Elecciones en Grecia
26 enero 2015 | In the Media
«No nos enfrentamos al fin del bipartidismo ni a la fragmentación del espectro político griego, sino al reemplazo de los poderes tradicionales». Así ve Pol Morillas, responsable del área de Política Euromediterránea del IEMed, el panorama político tras las elecciones celebradas ayer en Grecia en medio de enormes expectativas internacionales.
«Ahora hay un partido mayoritario que viene de la izquierda alternativa, Syriza, que ha derrocado al partido tradicional de izquierda, PASOK», dijo Pol Morillas, quien analizó los resultados electorales de hoy y señaló los próximos desafíos del gobierno de Alexis Tsipras y su partido, Syriza, gana en las urnas.
En entrevista con El Matí en Ràdio 4, acompañado por Xavier Torrens, catedrático de ciencia política de la UB, el analista del IEMed indicó que hay que prestar atención a la presencia de partidos radicalizados, como el partido neonazi Alba Daurada o el KKE comunista. Sin embargo, insiste en que estos dos partidos, la tercera y la quinta fuerzas respectivamente, están fuera de juego en el futuro político más cercano de Grecia y no tendrán una centralidad en la toma de decisiones. Entre otros motivos, porque ambas formaciones se han excluido de un posible pacto con el equipo de Tsipras.
La victoria de Syriza debe leerse tanto en términos europeos como nacionales. Por un lado, el discurso de la victoria de Alexis Tsipras estuvo dirigido principalmente a la troika europea y a Angela Merkel. Es la primera vez que en una elección nacional se mira tanto hacia Europa.
Y por otro lado, no podemos atribuir la victoria de la izquierda alternativa únicamente al escenario europeo. Según Morillas, los ciudadanos griegos también exigieron un cambio para remediar los problemas internos. Entre ellos, el fuerte declive de las libertades fundamentales o las crecientes desigualdades económicas. En este sentido, interpreta la victoria de Syriza como una oportunidad para Merkel de reformar radicalmente las estructuras económicas y políticas griegas, hasta ahora patrocinadas por un grupo muy reducido de familias. Pero será una carrera de larga distancia, advierte el analista del IEMed.