Para saber cómo piensan los jóvenes españoles y poder establecer una comparación de valores con los jóvenes europeos, en los últimos años se han llevado a cabo varios estudios que permiten analizar estos valores basados en comportamientos, aspiraciones y sentimientos concretos, claves para conocer un grupo social. La puesta en común de estos datos permite extraer conclusiones significativas acerca de los jóvenes españoles y sus coetáneos europeos como, por ejemplo, su mayor permisividad frente a comportamientos privados o la decantación general por el localismo frente al universalismo.
De entrada, quiero llamar la atención acerca del subtítulo, ya que resulta imposible en el marco de estas páginas responder de forma completa, menos aún exhaustiva, a una comparación entre la juventud española y la del conjunto europeo. De ahí que haya subtitulado este artículo “comparación de algunos valores”. Me limito a cuatro puntos sobre los que hay documentación comparable. Éstos son la justificación de comportamientos que algunos denominan los valores morales; los valores finalistas o las prioridades vitales; la tolerancia hacia lo diferente, máxime si corre el riesgo de estar estigmatizado, y los sentimientos de pertenencia a diferentes enclaves territoriales.
Siempre procederemos de la misma manera. Comenzaremos por una presentación de los valores de los jóvenes españoles en base al último estudio publicado[1] en el que nosotros mismos hemos participado para, a continuación, -esta vez en base a diferentes encuestas europeas, de forma particular las del European Values Study, cuya administración en España el año 2000 y el 2008 hemos co-dirigido nosotros-, comparar los datos de los jóvenes españoles con los de sus coetáneos europeos. Desgraciadamente, todavía no podemos publicar los datos del estudio de 2008.
La justificación de comportamientos
En líneas generales, cabe decir que los comportamientos relacionados con la vida privada y las relaciones de proximidad -con la excepción de la violencia de género-, son los que en mayor grado reciben la justificación y aceptación de los jóvenes españoles. En la vida privada, en las relaciones de proximidad donde juegue el afecto (divorcio, relaciones de pareja, adopción de niños, también por homosexuales), no debe haber normas externas a los individuos. Son normas privadas y como tal deben quedar.
En el extremo opuesto, entre los comportamientos menos justificados, es decir, los que mayor rechazo suscitan en los jóvenes, encontramos en primer lugar los comportamientos violentos (terrorismo y violencia de género, destrozos en la calle, pena de muerte) así como, en líneas generales, los comportamientos relacionados con la ética civil y la moral pública (aceptar un soborno, no informar de desperfectos causados a un coche aparcado, engañar en el pago de impuestos, hacer ruido impidiendo descansar a los vecinos, etc.)
El análisis evolutivo nos muestra que en la juventud española la permisividad, la tolerancia normativa y la justificación de determinadas prácticas son mucho mayores en 2005 que en 1984. Los valores éticos se han liberalizado. Los comportamientos individuales y proxémicos aumentan los niveles de justificación, mientras que sucede lo contrario en los comportamientos de carácter más global, o con consecuencias más colectivas.
Los jóvenes españoles se caracterizan por ser de los más permisivos, en comparación con sus coetáneos europeos, aunque son más estrictos que ellos en la justificación de la pena de muerte.
Para comprobarlo, traemos aquí los resultados de una encuesta de ámbito europeo. En el Eurobarómetro 55.1 de agosto de 2001 (Eurobarometre 55.1 en la Web)[2] se planteó una cuestión similar a la que aquí tratamos, aunque con una formulación diferente. Se preguntó a los jóvenes si sus coetáneos (de 15 a 24 años), según su opinión, estaban “más bien de acuerdo” o “más bien en desacuerdo” con una serie de comportamientos. El interés reside en comparar la juventud española con la europea, en base a cuestiones formuladas de la misma manera en el Eurobarómetro. Mostramos en la tabla 1 algunos resultados significativos de varios países y la media del total europeo.
