Desde su creación en 1989, el Instituto Europeo del Mediterráneo, anteriormente Instituto Catalán del Mediterráneo, ha desarrollado una serie de iniciativas que incluyen diversos ámbitos del conocimiento y la cooperación. En tanto que institución con vocación interdisciplinaria, el IEMed ha adoptado formatos integradores que van desde estudios, seminarios o coloquios hasta acciones destinadas a promover los intercambios entre los distintos pueblos del Mediterráneo. Centenares de expertos de diversos horizontes geográficos, culturales y políticos han participado en nuestras actividades y han hecho posible esta tarea investigadora y divulgativa, aportando visiones plurales y enfoques interdisciplinarios complementarios en la región mediterránea.
En el año 2000, con la publicación del primer número de Quaderns de la Mediterrània, el IEMed da un paso adelante en esta dirección y asume un nuevo compromiso: pensar el Mediterráneo con las exigencias propias de una publicación periódica. Quaderns de la Mediterrània nació con una marcada voluntad participativa, como una revista abierta a todas aquellas personas que pudieran contribuir a interpretar los complejos procesos sociales, políticos y culturales que viven los países mediterráneos, especialmente a través de la voz de la sociedad civil. El hecho de que Quaderns de la Mediterrània haya sido la primera publicación periódica sobre el Mediterráneo de estas características editada en España nos da una idea de la voluntad que nos animó a empezar, así como de la firmeza en la creación de herramientas para conseguir un diálogo mejor, fruto del conocimiento mutuo.
La creación del Instituto Catalán del Mediterráneo en Barcelona a finales de los años ochenta pronosticaba una década de optimismo y buena voluntad que, a finales de 1995, daría lugar a la Conferencia Ministerial Euromediterránea celebrada en esta ciudad. En este marco, el IEMed, por su trayectoria, recibió el encargo de la Comisión Europea y el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España de llevar a cabo el primer Foro Civil Euromed. Esta iniciativa refleja asimismo la legítima voluntad de liderazgo de Cataluña en las políticas mediterráneas, dada la implicación del Gobierno de la Generalitat. El IEMed también dio especial importancia a la participación activa de las distintas instituciones y la sociedad civil de los socios euromediterráneos, con el objetivo de fomentar la cooperación y la buena vecindad en materia económica, social y cultural.
Se podría argumentar que en el transcurso de esta última década, los retos del diálogo intercultural han crecido, a tenor de conflictos como el 11 de septiembre de 2001, las guerras de Afganistán e Irak, el conflicto entre Israel y Palestina, los atentados terroristas de Al-Qaeda en Madrid y Londres, la divergencia de interpretaciones de la conferencia de Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona y otros malentendidos seguidos de una explosión mediática que han aumentado la desconfianza entre las personas de diferentes culturas y religiones. Por esta razón, la implicación de Quaderns de la Mediterrània en los retos del diálogo intercultural ha sido clara y en cada número hemos intentado reflejar la diversidad de la región, mostrando a un tiempo las visiones compartidas. Así, hemos creado dossieres sobre valores, medios de comunicación, jóvenes, mujeres, patrimonios, visiones contrastadas, espiritualidad o arte, con el fin de superar una incomunicación fruto del desconocimiento mutuo. Nuestro deseo es que Quaderns de la Mediterrània siga contribuyendo a involucrar, en esta necesaria reflexión colectiva, a investigadores, universitarios, políticos, diplomáticos, intelectuales y destacados protagonistas de la vida social y económica. Con ellos hemos establecido, y queremos seguir estableciendo, espacios compartidos entre distintas formas de pensamiento en el Mediterráneo, y hacer una aportación, modesta pero constante, al entendimiento entre las gentes que habitan la región.
A principios del mes de marzo de 2010 tuvo lugar en Barcelona la inauguración de la sede de la Secretaría de la Unión por el Mediterráneo. La ciudad acogió con gran expectación en el Palacio de Pedralbes lo que promete ser una nueva y esperanzadora etapa del Proceso de Barcelona, que cumplió 15 años el pasado mes de noviembre. El inicio de sus actividades y la progresiva normalización de la Secretaría marcarán la culminación de una década y media de arduas negociaciones, momentos de gran satisfacción y algunas decepciones. El principio de esta nueva etapa será la ocasión de demostrar que la Unión por el Mediterráneo es un proyecto que mira hacia el futuro de la región euromediterránea, una apuesta realista de la Unión Europea y sus socios con el fin de explorar nuevas formas de entendimiento, así como un desarrollo más sostenible. Después de muchas dificultades, actualmente nos encontramos en un punto de inflexión. Estos últimos 15 años han servido para crear una base institucional sólida sobre la que podemos perpetuar la edificación de un proyecto euromediterráneo que aporte estabilidad y progreso a toda la zona. No se trata de un asunto retórico por dos razones: en primer lugar, estamos sufriendo una de las crisis mundiales más importantes; en segundo lugar, se avecinan malos tiempos, tal y como manifiesta el escritor Juan Goytisolo en la entrevista que ofrecemos en este número especial, debido a la intransigencia y la desconfianza de las sociedades.
Sin embargo, en estos últimos años la Unión Europea es cada día más consciente de la importancia de la cultura y la necesidad de potenciar el diálogo intercultural entre los diferentes países y sociedades en el espacio euromediterráneo. Uno de los instrumentos principales para ello fue, en 2005, la creación de la Fundación Anna Lindh para el Diálogo entre Culturas, así como la implementación de los programas Euromed Audiovisual, Euromed Heritage, Euromed Information and Communication, Euromed Youth y, últimamente, el programa Euromed Gender. Se podría considerar que, a pesar de las manifestaciones de buena voluntad, aún falta una mayor implicación financiera y, sobre todo, política. Pero no hay duda de que en esta lista incompleta las problemáticas están bien identificadas y se intenta trabajar con más sensibilización intercultural entre los socios euromediterráneos. En los diversos dossieres de Q.M se hacen aportaciones que tienen en cuenta estos programas y ofrecen destacadas visiones desde la sociedad civil.
El dossier que presentamos con motivo de este aniversario es muy representativo, tanto en lo que respecta a los temas como a la calidad de las colaboraciones internacionales que hemos mantenido a lo largo de estos diez años. Algunos de estos dossieres son fruto de seminarios innovadores que no sólo ofrecen reflexiones, sino que también inciden en la acción de las políticas euromediterráneas. En este sentido, podemos sentirnos orgullosos de la aportación hecha en distintas conferencias ministeriales, como la Conferencia Euromed Mujeres (Estambul, 2006) y la Conferencia Euromed Cultura (Atenas, 2008), que recogen en sus conclusiones las reflexiones y estrategias elaboradas previamente por escritores e intelectuales reunidos por el IEMed en Barcelona para conseguir avances en el diálogo intercultural entre Europa y el Mediterráneo.