En el corazón de Beirut, la ciudad de la resiliencia y el renacimiento, entre sus antiguos cimientos y sus modernos rascacielos, Artour, Peter y Ali entretejían sus sueños frente a unas tazas de café árabe. El ambiente en el local era una mezcla embriagadora de ocio y energía que reflejaba el animoso espíritu de la capital libanesa. Cada sorbo de la intensa bebida era como un brindis silencioso por sus sueños compartidos y las aventuras que les aguardaban. Artour, Peter y Ali no eran amigos corrientes, sino compañeros de un pasado compartido, y sus lazos se habían estrechado a lo largo de años de recuerdos y experiencias compartidos. Sus raíces se remontaban al mismo barrio, la misma escuela y las mismas vacaciones de verano, que flotaban como en un sueño. Ahora que todos se hallaban en el umbral de la edad adulta, sus ambiciones ardían, resplandecientes e indómitas. El trío albergaba diversos talentos e intereses, pero estaba muy unido por su espíritu emprendedor. Artour, el visionario, era el cerebro detrás de las ideas innovadoras. Peter, el pragmático, aportaba una visión equilibrada y realista a los planes. Ali, el genio tecnológico, transformaba las ideas en realidad digital. Juntos formaban un equipo formidable, listo para embarcarse en el mundo de las startups.
(Clica en el enlace para leer el relato, ganador del 2º premio del concurso literario Un Mar de Palabras 2023)