Tabla1. Porcentajes de jóvenes de diversos países europeos que están “más bien de acuerdo” con las siguientes prácticas
Unión Europea | España | Alemania | Francia | Italia | Holanda | Suecia | Gran Bretaña | |
Eutanasia | 54 | 67 | 57 | 44 | 42 | 80 | 64 | 52 |
Pena de muerte | 27 | 19 | 30 | 25 | 26 | 22 | 21 | 36 |
Adopción de niños por homosexuales | 41 | 54 | 46 | 43 | 20 | 62 | 41 | 43 |
Relaciones sexuales antes del matrimonio | 88 | 95 | 89 | 89 | 87 | 92 | 91 | 77 |
Clonación | 12 | 19 | 10 | 8 | 16 | 11 | 12 | 10 |
Número | 9.760 | 601 | 1.265 | 602 | 596 | 749 | 604 | 597 |
Los jóvenes españoles, con la significativa excepción de la pena de muerte, son más permisivos en todos los comportamientos considerados que los de la media de la juventud europea (en la Europa de los 15 del año 2001). En algunas cuestiones como las relaciones sexuales antes del matrimonio y la clonación[3] son, incluso, los más permisivos entre los jóvenes de todos los países que hemos retenido. En la eutanasia y la adopción de niños por homosexuales, los jóvenes españoles vienen inmediatamente después de los holandeses que destacan, en ambos casos, por ser los más liberales.
Ciertamente estos datos, cuando se analizan en el tiempo y el espacio europeos de los últimos 25 años, hay que inscribirlos dentro del fenómeno de la individualización. Jan Kerkhofs, en el Forum Deusto, con motivo de la presentación del estudio España 2000, entre el localismo y la globalidad[4], señalaba precisamente que a lo largo de toda Europa y a través de “nuestras encuestas [del European Values Study] de 1981, 1990 y 1999-2000, se revelan unas tendencias de las que participan casi todos los países. Nombraré, en primer lugar, la individualización progresiva y a continuación lo que se denomina, con razón o sin ella, la secularización, cada día mas generalizada”[5].
Los valores finalistas: las prioridades vitales
Los jóvenes priorizan y valoran como objetivo en sus vidas, por encima de todo, lo cotidiano, lo cercano, esto es, la familia y los amigos, dando por supuesta la salud. En último lugar se encuentra todo aquello relacionado con lo holístico, lo ideológico, es decir, la política y la religión. En medio, y por este orden, se sitúan el trabajo, el dinero, el tiempo libre, la dignidad moral, la vida sexual y los estudios para tener una buena formación y competencia profesional.
La evolución de la importancia de los valores finalistas en los jóvenes españoles en los últimos años, muestra que una buena relación familiar, unos buenos amigos (no simplemente compañeros), sin olvidar la salud, conforman la triada básica, el sustrato desde donde edificar su universo simbólico. Hay que leer estos tres valores desde una doble perspectiva: individualista (pretendidamente autónoma) y en relación con la búsqueda de bienestar y seguridad emocional. A fin de cuentas, denotan una situación de inestabilidad, inseguridad e incertidumbre personal y apelan a la amistad, la gratuidad, y a la relación íntima y profunda con otra persona como grandes querencias de su vida, como sus primeros y principales objetivos vitales.
En la tabla 2, confeccionada con el Banco de datos de la Universidad de Deusto con los diferentes estudios llevados a cabo por los grupos europeo y mundial de estudio de los valores de la Universidad de Deusto, queremos contextualizar las prioridades de los jóvenes españoles respecto a las de sus coetáneos europeos.
