Este artículo, lejos de pretender ser exhaustivo, busca ofrecer una panorámica actual de las principales publicaciones recientes sobre Turquía. En conjunto, se trata de resaltar dos hechos de importancia: el primero, la creciente importancia otorgada por académicos, expertos y políticos a las cuestiones que rodean a la adhesión de Turquía. El segundo, que la evolución política de este país y el contexto regional que le rodea, tal como se refleja en las visiones contrastadas que encontramos en la bibliografía más reciente que se le dedica, inaugura una nueva era en la que la pertinencia de Turquía a áreas geopolíticas que se autoexcluyan es probablemente imposible.
Turquía es, sin lugar a dudas, un inmenso gigante rico y complejo, tanto desde el punto de vista histórico, social como económico. Ante la perspectiva actual de unas elecciones que pueden ganar los islamistas moderados, algunos sectores del país defienden en los últimos días con uñas y dientes la continuidad del secularismo turco ante lo que consideran un peligro creciente de radicalización. En la UE por otra parte, ha irrumpido en las opiniones públicas de algunos estados miembros un encendido debate sobre la futura adhesión de este país, clave para Europa por su idiosincrasia, su posición, su papel y su futuro.
La VII Conferencia EU-Turquía: “Imágenes recíprocas y conocimiento: De la confrontación a la integración”, organizada el pasado mes de enero en Barcelona por el IEMed y el Istanbul Policy Centre, es un encuentro regular que permite tomar cierta distancia respecto a debates que, aunque necesarios, quedan a veces anclados en lecturas locales y coyunturales que aportan pocos elementos para el futuro. Al hilo de las conclusiones de este encuentro[1], es posible realizar una aproximación a las cuestiones de fondo que preocupan a unos y a otros.
Debemos en primer término hacer referencia a lo que podríamos denominar “clásicos” en la aproximación a las temáticas relacionadas con la historia de Turquía. Historiadores como Halil Inalcik, Cornell Fleischer o el recientemente fallecido Stéphane Yerasimos nos aproximan desde un punto de vista social a la historia otomana cuyo legado explica en parte actualmente la complejidad del país.
El primer hecho a destacar en este contexto es la existencia de episodios y argumentos históricos que subrayan elementos identitarios que Turquía y Europa comparten y han compartido a lo largo de su historia. Aunque ello no sea definitivo para propiciar la adhesión de este país, aparta de cuajo las tendencias de expulsión automática del mismo de la órbita de la integración.
Este enfoque abre por ejemplo la puerta a la puesta en valor de similitudes entre los imperios otomano y español. Es de destacar en este sentido la labor que llevan a cabo historiadores como Pablo Martín Asuero, Francesc Veiga, Eloy Martín Corrales o Miguel Angel de Bunes, que desde diferentes perspectivas arrojan luz en sus trabajos y publicaciones sobre las diferencias y los puntos en común entre periodos históricos similares para ambos imperios, negando de entrada el tradicional recurso a las categorías históricas absolutas y autoexcluyentes que no dejan espacio para la comparación. Vease en este sentido, “El turco. Diez siglos a las puertas de Europa», (Editorial Debate, 2006) a cargo de Francesc Veiga. Es también de interés una aproximación más concreta a las relaciones entre España y Turquía a partir del volumen «Relaciones de España con el Imperio Otomano en los siglos XVIII y XIX», MARTIN ASUERO,P.(ed.): España-Turquía. Del enfrentamiento al análisis mutuo, noviembre 2002, Estambul.
Si nos centramos en la historia contemporánea y más reciente, autores como Hamit Bozarslan con su Histoire de la Turquie contemporaine (eds. La Découverte, Paris, 2004) ponen de manifiesto los principales retos que Ataturk dejó en manos de los turcos, sus contradicciones y sus necesidades de cara a una integración real en Europa. Y atendiendo justamente a las claves para una aproximación rigurosa al país, es de obligada lectura la personalidad y la obra del “padre de la patria” que fue Mustapha Kemal, (Turquie : De l’Empire ottoman à la République d’Atatürk, Thierry Zarcone, Gallimard-Jeunesse, Collection Découverte, 2005).
Uno de los apartados que merece sin duda atención en este conjunto es el tratamiento que recibe la religión, a través de la descripción del Islam en Turquía. Véase en este sentido La Turquie moderne et l’Islam, (ed. Flammarion 2004), también de Thierry Zarcone, o, entre otros, la evolución de los colectivos minoritarios en el país y su peso en la historia reciente a través de la publicación de la historiadora Gloria Rubiol: Turquía, entre Occidente y el Islam: una historia contemporánea (Viena Ensayo, Barcelona 2004).
El viaje como eje fundamental
En cualquier caso, la perspectiva adoptada es casi siempre la de un viaje, la de establecer y delimitar el recorrido que el país ha realizado desde la proclamación de la República por progresar en su “europeidad” y la del camino que le queda por recorrer para la integración. Esta es la aproximación que además cuenta con mayor apoyo por parte de los analistas turcos cuyo objetivo primero es la adhesión. Insisten en la progresiva incorporación de su país a las instituciones europeas y reclaman como último paso casi natural el acceso a la UE.
