Promocionar la participación de la mujer árabe en la vida pública: en busca de buenas prácticas

Soukeina Bouraoui

Center for Arab Women Training and Research (CAWTAR), Túnez

¿Por qué y de qué manera hay que aplicar unas buenas prácticas? Argumentaciones básicas

Si son ya numerosos los programas gubernamentales, no gubernamentales, regionales e internacionales que, en la zona árabe, se centran en promover la participación efectiva de la mujer en la vida pública, la realidad demuestra que existe todavía una importante laguna entre la esfera pública y la privada en lo tocante a los retos que debe afrontar. Se trata de un hecho que pone sobre el tapete la cuestión de por qué unos programas son efectivos y otros no. Las buenas prácticas topan con los donantes y otros agentes que intervienen en el desarrollo como importantes mandatarios en las medidas que favorecen la capacidad programática. Sin embargo, los opositores manifiestan su preocupación en lo referente a la aplicación de dichas prácticas como anteproyecto. Pese a la similitud de las cuestiones, su principal argumentación se basa en la diferencia existente entre el medio institucional y social de la zona donde se generan las buenas prácticas y el contexto exterior en el que serán reproducidas. Aparte del problema de la normalización, plantean la cuestión del uso de las buenas prácticas con el fin de evitar que con ello resulten comprometidas la innovación y las contribuciones iniciales de proyectos y programas, lo que es importante para la dedicación de sus recursos por parte de muchos donantes. Los patrocinadores consideran que las buenas prácticas son esenciales en el mantenimiento de un nivel general de comprensión de lo que ha resultado efectivo o lo que no en anteriores experimentos. En consecuencia, contribuyen a superar imprevisibles riesgos que podrían interponerse en la aplicación de proyectos y programas. El Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONUHábitat) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) han ilustrado las ventajas de las buenas prácticas y de cómo pueden repercutir en el diseño, organización y evaluación del programa. El uso que se hace actualmente de las buenas prácticas puede clasificarse en tres tendencias. En el plano internacional, las buenas prácticas se generan a través de las bases de datos y exposiciones especializadas en electrónica de los donantes. Se trata, más o menos, de una presentación de sus acertados proyectos y programas de apoyo. En el plano regional, con muy pocas excepciones, las buenas prácticas suelen presentarse en módulos y su uso se restringe a grupos específicos. Dentro de la nación, es reciente que las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales hayan empezado a considerar el uso de las buenas prácticas. La amplitud de dicho uso está ampliamente vinculada a las condiciones del acuerdo de concesión con los organismos donantes.

Así pues, se juzga que las buenas prácticas ayudan en las siguientes actividades:

1. Análisis de las actuales tendencias, cuestiones a revisar así como cuestiones emergentes con el fin de elaborar una base capaz de diseñar enfoques conceptuales y técnicos adecuados en programas destinados a la capacitación.

2. Presupuesto eficiente de iniciativas encaminadas al desarrollo de la capacitación.

3. Formulación de estrategias adecuadas para superar los estancamientos que surgen en el proceso de realización.

4. Adopción de sistemas generales para evaluar los resultados a los que se aspira en oposición a las salidas reales.

5. Adopción de mecanismos para supervisar los beneficios inmediatos hacia la capacidad organizativa.

6. Identificación de la manera en que se benefician las usuarias de los programas.

7. Creación de redes entre los productores y las usuarias finales de las buenas prácticas.

8. Mantenimiento de un equilibrio entre aportación y demanda para garantizar eficiencia y experiencia.

9. Diseño de programas de apoyo basados en su eficacia.

Proyectos de CAWTAR basados en las buenas prácticas

CAWTAR es una institución regional con base en Túnez. La finalidad del centro es promover el rol de la mujer árabe en el campo del desarrollo. Una de sus principales estrategias en el desarrollo y realización de sus proyectos consiste en evaluar las nuevas tendencias y sacar partido de las experiencias positivas. En consecuencia, el centro ha dedicado particular atención al uso de las buenas prácticas para elevar la calidad de sus estudios de apoyo, formación, preparación, redes y documentación. Los objetivos del centro en la adopción de estas prácticas se basan en tres puntos principales:

1) estudiar y sacar partido de las prácticas relevantes producidas en otras regiones;

2) contribuir con la documentación de las buenas prácticas surgidas en el propio país;

3) mantener una base con el fin de hacer partícipes de estas prácticas a los múltiples interesados en forma de instrumentos de apoyo.

Los proyectos siguientes son ejemplos típicos de los objetivos del centro.