Tabla 2. Importancia que conceden en sus vidas los jóvenes de 15 a 29 años de varios países europeos a diferentes cuestiones, en porcentajes de los que han respondido que es “MUY importante” en sus vidas la dimensión propuesta
España | Bélgica | Dinamarca | Francia | Alemania | Grecia | Italia | Gran Bretaña | Turquía | |
Familia | 76 | 86 | 80 | 83 | 65 | 78 | 86 | 87 | 97 |
Amigos | 50 | 63 | 69 | 61 | 58 | 54 | 51 | 67 | 73 |
Tiempo libre | 46 | 44 | 46 | 46 | 44 | 53 | 42 | 54 | 47 |
Política | 5 | 6 | 5 | 6 | 5 | 8 | 7 | 3 | 16 |
Trabajo | 59 | 59 | 38 | 69 | 43 | 57 | 57 | 44 | 78 |
Religión | 7 | 11 | 6 | 6 | 8 | 25 | 20 | 9 | 78 |
Como se puede comprobar, los jóvenes españoles siguen la media europea con ligeras variantes. Los amigos son menos importantes, como en Italia, pensamos que debido al peso de la familia, todavía mayor que el que denotan las cifras de la tabla -no hay que olvidar que los datos son de los años 1.999 y 2000. Nuestra hipótesis a la hora de interpretar estas cifras se basa en el hecho de que, en lo que va de siglo, entre los adolescentes españoles el peso de la familia en su socialización ha descendido en detrimento del grupo de amigos y de los medios de comunicación, particularmente de aquellos dirigidos a ellos. Según datos de nuestro estudio, el 63 % de los jóvenes españoles dicen que los amigos son “muy importantes” en sus vidas. De este modo, se sitúan en los valores medios europeos con cinco o seis años de “retraso”. Mi hipótesis se basa en la rápida y fulminante evolución de la estructura familiar en España durante estos últimos diez años.
La comparación con Italia es interesante por más de un motivo. En Italia, el peso y la aceptación de la iglesia católica son muy superiores respecto a España, donde la importancia de la religión, particularmente en su dimensión institucionalizada, se sitúa al nivel de los países mas secularizados de Europa. Por otro lado, hemos plasmado en la tabla los datos de Turquía y Dinamarca como contraste. Las cifras, sobre todo las turcas, se comentan solas.
La tolerancia vecinal
En la tabla 3 presentamos la evolución de la tolerancia vecinal de los jóvenes españoles, controlada siguiendo muy parcialmente el indicador propuesto por Bogardus en 1928[6]. Es a todas luces evidente que los jóvenes de 2005 son más intolerantes que los de años anteriores. Con la insignificante excepción del descenso en un solo punto porcentual en la tolerancia a miembros de ETA, que así y todo continúa siendo el colectivo más rechazado, hay más jóvenes españoles que rechazan a todos los demás colectivos cuando se les pregunta a quién “no les gustaría tener como vecinos”. El caso más llamativo es el aumento en el rechazo vecinal a los inmigrantes, que pasa del 1% de jóvenes que no los querían como vecinos el año 1981 al 12% el año 2005: 11 puntos porcentuales, los mismos que hacia los punkis y gitanos, pero en estos casos partíamos del 24 % y 18 % de rechazo vecinal respectivamente en el año 1.994, cuando se los incluyó por primera vez en el cuestionario.
Nótese también que gran parte de la intolerancia hacia grupos concretos (neonazis, drogadictos, punkis, personas con antecedentes penales e inmigrantes), se produce en los últimos cinco años. Sí, algo ha pasado en la juventud española, mejor dicho, en la sociedad española, en estos últimos años: se ha hecho más apocada.
Sin embargo, el ranking de colectivos menos deseados como vecinos apenas se ha movido, y la tabla 3 lo muestra elocuentemente: etarras y neonazis se sitúan en primer lugar y casi a la par en el año 2005. Gente de otras razas e inmigrantes se sitúan en último lugar, aunque los musulmanes radicales (ítem que introdujimos por primera vez en este estudio) aparecen inmediatamente después de los etarras y neonazis.
