Las ciudades del Mediterráneo se caracterizan más que nunca por las sociedades multiculturales que pueblan sus calles. En este contexto, la alteridad no debe ser un elemento problemático, sino un factor de desarrollo personal y cultural. Para ello, la creatividad juega un papel fundamental, ya que fomenta el acercamiento y activa la imaginación. Así, el pensamiento creativo y artístico debe considerarse como una herramienta básica para llegar a construir una política que favorezca la diferencia. En este sentido trabaja Love Difference y su proyecto de creación de un Parlamento Cultural Mediterráneo, que podría definirse como un órgano de encuentro y convivencia entre las culturas de la región. El objetivo es establecer, en colaboración con la escena política, una plataforma para el diálogo y la promoción de proyectos artísticos.
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