Islamisme(s). Islam i política en un món global

Lurdes Vidal Bertran (dir.)
Editorial Base, Barcelona, 2021. 230 p.
Islamisme(s) es el resultado de tres decisiones valientes: publicar hoy en Europa un libro sobre islam político, hacerlo con vocación divulgativa y, además, no perder el rigor en el camino. Lurdes Vidal Bertran, Ada Mullol y Vitor Cabral han conseguido los tres retos fichando a un gran elenco de académicos, investigadores y periodistas que dibujan un cuadro caleidoscópico, con pinceladas de matices, con fondo histórico y con protagonistas actuales. Porque no hay un islam y no hay un islamismo, sino muchos, que se han construido y siguen construyéndose en contextos distintos y que operan con objetivos incluso a veces contrapuestos: islamismos que se basan en el mismo Corán y sus interpretaciones para defender una cosa y la contraria. Desde los partidos que se inspiran en la moral musulmana (como los cristianodemócratas o los de matriz evangélica) a los movimientos que propugnan la insurrección armada. Esto es lo que hace necesaria una aproximación en plural, que debe adoptar formato de película y no de retrato.
“Hablar, estudiar y debatir sobre el islamismo se ha convertido en una actividad de riesgo: no solo por el peligro de equivocarse al tratar un objeto de estudio en constante movimiento, sino porque a menudo este ámbito se vuelve un campo minado en el que es fácil hacerse daño y ser acusado de connivencia con intereses geopolíticos y guerras civilizatorias”, escribe, con razón, Lurdes Vidal Bertran. Un riesgo que asume la Fundació Flama, que sigue batallando contra las visiones estereotipadas y demonizadoras para promover la solidaridad entre los pueblos del Mediterráneo.
Porque, ¿de qué estamos hablando? De los movimientos que propugnan integrar la moral islámica en la política y la administración, enfrentados al secularismo. Son, como todos los movimientos políticos, el resultado de un proceso histórico que toma formas distintas en cada lugar, en una dinámica en que lo global y lo local están interconectados. Esta “glocalización” está llena de tensión y contradicciones, arraigada en una región convulsa. Los islamismos como resultado de la descolonización y del fracaso de los regímenes (también distintos) que surgieron de ella, incapaces (o que ni siquiera lo intentaron) de ofrecer a sus poblaciones unas condiciones de vida dignas o con unas mínimas libertades democráticas. Estallidos sociales, búsqueda de alternativas, injerencias exteriores, relaciones de clase y de poder vuelven y se revuelven. Y los islamismos buscan responder en estos contextos a veces para apoyar el cambio y a veces para bloquearlo.
El libro cuenta con un primer apartado sobre nociones básicas desde el punto de vista ideológico y político. Sigue el estudio sobre la relación de los islamismos con el Estado y una serie de entrevistas con dirigentes islamistas de Marruecos, Túnez, Líbano y Gaza. El cuarto bloque se adentra en la relación entre islamismo y libertades, desde el feminismo a la sexualidad pasando por el respeto a la diversidad religiosa. Y aborda también sin miedo la relación entre islamismo y violencia, con una rompedora tesis de Jean-Pierre Filiu según la cual el yihadismo sería una nueva religión contemporánea escindida del islam y que ve en los musulmanes su principal enemigo. Encontrarán también en Islamisme(s) un glosario útil, un listado de personajes clave e interesantes recomendaciones “para saber más”. Una cuidada edición con ilustraciones e infografías contribuye a fijar los conceptos.
Conocimientos y contexto en una Europa donde los panfletos ultraderechistas marcan cada vez más, lamentablemente, el relato sobre el islam. El que presenta al islam y al islamismo (en singular) como sinónimos de terrorismo, inmigración desbocada, machismo o amenaza civilizatoria; que condena a los musulmanes por su religión y su etnia (solo cuando se trata de los pobres) con una catarata de apriorismos y prejuicios basados en una falaz superioridad moral atronadora; que opera con una herramienta política terriblemente eficaz: el miedo. El miedo al “otro”, que ve al “otro” como una masa uniforme y deforme en la que no caben matices ni contradicciones. Aunque estas clamen al cielo. Posiciones que a veces se tocan con las de una izquierda biempensante igualmente cargada de superioridad moral y que sigue anclada en el orientalismo.
Termino con dos peticiones. A los lectores interesados en conocer mejor el mundo de hoy (y nuestro Mediterráneo), léanlo: en poco más de 200 páginas encontrarán un valioso estado de la cuestión que sintetiza el conocimiento de observadores autorizados. A los autores, sigan arriesgándose, no tiren la toalla: hay demasiado en juego.