Tabla 5. Evolución (1981-2005) de la tolerancia vecinal: Personas que los jóvenes entre18-24 años no quisieran tener como vecinos, en porcentajes descendentes
1981 | 1990 | 1994 | 1999 | 2005 | 2.005 (– ) más lejano | |
Miembros de ETA | – | – | – | 83 | 82 | -1 |
Neonazis y gentes de extrema derecha | – | – | 68 | 70 | 80 | + 12 |
Skinheads | – | – | 61 | 66 | 69 | + 8 |
Musulmanes Radicales | – | – | – | – | 69 | – |
Drogadictos | – | 49 | 42 | 43 | 52 | + 3 |
Gente dada a la bebida | 31 | 34 | 23 | 30 | 35 | + 4 |
Punkies, Ocupas | – | – | 24 | 21 | 35 | + 11 |
Gitanos | – | – | 18 | 18 | 29 | + 11 |
Personas con antecedentes penales | 25 | 22 | 11 | 14 | 25 | = |
Inmigrantes (1) | 1 | 5 | 2 | 4 | 12 | + 11 |
Gente de otras razas | 6 | 5 | 2 | 4 | 8 | + 2 |
Personas con SIDA | – | 25 | 9 | 7 | – | – |
Si comparamos los niveles de tolerancia vecinal de los jóvenes españoles (16 a 29 años) con los de varios países europeos podemos deducir, en líneas generales, que los jóvenes españoles son algo más tolerantes que los europeos, como ya es sabido por varios estudios.
Los sentimientos de pertenencia
Estamos plenamente de acuerdo con Pere Vilanova cuando afirma que el “tema de las lealtades múltiples del individuo, en términos de valores a los que éste se adhiere y que motivan su acción o sus actuaciones individuales o colectivas en nuestras sociedades fragmentadas y globalizadas, tendrá cada vez mayor importancia”[7]. Vivimos tiempos de pertenencias múltiples y globalización en que las identidades de proximidad no han desaparecido, bien al contrario, se han hecho múltiples. Este proceso se ha llevado a cabo no sin dificultades, como han mostrado los rechazos de Francia y Holanda al proyecto de Constitución europea durante el primer semestre de 2005, y el de Irlanda al proyecto presentado posteriormente.
Pretendemos controlar la cuestión de los sentimientos de pertenencia múltiples en nuestras encuestas sobre los jóvenes mediante una cuestión que proviene de la Encuesta Europea de Valores. Veamos, en primer lugar, la evolución de los sentimientos de pertenencia en la juventud española de estos últimos 25 años. Quizás valga la pena traer aquí la formulación exacta de la pregunta, que dice así: ¿A cuál de estas agrupaciones geográficas dirías que perteneces, ante todo?
Hasta el año 1999 inclusive, los jóvenes españoles se decían, en primer lugar, pertenecientes a la localidad, pueblo o ciudad en que vivían. En segundo lugar, se decían españoles; en tercer lugar, pertenecientes a su comunidad autónoma respectiva; en cuarto lugar, ciudadanos del mundo entero y, en quinto lugar, europeos. En 2005, el ranking sufrió una variación en los puestos segundo y tercero, que se sitúan prácticamente a la par: los jóvenes se sentían tan españoles como pertenecientes a la comunidad autónoma de residencia. El análisis de los resultados, en su conjunto, nos muestra que, aun con fluctuaciones, luego no de forma lineal, la juventud se ha hecho más localista en estos 25 años en el sentido más literal del término: perteneciente a la localidad, pueblo o ciudad en la que vive. También ha aumentado su sentimiento de pertenencia a su autonomía, pero en menor grado. Este creciente sentimiento localista se hace en detrimento, en primer lugar, del sentimiento de pertenencia al Estado, al país en su conjunto, a España en definitiva, y en segundo lugar, a la pertenencia al “mundo entero”. El sentimiento de pertenencia a Europa se mantiene en valores similares, ligeramente al alza.
Esta decantación por el localismo frente al universalismo y a la pertenencia a España no es solamente una cuestión de jóvenes, sino que también se observa en el conjunto de la población española. Todo ello significa que, una vez más, los jóvenes evolucionan conforme lo hace el conjunto poblacional.
Además, este fenómeno no es solamente un fenómeno español, aunque quizá con el Estado de las Autonomías se ha acentuado un poco. Basta ver lo que sucede en Europa, que lleva a la estudiosa Céline Belot[8] a adoptar la expresión “repliegue identitario” hacia lo local para explicar el fenómeno, especialmente en los jóvenes. En la Tabla 4 ofrecemos datos agrupados referidos a nueve países de la Unión Europea, España incluida, sobre la evolución de los sentimientos de pertenencia, distinguiendo entre jóvenes y conjunto poblacional, entre 1981 y 1999.
