Framing Hijab in the European Mind: Press Discourse, Social Categorization and Stereotypes
Otros”, “radicales”, “amenaza”, “diferentes”, “conflictivos”, “ignorantes”, “opresión”, estos son algunos de los términos que se emplean en los medios de comunicación cuando se describe o se hace referencia a los musulmanes. No hay duda de que la prensa tiene la capacidad de influir y persuadir en la opinión pública, y más cuando se trata de una cuestión que la mayoría de la sociedad desconoce: el islam. El hiyab es el elemento que constituye un signo religioso y la identidad de las musulmanas y que resulta ser el fenómeno más polémico en ámbitos como la política o hasta en el propio movimiento feminista.
Por eso, Ghufran Khir-Allah analiza en Framing Hijab in the European Mind el trato que se ha dado al hiyab en los medios de comunicación a través de tres acontecimientos centrales: a través de una comparativa de cómo los medios de comunicación británicos y españoles han tratado la prohibición francesa del hiyab en la escuela en 2004, la cobertura por parte de la prensa española y británica de la exclusión del hiyab y el debate sobre la visibilidad del velo en el ámbito público nacional.
Con el fin de conseguir dicho objetivo, el libro se divide en dos secciones principales: una primera parte más teórica, y una segunda sección más analítica en la cual la autora estudia hasta 108 artículos publicados en los principales periódicos nacionales de los dos objetos de estudio.
El libro se centra concretamente en el contexto francés, pues este representa un modelo de referencia de laïcité y secularismo para los países europeos, además de articular el debate sobre el hiyab. En consecuencia, cómo la prohibición del velo en 2004 en Francia supuso el inicio del debate y la legislación sobre el hiyab en el resto de los países europeos.
En primer lugar, se pone el foco en el término “diferente” y cómo este ha desempeñado un papel central en la narrativa política y periodística europea. También hace referencia a cómo el discurso europeo depende de la histórica relación colonial con el mundo musulmán y las diferencias culturales con el fin de promover la incompatibilidad del islam con los valores nacionales. En esta línea, la islamofobia se alimenta del discurso de la seguridad nacional, el cual se ve muchas veces instrumentalizado como vía para satisfacer las necesidades políticas y estigmatizar a toda una minoría como “poco fiable”.
Asimismo, compara la situación de los musulmanes en tres contextos europeos distintos: el francés, en el cual los musulmanes configuran su identidad religiosa a través de un enfoque nacional de laïcité; el británico, donde gozan de un entorno más diverso en el que se ven obligados a combinar su identidad británica con los pros y contras del multiculturalismo; y, por último, el español, en el que están divididos entre la falta de representatividad y el bloqueo gubernamental de los acuerdos relacionados con sus derechos religiosos.
Retomando el énfasis en el hiyab, resalta cómo se ha jugado con la narrativa de la incompatibilidad del velo con los derechos humanos en la esfera pública. La autora destaca que el hiyab, en esencia, es una elección personal que cada mujer musulmana habrá de hacer de acuerdo con sus preferencias. Esto da lugar a que las mujeres musulmanas tengan la libertad de escoger si ocultar (o no) su cuerpo en la esfera pública, ya que los individuos no deberían de determinar las elecciones personales de las mujeres y dictarles qué y cómo deberían de vestir.
La última parte del libro se centra en el estudio de la prensa a través del análisis crítico del discurso y la teoría sociolingüística cognitiva. En dicho análisis se observa cómo el hiyab se usa tanto en el contexto español como británico para apoyar el discurso político que utiliza el velo como forma de incentivar el miedo. No obstante, el discurso británico es políticamente más correcto e indirecto en la referencia a estereotipos, mientras que la prensa española presenta a la mujer como incapaz de hablar por ella misma y como un sujeto oprimido. Paralelamente, en el contexto británico el grado de inclusión y exclusión depende del posicionamiento que se tenga sobre el hiyab. Por el contrario, en el contexto español las musulmanas no tienen voz y son aquellas que se oponen al uso del hiyab las que se expresan libremente.
En definitiva, el hiyab se entiende como un signo de ignorancia, opresión, discriminación, extremismo e imposición. Esto demuestra cómo la lectura que los medios de comunicación puedan hacer sobre la mujer musulmana controla el discurso público y domina la opinión pública. Del mismo modo, hay una clara ausencia de voces musulmanas en los medios de comunicación. No hay duda de que las mujeres musulmanas tienen su propia voz y deben sentirse lo suficientemente empoderadas y cómodas para poder usarla, vestir como les plazca, ser escuchadas y tener el derecho de poder estar en la esfera pública sin sufrir ningún tipo de discriminación por ello. Esto no debiera de ser un problema en ninguna cultura, religión, sistema político o región geográfica.
Las mujeres se enfrentan a muchas luchas, pero como afirma Ghufran Khir-Allah, para las mujeres musulmanas en Europa es una lucha de visibilidad, contra los estereotipos y de reivindicación del respeto a su identidad religiosa y de género. Porque, al fin y al cabo, de eso se trata, ¿no? De respeto, libertad, tolerancia e igualdad.