pro-palestina para quien la solidaridad argelina con Palestina, además de responder a una herencia histórica de lucha anticolonial compartida, se convierte en una herramienta estratégica para reposicionar Argelia en el escenario regional e internacional. Asimismo, Mar Gijón Mendigutía analiza el papel del patrimonio cultural en la preservación de la identidad nacional palestina.
El libro también se adentra en el análisis jurídico con la contribución de Nadia Silhi sobre los límites del boicot político en Europa, o en la exploración de un nuevo movimiento islamista palestino chií como Al- Sābirīn, poco conocido fuera del espacio académico (Guillermo Martínez Rabadán). Por último, es necesario resaltar el auge del neosionismo propuesto por Antonio Basallote, quien ofrece una reflexión imprescindible para comprender la radicalización ideológica del sionismo en las últimas décadas.
Pero si hay algo que une a todas estas contribuciones es la voluntad de repensar la cuestión palestina no desde la excepcionalidad, sino desde su inserción en una lógica estructural de dominación colonial. En este sentido, el libro se sitúa en la tradición de los estudios decoloniales y poscoloniales, pero también en el campo emergente de la crítica jurídica y política que denuncia el doble rasero de la comunidad internacional y el vaciamiento del derecho internacional humanitario. La cuestión palestina. Colonialismo, Nakba, ocupación y genocidio no es solo un libro necesario: es un ejercicio de resistencia intelectual ante la censura, el epistemicidio y la desinformación. Un manifiesto académico contra el olvido, que invita a mirar más allá de las narrativas oficiales y a comprender que, en Palestina, la lucha por la justicia es inseparable de la lucha por la verdad.
— Beatriz Mesa, profesora titular, Université Internationale de Rabat