Proceso de Barcelona-Unión por el Mediterráneo: nuevos medios

La Cumbre por el Mediterráneo, celebrada en París el 13 de julio, se convirtió en una plataforma para el relanzamiento del Proceso de Barcelona –vigente desde 1995 entre la Unión Europea (UE) y los países del sur del Mediterráneo– bajo el nuevo nombre de “Proceso de Barcelona: Unión por el Mediterráneo” (PdB : UpM). La declaración final, suscrita por los 43 Jefes de Estado y de gobierno asistentes al encuentro, establece con claridad que el PdB : UpM es una asociación multilateral que se construye a partir de la Declaración de Barcelona de 1995 y que hace propio todo el acervo acumulado por el Partenariado Euromediterráneo, cuyo objetivo de crear una zona de paz, seguridad y prosperidad compartida es asumido plenamente.

De igual modo, se resalta la vigencia del Programa de Trabajo a cinco años aprobado en 2005 durante la Cumbre Extraordinaria del 10º aniversario del Proceso de Barcelona, así como de las conclusiones de todas las reuniones ministeriales euromediterráneas. La continuidad establecida entre el Partenariado Euromediterráneo y la nueva asociación PdB : UpM resulta especialmente relevante cuando se considera que uno de los argumentos principales en los que se basaba la propuesta original del presidente francés, Nicolas Sarkozy, para justificar la creación de la Unión por el Mediterráneo era el supuesto fracaso del Proceso de Barcelona.

En ese sentido, el hecho de que tras ser sometido a la aprobación de sus colegas de la UE y del sur del Mediterráneo el proyecto haya quedado subsumido en el marco del antiguo Partenariado Euromediterráneo constituye una reivindicación del Proceso de Barcelona. Ha quedado demostrado que con las condicionantes políticas actuales existentes en ambas orillas del Mare Nostrum, el Proceso de Barcelona, aunque es evidentemente mejorable, resulta insustituible.

La verdadera novedad de la nueva etapa de la Asociación Euromediterránea la conforman un conjunto de cambios institucionales que buscan darle un nuevo impulso al Proceso de Barcelona en al menos tres aspectos: el aumento del nivel de interlocución política; la búsqueda de un mayor sentido de copropiedad por parte de los socios; y el esfuerzo para darle mayor concreción y visibilidad al Partenariado a través de la puesta en marcha de nuevos proyectos regionales y subregionales considerados relevantes para los ciudadanos.

Entre los cambios más importantes vinculados con la estructura institucional, se incluyen la celebración de una cumbre bienal de jefes de Estado y de gobierno, que tendrá lugar de forma alternativa en las orillas norte y sur del Mediterráneo; el establecimiento de una copresidencia compartida entre un país de la UE y un país del Sur (que han inaugurado Sarkozy y el egipcio Hosni Mubarak), así como la creación de una Secretaría permanente, responsable de promover y darle seguimiento a los proyectos desarrollados en el marco de la Asociación.

En relación con estos cambios, en París se acordó que las estructuras preexistentes del Proceso de Barcelona deberán ser preservadas y adaptadas a los nuevos cambios y que los detalles de la nueva estructura institucional serán decididos por consenso durante la próxima reunión euromediterránea de ministros de Asuntos Exteriores que se celebrará en noviembre de este año. Otra novedad destacada del encuentro del 13 de julio es la incorporación al PdB : UpM de Bosnia-Herzegovina, Croacia, Mónaco y Montenegro, países que han aceptado el acervo del Proceso de Barcelona. Con estas nuevas incorporaciones la Asociación Euromediterránea alcanza los 43 miembros.

También se acordó extender una invitación permanente a la Liga Árabe para que participe en las reuniones. A propósito de los esfuerzos para darle mayor visibilidad al PdB : UpM a través de proyectos que resulten relevantes para los ciudadanos, en la Cumbre de París se estableció que los proyectos serán seleccionados tomando en consideración los objetivos de la Declaración de Barcelona y que podrán ser puestos en marcha mediante mecanismos de cooperación reforzada aplicados según el principio de geometría variable.

En un anexo de la Declaración de París se establecen seis grandes campos de actuación en el marco de los cuales se deben desarrollar los primeros proyectos: la descontaminación del Mediterráneo, las autopistas terrestres y marinas; el establecimiento de un programa de protección civil conjunto que permita responder a las catástrofes naturales y provocadas por el hombre; un plan de energía solar mediterráneo; una iniciativa destinada a respaldar el desarrollo empresarial en la zona euromed; y el impulso a un área de Educación Superior, Ciencia e Investigación, cuyo estandarte sería la Universidad Euromediterránea, recientemente inaugurada en Eslovenia.

Finalmente, cabe destacar la aspiración a que los proyectos del PdB : UpM incorporen nuevas fuentes de financiación, entre las cuales se incluye a inversores privados y a las organizaciones financieras internacionales y regionales, además de los recursos provenientes del presupuesto de la UE, de las contribuciones de los Estados miembros del partenariado, del FEMIP y de las facilidades previstas en la política europea de vecindad.