Es evidente que el creciente interés por la adhesión ha provocado, sobre todo a partir del año 2000, una eclosión de publicaciones dedicadas a los diferentes aspectos sociales, políticos y económicos cuyo eje central es la adhesión. Aunque la participación de los varios actores en el proceso de integración pueda parecer ya consolidada y abierta, mucho queda todavía por hacer hasta poder hablar de valores o identidades compartidos que puedan llevar hacia políticas también consensuadas, es decir, hacia un proyecto común. Y en este proceso, la generación de un debate a través de la reflexión es absolutamente ineludible.
Es por tanto necesario alegrarse de este creciente interés por una historia tan rica y compleja que puede y debe promover un diálogo complejo y a veces enconado en posturas que parecen irreconciliables respecto a los pros y los contras de la adhesión. Ese es el caso de Francia, en que el debate sobre la adhesión deriva ya en ramificaciones que tienen que ver con cuestiones como la ciudadanía y la gestión de las minorías, con la combinación de Islam y democracia, o con la laicidad y el hecho religioso.
Ello no obsta para que algunos observadores señalen que estas aproximaciones se encuentran “teñidas” por un debate más amplio que tiene que ver más bien con el propio peso de Francia en Europa, sus prioridades y su futuro.
Pero también es cierto que en Turquía deseo de pertenencia a la UE, apoyo teórico a la liberalización y democratización y cumplimiento de los criterios de Copenhague no son la misma cosa. Son procesos que requieren tiempos diferentes y actores diversos que pueden coincidir o no en las fechas significativas, pero que seguramente tienen un ciclo propio y ventanas de oportunidad que aprovechar.
Al margen por tanto de la pertinencia o no de una reflexión como la que se da en Francia, es necesario en este punto hacer referencia a los autores que con mayor lucidez realizan análisis sobre estas cuestiones. Por un lado, dos publicaciones de Semih Vaner, prestigioso director de investigación en el Centre d’études et Recherches Internationales de Paris, además de director de Cahiers d’Étude sur la Méditerranée orientale et le monde turco-iranien (CEMOTI) y presidente de la AFEMOTI (Association française pour l’étude de la Méditerranée orientale et du Monde turco-iranien). En L’Europe AVEC ou SANS la Turquie (avec Deniz Akagül), Paris, Editions d’Organisation – Eyrolles, 2005, el autor se aproxima al centro de la polémica francesa sobre la adhesión de Turquía, mientras que como director de La Turquie, Paris, Fayard, 2005 ofrece las aportaciones de diferentes expertos que, de manera transversal, apuntan a los grandes temas de fondo en que Turquía va a tener que evolucionar, sobre todo desde el punto de vista político, aunque no únicamente, en su “camino” hacia la UE.
Por su parte, Olivier Roy, en La Turquie aujourd’hui : un pays européen ? Encyclopaedia universalis, Paris, 2004, dirige las contribuciones de diferentes analistas en la misma línea de la polémica por la adhesión argumentada por Vaner, intentando además reflejar en ella las verdaderas preocupaciones de fondo de la UE.
Con el objetivo de mostrar la importancia atribuida a este debate, tan sólo nombrar a otro de los muchos que dedican su reflexión sociopolítica a los pros y los contras de la adhesión de Turquía, como Eric Biegala, en Faut-il intégrer la Turquie? (L’Aube, collection Monde en tours, 2005)
El mundo anglosajón, aunque de manera menos polémica, también ofrece importancia a la cuestión turca, a través de autores como Nicole y Hugo Pope, periodistas de renombre internacional y gran conocimiento del país (Turkey unveiled. A history of modern Turkey. The Overlook Press, Woodstock, and New York, 1997) o James Pettifer (The Turkish Labyrinth. Atatürk and the New Islam, Viking, Penguin Group, London, 1997). Ni que decir tiene sin embargo que no es comparable al “boom” que se produce en Francia. Otras aproximaciones más recientes en este contexto son la del ex embajador de la UE en Turquía Michael Lake (Michael Lake ed., The EU and Turkey : a glittering prize or a millstone ?, Tauris, London, 2005) o M. Ugur & N.Canefe, con Turkey and European integration: accession prospects and issues, Routledge, London, 2004
Turquía como actor internacional: hacia donde?
Para concluir este recorrido por las diferentes dimensiones que ofrece el debate sobre Turquía, es necesario ampliar el enfoque hacia otro elemento fundamental: su papel como actor internacional. Ahí es donde surgen reflexiones que proyectan hacia el futuro posiciones que Turquía puede ir favoreciendo de manera más o menos intensa en función de su evolución doméstica y del rol crucial que ejerce a medio camino entre Europa, Oriente Medio, Asia y el Atlántico. Situada en esta encrucijada, la política exterior de Turquía no niega en absoluto mediterraneidad ni europeidad, pero son muchos los frentes que debe cuidar y también es consciente de su papel en Asia.
