En el presente dossier no vamos a mostrar las respetables diferencias que hay en las ortodoxias religiosas, y tampoco la historia de las divisiones que constituyen la propia diversidad en cada religión. Vamos a esbozar, en cambio, aquellas sensibilidades compartidas y sus representaciones artísticas, fruto del mestizaje cultural. Algunos foros sobre este tema están constituidos por líderes religiosos con el objetivo de pensar en reconciliaciones, así como otros foros, en este caso laicos, buscan una metodología destinada a la educación en la tolerancia. La reflexión que presentamos sobre las espiritualidades y las representaciones es una opción que creemos necesaria para conseguir un imaginario compartido, ya que nuestro objetivo es activar el diálogo interreligioso euromediterráneo. En el número 10 de Quaderns de la Mediterrània, centrado en el diálogo intercultural, escritores e intelectuales avanzaron preciosos argumentos personales y comunitarios que recobraban, no sin dolor, las diferentes memorias y la necesidad de conseguir un diálogo verdadero al que no se llega sin un esfuerzo de conocimiento y voluntad. Las recomendaciones del encuentro realizado en Barcelona aparecen en el presente número. Por esta razón, consideramos que la creación artística que fluye de los elementos místicos en un texto, en la plástica, en la arquitectura, en los sonidos o en la naturaleza y sus representaciones consigue manifestar mejor esa búsqueda espiritual del ser humano abierto a la trascendencia.
Las religiones monoteístas del Mediterráneo, en sus diferentes contextos místicos, sufís o hasídicos, han dado grandes poetas y pensadores en cuyas obras fluye la trascendencia y el amor, esa vinculación universal que podríamos llamar cosmológica. Martin Buber insistió en que la religión significa hablar con Dios, no sobre Dios, por tanto estar abierto a los signos y dispuesto a responder con todo nuestro ser. La búsqueda peregrina del alma y la fusión del yo con Dios son elementos sensibles que los grandes místicos de todos los tiempos intuyeron, y que nos han transmitido con una fuerza viva que habla y da sentido a nuestra sensibilidad actual. Sentido en un mundo donde, por una parte, aumenta la individualización personal y, por otra, las migraciones y la globalización crean la necesidad de sentirnos vinculados comunitariamente. Ello nos impulsa a buscar puentes transculturales que nos acerquen a ese universo donde podamos darnos cuenta de que son muy semejantes las voces de los santos y de los artistas en las manifestaciones espirituales y las representaciones compartidas por las diferentes religiones y culturas.
El dossier que ofrecemos contiene los estudios de mujeres y hombres poetas, artistas, semiólogos, antropólogos, escritores, músicos que nos hablan de cómo las almas sublimes responden a los signos y les dan un significado espiritual. Luce López-Baralt ofrece una visión intercultural de la poesía amorosa de san Juan de la Cruz y manifiesta que en ella nunca se describe el aspecto exterior de la amada, ya que ello supondría un elemento de separación en una poesía que aspira, precisamente, a la fusión de identidades. El trance de amor transformante entre los amados constituye, así, la unión suprema con Dios. Para esta experta en literaturas comparadas, dichos rasgos están muy presentes en la tradición poética sufí, que rescata la figura femenina de una antigua leyenda beduina, Laylà, para describir la unión de los amantes. Laylà, que significa “noche”, anticipa a la amada sanjuanística que busca a su amado en medio de las tinieblas. Así, la “noche oscura” de san Juan se aleja del neoplatonismo europeo, que rechaza el amor carnal, para continuar la tradición erótico-mística del sufismo, mucho más próximo en su concepto de unión amorosa como ascensión hacia el conocimiento absoluto. Para el poeta sirio-libanés Adonis, las visiones oculares y oníricas del ser humano conforman una dualidad entre lo oculto y lo presente que constituye la base de la estética sufí. Aparece así la experiencia de la revelación, que impone un discurso más allá de la racionalidad, fundado en la metáfora. Ésta es, en efecto, un modo de videncia que, al igual que en el surrealismo, rebasa los límites de la apariencia para acceder al significado verdadero. Para Adonis la poesía constituye, pues, una forma de pensamiento subjetivo e interior que ayuda al ser humano a llegar al mundo interior de las cosas. Así, las escrituras sufí y surrealista, aparentemente tan alejadas, son experiencias de acceso a lo absoluto basadas en el mito y el símbolo, es decir, en la parte más profunda e inconsciente del ser humano.
