Las diversidades constituyen una fascinante ocasión creadora y un complejo elemento de investigación. De ahí la importancia de garantizar una contribución artística al encuentro y mestizaje creciente entre culturas y de estimular una reflexión sobre los valores imprescindibles que les son propios, basándose en los conceptos de tolerancia, democracia e igualdad de derechos, además de promover proyectos que interaccionen con la sociedad civil. En las últimas décadas, el esfuerzo educativo de capas cada vez amplias de la sociedad, la imparable urbanización y el consumo de las tecnologías de la información y de la comunicación, así como la creciente individualización, han acercado las realidades de las dos riberas del Mediterráneo y han potenciado la demanda de una mayor libertad de expresión y participación democrática.
Las sociedades del sur del Mediterráneo están demostrando tener una sociedad civil saludable y una gran capacidad de liderazgo. No sólo las élites, sino también las incipientes clases medias, con profesionales bien preparados y universitarios que no han conseguido encontrar empleo a causa de la corrupción y el clientelismo. La entrada en la segunda década del milenio presagia el final de los estereotipos y los movimientos ciudadanos árabes están mostrando que sus sociedades sí que creen en la democracia y los derechos humanos.
¿Cómo inciden estos valores en el arte y los artistas de la región euromediterránea? Puede el arte favorecer la comprensión entre las dos orillas del Mediterráneo, reducir la indiferencia y transformar sus sociedades, yendo más allá de su función estética para ahondar en las motivaciones y transformaciones sociales. Las obras artísticas pretenden despertar las emociones del espectador; el arte contemporáneo intenta además, si no lo intentó siempre, potenciar su sentido crítico hacia las problemáticas existentes. En este sentido, destacados artistas con vocación solidaria impulsan proyectos culturales, exposiciones de arte o intercambios de movilidad en busca de un posible lenguaje y una creatividad compartidos en la región. Los encuentros, las bienales y los proyectos que interrelacionan actualmente a los artistas constituyen una manera muy importante de darles visibilidad y, al mismo tiempo, potencian sus intereses cosmopolitas, haciendo llegar su voz a un círculo más amplio de conciudadanos.
La globalización actúa de diversas maneras en las interacciones entre los estados, las empresas privadas, las migraciones y los movimientos culturales, mediáticos o turísticos. Todo ello promueve una reflexión abierta sobre el patrimonio de la humanidad y sobre las diversas estéticas, al tener en cuenta los valores transnacionales que aportan los artistas, cada vez más comunicados a través de internet y el acceso a una cultura global. En la apuesta por el diálogo y el conocimiento entre culturas, creemos que el arte y sus valores expresivos y comunicativos son referentes necesarios en la mejora del diálogo intercultural.
Para profundizar en el tema y abrir las ventanas de la estética y el conocimiento, así como su valor comunicativo en las sociedades multiculturales, dedicamos el dossier del presente número de Quaderns de la Mediterrània al arte y la comunicación, privilegiando la reflexión sobre la capacidad del arte como agente intercultural en la región euromediterránea, especialmente a partir del siglo xx. Una parte del dossier cuenta con las aportaciones y las investigaciones que se han llevado a cabo en esta última década sobre las artes visuales y arquitectónicas en Oriente y el Magreb. Algunos de los textos son fruto de las sesiones que tuvieron lugar en Barcelona, en julio de 2010, en el marco de la tercera edición del Congreso Mundial de Estudios sobre Oriente Medio y el Norte de África (WOCMES, según las siglas en inglés). Pero el dossier va más allá del trabajo académico, por lo que en sus páginas contamos también con las aportaciones de reconocidos artistas, comisarios y críticos de arte. Veremos cómo el planteamiento de los nuevos lenguajes, las nuevas formas de expresión y las nuevas tecnologías ha llevado, en todas las culturas, a interrogarse sobre los orígenes, la relación entre modernidad y tradición, la utilización de las nuevas tecnologías y la reconstitución de los contenidos del arte en el sentido tradicional del término.
Es necesario activar modalidades de relación y procesos creadores que estimulen el encuentro y el diálogo sobre las actuales problemáticas sociales, culturales e interculturales. Como manifiesta el artista Michelangelo Pistoletto en estas páginas, el objetivo es favorecer el enriquecimiento mutuo en el seno de una convivencia entre las diferencias. Y el propósito, garantizar la plena inserción de todos en el juego democrático, construido a partir de una concepción innovadora de la ciudadanía planetaria.