Tabla 4. Evolución de los sentimientos de pertenencia en nueve países europeos entre 1.981 y 1.999 en el conjunto poblacional y en los jóvenes
1981 | 1990 | 1999 | ||||
Todos | Jóvenes | Todos | Jóvenes | Todos | Jóvenes | |
Localidad, pueblo o ciudad en que vive | 43 | 39 | 41 | 36 | 49 | 47 |
Región o Comunidad Autónoma | 15 | 17 | 18 | 18 | 17 | 18 |
El país en su conjunto, Francia | 28 | 26 | 27 | 25 | 24 | 22 |
Europa | 4 | 4 | 5 | 7 | 3 | 4 |
El mundo entero | 9 | 15 | 10 | 14 | 7 | 10 |
Digamos, en primer lugar, que los jóvenes europeos muestran un ranking de sentimientos de pertenencia similares a los de los adultos, lo que muestra, una vez más, que no hay hueco generacional -más allá del modo de divertirse, pero aquí la edad, la capacidad corporal para aguantar la noche y la ausencia de grandes responsabilidades diurnas lo explican en gran manera.
Parece evidente que en Europa, en la Europa de la globalización, lo que prima es lo local, con ligeras fluctuaciones en los veinte años considerados. El dato es quizás algo relevante en los jóvenes. Y ello en detrimento de los sentimientos de pertenencia “al mundo entero” y al propio país. Para terminar señalemos también que, en Europa, el sentimiento de ser europeo no despega. Ni en los adultos, ni en los jóvenes.
Notas
[1] Jóvenes Españoles 2005, Pedro González Blasco (dir), Juan González- Anleo, Javier Elzo, Juan Mª. González-Anleo Sánchez, José Antonio López Ruiz, Maite Valls Iparraguirre. Fundación Santa María, Editorial S.M. 427 páginas. Madrid 2006.
[2] El conjunto poblacional entrevistado fue de 9.760 jóvenes en edades comprendidas entre los 15 y los 24 años de los 15 países que conformaban en el año 2000 la Unión Europea, desglosando Alemania del Oeste y Alemania del Este y con una muestra específica para el Ulster. El tamaño de la muestra en cada país rondaba las 600 entrevistas excepto en Luxemburgo, que fue de 202, y en el Ulster de 196. En España la muestra fue de 601 jóvenes y el trabajo de campo se llevó a cabo entre el 17/04/00 y el 12/05/00 por el INRA europeo en su red española.
[3] Pero el ítem era más light. Nosotros, en el presente estudio, hemos preguntado por la “clonación de personas”. En el Eurobarómetro 55.1 el ítem decía así: “la clonación, esto es, la reproducción de seres vivos idéntico a partir de una sola célula”.
[4] Andrés Orizo Fr. y Elzo J. (directores), Ayerbe M., Corral J., Díez Nicolás J., González-Anleo J., González Blasco P., Setién M. L., Sierra L., Silvestre M., Valdivia C. España 2000, entre el localismo y la globalidad . La Encuesta Europea deValores en su tercera aplicación, 1981-1999. Universidad de Deusto. Ediciones SM. Madrid 2000, 397 páginas.
[5] Kerkhofs , Jan. “Tendances rélévées par les Enquêtes de l´European Values Study et perspectives d´avenir” en Movimientos de personas e ideas y multiculturalidad, Vol. 1, Pág. 266. Ed. Forum Deusto. Universidad de Deusto. Bilbao 2003. 277 páginas.
[6] Llamamos la atención sobre el hecho de que, a efectos comparativos con otros estudios, hemos limitado la tabla a los jóvenes que tienen edades comprendidas entre los 18 y los 24 años.
[7] Vilanova Pere en Guerra y paz en el siglo XXI, Castells y Serra eds. Tusquets Barcelona, 2003, página 21.
[8] Belot Céline, “Du local au mondial : les espaces d´appartenance des jeunes européens” en O. Galland y B. Roudet (sous la direction de) «Les jeunes Européens et les valeurs”. Paris, La Decouverte, 2005. Ver página 200.