Los cabalistas judíos, a lo largo de la historia, han tenido en consideración la vía de la astrología como acceso al conocimiento simbólico, debido a las semejanzas que ésta presenta con la cábala. El escritor Mario Satz nos ofrece de forma sencilla una explicación que vincula el simbolismo con la vida. La primera semejanza que podríamos hallar entre la Cábala y la astrología nace del hecho de constatar que los treinta y dos senderos que fluyen y confluyen a lo largo y ancho del Árbol de la Vida, los cuatro mundos (de hecho, los cuatro elementos clásicos) y los tres ejes verticales, constituyen un equivalente, en lo que al tablero de juego místico se refiere, de los doce signos, sus correspondencias ígneas o aéreas, las casas, las oposiciones y conjunciones. A juicio de Satz, la diferencia más notable radica en que mientras la Cábala es y se esfuerza por ser transpersonal, la astrología fascina precisamente por sus referencias a lo personal. Eso hace, desde luego, que también astrólogos y cabalistas difieran y que, en la línea tradicional del profeta Daniel, prefieran verse a sí mismos como intérpretes antes que como alzadores de cartas, o bien como lectores de sueños y prodigios antes que como calculadores de eclipses y tránsitos. La Cábala va hacia la anonimia y, en definitiva, hacia la libertad, incluso cuando se explica un suceso tras recurrir a un texto.
Sobre los símbolos naturales cosmológicos, la antropóloga Maria-Àngels Roque recupera el lenguaje de la metamorfosis, caro ya entre los clásicos grecolatinos, a través de las aves migratorias como concepto filosófico-religioso y muestra cómo las cigüeñas son metáforas del alma, ya sea como portadoras en el norte o como peregrinas en proceso de iniciación espiritual en el sur. En las metamorfosis aparece una cierta creencia en la unidad fundamental del ser; las apariencias sensibles sólo tienen un valor ilusorio o pasajero. Existen teorías que ven las metamorfosis como expresiones del deseo, la censura, el ideal o la sanción, surgidas de las profundidades del inconsciente y que toman forma en la imaginación creadora. En el Corán, el alma misma es un ave, así como en la poesía sufí. Un claro ejemplo es la obra El lenguaje de los pájaros, elaboración poética del místico persa Farid al-Dîn Attar en el siglo XII. En ella, los pájaros deciden partir en busca del pájaro-rey Simorg, símbolo de Dios en la tradición mística persa. Tras un viaje lleno de peligros y tras haber recorrido los valles del deseo, el conocimiento, el amor, la unidad y el éxtasis, los treinta supervivientes conocen la última revelación: Simorg es su propia esencia, hasta entonces oculta en lo más profundo de ellos mismos.
Peregrinos son también aquellos judíos que cada año van a visitar al santo Rabbi Amran ben Diwan de Ouazzane, en Marruecos. La socióloga Emanuela Trevisan ha podido constatar en las prácticas culturales religiosas observadas en 2006 y 2007 cómo el espacio sagrado tiene diversas acepciones según los actores. Así, se convierte tanto en un lugar de recomposición familiar y socialización para una diáspora judía marroquí dispersa por varios países, como en un espacio de memoria para las segundas generaciones emigradas como, por último, en un espacio que atraviesa las fronteras religiosas por el hecho de que este santo también es visitado por musulmanes.
Un elemento vinculado a la sensibilidad sensorial es la búsqueda de sentido en el sonido, no sólo en su versión musical sino también en relación al espacio, ya sea éste real o virtual. El videoartista Bill Viola ofrece en su artículo algunos ejemplos en los que las propiedades del sonido (vibraciones, reverberaciones, resonancias) han sido estudiadas en profundidad y desarrolladas a la hora de construir edificios, crear espacios vitales, determinar sistemas de pensamiento y definir espiritualidades en cada comunidad. Los sonidos resultan especialmente contundentes cuando chocan con formas sólidas y producen fenómenos inefables o inmortales, que en la actualidad permanecen latentes en los complejos sistemas tecnológicos que caracterizan los medios de comunicación. En la entrevista realizada por la crítica de arte Violant Porcel a Bill Viola sobre el papel del artista en el diálogo religioso, el videoartista norteamericano refleja su gran conocimiento y su preocupación por captar la espiritualidad de los humanos y la importancia comunicativa en la interpretación. Refuerza esta visión el músico Gerard Kurdjian, que nos manifiesta cómo el Mediterráneo constituye un lugar de encuentro privilegiado para las llamadas “músicas del mundo”, ya que las tradiciones musicales de los pueblos que lo habitan siempre han estado en contacto por razones históricas en las que el papel de las grandes religiones monoteístas ha resultado fundamental. En este marco tan proclive al diálogo entre civilizaciones, el Festival de Fez de Músicas Sagradas representa un lugar de encuentro único en el mundo arabomusulmán que, poco a poco, se ha abierto a las grandes corrientes religiosas y espirituales del mundo para acoger a artistas de tradiciones muy diferentes que pueden compartir y fusionar estilos, culturas y sensibilidades para convertir el festival en un « laboratorio » de experimentación de vida en común.