Las mujeres árabes y el gobierno local

Las mujeres árabes y el gobierno local es un proyecto regional que abarca cinco países: Argelia, Egipto, el Líbano, Túnez y Yemen. Los objetivos del proyecto presentan dos vertientes: promover el diálogo local gracias al mantenimiento de la relación entre mujeres líderes y sus votantes, y crear una masa decisiva de grupos e instituciones que apoyen la igualdad de género y la voz de las mujeres en aquellas decisiones que afectan su vida diaria. CAWTAR ha adoptado las buenas prácticas de dicho proyecto. La lección básica que ha asimilado el centro a partir de esta experiencia es que, dada la novedad de la cuestión representada por la repercusión de la descentralización en la región árabe, las buenas prácticas generadas en otras regiones se han valorado de acuerdo con la formulación del enfoque conceptual y metodológico de dicho proyecto regional. Estas prácticas, además, se basan en sacar provecho de ejemplos valiosos según las medidas de evaluación del proyecto. Finalmente, hay un cuerpo casi inexistente de buenas prácticas en la región árabe a cargo de mujeres del gobierno local en tanto que es indudablemente arriesgado aprender del proceso de compilación de las prácticas en otras regiones.

Prácticas sociales discriminatorias e igualdad de género en la región MENA

La persistencia de la discriminación de género de base social, pese a los esfuerzos y recursos involucrados, constituye una cuestión polémica para los agentes del desarrollo en la región árabe. CAWTAR ha desarrollado este proyecto principalmente para documentar las experiencias positivas de las instituciones especializadas y de aquellos que se dedican a trabajar en este campo. Las lecciones que ha asimilado CAWTAR a partir del uso de las buenas prácticas en este terreno pueden resumirse de la manera siguiente:

• Primero, pese a la conciencia regional de la repercusión negativa de las prácticas discriminatorias en la igualdad de género, existe muy escasa información acerca de lo que se ha conseguido y lo que no se ha conseguido debido a la ausencia de metodologías capaces de evaluar la repercusión de los proyectos una vez aplicados.

• En segundo lugar, existe una mayor necesidad de ampliar la capacidad de las instituciones activas en este campo con el fin de que documenten sus experiencias positivas, un campo que CAWTAR tiene en observación desde el declive de algunos de los sólidos trabajos de campo abordados como contribución al proyecto.

Promoción basada en la evidencia para mejorar las condiciones de las mujeres árabes

CAWTAR ha adoptado este proyecto regional para promover unos esfuerzos de promoción dirigidos a mejorar la situación de la mujer árabe en el terreno de las decisiones y de la salud reproductiva. Dado el amplio abanico de cuestiones que abarca la ausencia de unas buenas prácticas en este campo, el centro ha elaborado un listado que compila las buenas prácticas de los 150 miembros de su red árabe regional en relación con el género y el desarrollo. Su objetivo final será elaborar un compendio de las buenas prácticas en los principales temas y cuestiones que con ellos se entroncan en el campo de la toma de decisiones y de la salud reproductiva. Una de las lecciones que se aprenden de estas experiencias es que existe una mayor necesidad de recursos humanos y financieros para reunir estos tipos de buenas prácticas en la zona, como es necesaria igualmente una base para compartir dichas prácticas entre actores especializados en estos campos.

Limpieza electrónica CAWTAR. Base de datos de las buenas prácticas

CAWTAR ha establecido una limpieza electrónica que cubre diferentes objetivos:

• En primer lugar, contribuir a la compilación y documentación de las experiencias positivias en diferentes campos cubiertos por los mencionados proyectos regionales.

• En segundo lugar, ofrecer las normas y los manuales de trabajo a las organizaciones del usuario final y trabajadores de campo para potenciar su capacidad de documentar y supervisar el resultado de sus proyectos.

• En tercer lugar, aspira a divulgar las buenas prácticas desde la región árabe a la amplia comunidad de la política internacional.

• Finalmente, adaptará dichas prácticas para promocionar instrumentos que puedan ser utilizados por diferentes actores en el campo de los diferentes géneros y del desarrollo en la región árabe.

Observaciones finales

Es muy importante indagar cuáles son las mejores prácticas antes de pasar a utilizarlas para asegurar su relevancia en el contexto donde serán reiteradas. También es importante desarrollar unos programas de formación que permitan el intercambio de experiencias y mantengan la capacidad institucional con el fin de supervisar más eficazmente el uso de las buenas prácticas, puesto que su finalidad es fomentar unos programas que estimulen la participación efectiva de la mujer en la vida pública.