Como se ha señalado al principio, además, en parte debido a esa complejidad, no permitirá que sus opciones de alianza, siempre estratégicas sean impuestas o autoexcluyentes. En esta tesitura pueden abordarse diferentes dimensiones de análisis.
En este sentido, uno de los compendios más recientes y que fotografían las relaciones entre política doméstica y exterior de Turquía se encuentra en Turquía y la UE: trazando el camino a seguir, Revista CIDOB d’afers internacionals, n.75, octubre-noviembre 2006, CIDOB, Barcelona 2006 (AA.VV).
En el contexto de la adhesión y la perspectiva regional se sitúa una interesante publicación de Erwan Lannon (Erwan Lannon ; Joël Lebullenger Les défis d’une adhésion de la Turquie à l’Union européenne, Bruxelles ; Bruylant : 2006) que contextualiza el debate sobre la adhesión en este tablero en que Turquía ejerce un rol impuesto por su geografía y escogido por sus intereses: los intercambios comerciales, el suministro de energía o los asuntos de seguridad relacionados con la zona de Oriente Próximo hacen de Turquía un aliado estratégico para la UE.
Una de las tesis fundamentales de este libro es la necesidad de valorar que aunque no prosperara la adhesión, Turquía se encontrará parcialmente enclavada en territorio europeo hacia el año 2014, lo que inevitablemente tendrá implicaciones para su relación con la UE desde todos los puntos de vista.
Ya de pleno en la perspectiva de Turquía como actor regional, se puede hacer referencia a dos escenarios que de momento son incipientes para la literatura, pero que serán sin duda relevantes en los próximos años. Por un lado, la implicación del país en instrumentos como el partenariado euromediterráneo o la cooperación regional en el Mar negro, temas tratados actualmente por diferentes autores como Thanos Dokos, Soli Ozel, Rafaella Del Sarto o Fatih Tayfur.
Una nueva perspectiva para el análisis nace también a raíz de la puesta en marcha de la Alianza de civilizaciones por parte de España y Turquía, que necesita sin duda de articulación en su desarrollo, pero es objeto ya de cierta literatura:en el Anuario del Mediterráneo de 2006, editado por el CIDOB y el Iemed se puede encontrar una primera aproximación al tema a través de un artículo del propio Recep Tayip Erdogan[2], Building Bridges Across the Mediterranean.
Es de interés además mencionar el impulso dado por algunos profesores de la Universitat Autònoma de Barcelona(Francesc Veiga, Ferran Izquierdo, Laura Feliu, Eduard Soler) a este tema en concreto a través del proyecto La Alianza de Civilizaciones. Un estudio crítico y reconstructivo, que esperamos vea pronto la luz en forma de publicación.
Es a esta perspectiva del rol regional que Turquía puede llegar a desarrollar en la región, siempre visto a su pesar como un facilitador hacia los países árabes, a la que parece apuntar el corto pero intenso recorrido que desde la comunidad académica en el territorio español se realiza actualmente sobre Turquía. Diferente a la del resto de Europa por varias razones que no desarrollaremos [3], baste señalar sin embargo que el incremento de análisis que versan sobre esta cuestión como los trabajos de Carmen Rodríguez López y Marién Duran sobre la adhesión o los de Eduard Soler sobre las cuestiones que relacionan a Turquía y España en el contexto actual, inauguran una aproximación específica a este país y tal vez una era de búsqueda de puntos en común y elementos diferenciadores en un contexto más mediterráneo.
¿Qué faltaría en estas aproximaciones? Otras cuestiones como un enfoque realista y sosegado de las migraciones, la situación de la mujer, o los nuevos actores económicos y el llamado “Islam calvinista”[4] despuntarán sin duda en los próximos años. Hacia el exterior, falta aún por conocer mejor las relaciones de Turquía con los países caucásicos, Irán e Irak (ver al respecto textos del investigador Luciano Zaccara). El impulso del diálogo sobre los valores que se comparten o el análisis sobre la existencia de un proyecto común entre Turquía y la UE son algunos de los temas que aunque actualmente no puedan ser objeto de una bibliografía extensa, se encuentran a la base de cualquier reflexión seria sobre el tema. Lo cual indica sin duda la importancia de seguir prestando atención al nivel de las percepciones y de la imagen, para, desde el ámbito científico, tener capacidad de detectar y evaluar los cambios que se irán produciendo en la literatura sobre este gran país.
Notas
[1] Ver conclusiones en http://www.medobs.net
[2] http://www.iemed.org/anuari/2006/earticles/eTayyip.pdf, Mediterraean Yearbook, 2006, Iemed y CIDOB
[3] Soler, Eduard: Comprender el debate francés sobre Turquía desde una perspectiva española, I Congreso FIMAM, Marzo 2004
[4] http://www.esiweb.org/pdf/esi_document_id_69.pdf