Dentro de la espiritualidad y por encima de las ortodoxias patriarcales de las tres religiones del Mediterráneo, las mujeres de espíritu fuerte y libre pueden convertirse en importantes referentes espirituales de dichas religiones, como es el caso de la cristiana Teresa de Ávila y la musulmana Aicha el Manubiya, místicas pero también mujeres de acción cuya fuerza espiritual continúa viva. La semióloga Julia Kristeva, autora de un reciente libro sobre la figura de Teresa de Jesús, nos explica cómo esta mujer que constituye el máximo exponente femenino de la mística católica siempre fue menospreciada o sospechosa a ojos de la Iglesia. Sus inciertos orígenes familiares, sus experiencias como fundadora de la orden de las carmelitas descalzas, así como su ambigua relación con la Inquisición y las autoridades religiosas del siglo XVI han fascinado a pensadores y estudiosos a lo largo de la historia. Guiada por una idealización amorosa de Dios Padre a veces llevada hasta la pasión más violenta, Teresa de Ávila fue una mujer inteligente y sensible, fuera de su tiempo y siempre irónica. Según Kristeva, ésa es la imagen que ofrecen sus obras, puesto que la escritura representó para ella una vía de análisis y exploración de sí misma y de su unión con Dios. En la misma tesitura, la psicóloga Emna Ben Miled nos ofrece un estudio de la personalidad de la gran representante del sufismo magrebí Aicha el Manubiya, mediante un estudio del sistema sociocultural en el que ésta se desenvuelve. Aicha supo negociar con inteligencia su libertad de espíritu no sólo por la fuerza de su carácter, sino también gracias a la ayuda de sus compañeros y de los simpatizantes sufíes que hoy, según Ben Miled, denominaríamos en lenguaje moderno “militantes”. Asimismo, Aicha pudo desarrollar sus ideas gracias a las luces con que contaba la escuela de Túnez y a la cadena de transmisión mística que en aquel momento incluía el Magreb, Al-Andalus, el Próximo Oriente, Persia y Afganistán. Según Ben Miled, también jugaron un papel fundamental las raíces africanas y bereberes de la sufí, silenciadas en las investigaciones tradicionales sobre el Magreb.
El dossier se cierra con un acercamiento sensorial a los colores, los olores y el paisaje evocados por Francisco Ferrero, que nos recuerda que el Mediterráneo es el mar en el que se bañan mahometanos, cristianos, judíos, calvinistas, luteranos, ortodoxos, heterodoxos, maronitas, coptos… mujeres y hombres. Y nos advierte que el amor por el Mediterráneo debe seguir e intensificarse y tener como referencia aquello que Khrisna Murti nos proponía: “La libertad total, reto esencial del hombre”. Porque nadie es dueño de toda la verdad, ni de la libertad, sino que ambas cosas son principios a los que no se puede renunciar, porque hacen posible el diálogo entre los hombres. Si uno se cree en posesión de toda la verdad, juzgará a los otros como equivocados, pero si por el contrario nadie se cree en posesión de la verdad total, todo se podrá discutir y se hablará con el otro, que también posee parte de la verdad.
Tras este acercamiento temático, hemos creído conveniente ofrecer unas recomendaciones estratégicas de cara a la próxima conferencia ministerial Euromed Cultura, realizadas por los representantes de la sociedad civil para que, a través de sus buenas prácticas, incidan en las políticas euromediterráneas. Estas recomendaciones parten de reuniones que, desde el 2008, se han venido llevando a cabo nutriendo el diálogo intercultural entre las dos riberas: en Barcelona (mayo 2008), en Bari (mayo 2008) y las últimas organizadas por la Fundación Anna Lindh bajo los lemas “Creativity, mobility and dialogue” (Rodas, 2009) y ”Challenges and Solutions for inter-religious Coexistence in the Euro-Mediterranean Region” (Tirana, 2009). En todas estas reuniones han participado intelectuales, escritores, especialistas, actores de la sociedad civil implicados, como los jóvenes artistas de la red Euromed, que no sólo insisten en la importancia de la educación en las artes como base del diálogo entre culturas, sino también en el hecho de que las redes no deben ser locales sino transnacionales, para potenciar el contacto, el conocimiento y el trabajo común de la región.
El especialista en religiones Antoine Messara nos advierte, por su parte, que para educar a las personas, y especialmente a los niños y jóvenes, en la diversidad religiosa existen varias alternativas pedagógicas que deben ser consideradas. Además de explicar las diversas religiones de una manera honesta e intelectual, huyendo de los estereotipos, es muy importante tener en cuenta el factor de la trascendencia. En efecto, el hecho religioso es, fundamentalmente, la búsqueda de un sentido. Asimismo, la noción de diversidad es muy importante en el aprendizaje y el acercamiento al otro: es un elemento enriquecedor, una unidad profunda y superior que asegura la armonía del fenómeno religioso en su conjunto.