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Co-edition with Estudios de Política Exterior
No participamos en el debate económico en Argelia
Aunque auplade la firma del acuerdo de asociación con la Unión Europea, este empresario considera que las compañías argelinas no están preparadas y que los efectos a corto plazo serán negativos.
ENTREVISTA con Rédha Hamiani por Baya Gacemi
Rédha Hamiani, 62 años, ministro de Pequeñas y Medianas Empresas entre 1992 y 1996, es vicepresidente del Forum des Chefs d’Entreprises (FCE), consejero delegado del grupo Hamiani –empresa familiar especializada en el sector textil, pero también en la distribución de productos agroalimentarios– y representante en Argelia de piscinas Desjoyaux.
AFKAR/IDEAS: ¿Cómo ve usted la evolución del sector privado en Argelia?
REDHA HAMIANI: Hasta finales de los años ochenta y principios de los noventa, con las reformas del gobierno de Muoud Hamruch, no existieron leyes que de verdad favoreciesen la aparición de un sector privado. Actualmente, se puede decir que existe un consenso sobre que la economía debe ser completamente liberal. Pero en realidad, el Estado no está cumpliendo su función.
A/I: ¿Cuáles son los principales obstáculos a los que se enfrentan los empresarios privados?
R.H.: Existe una maquinaria burocrática muy pesada. El gobierno sigue sin considerarnos auténticos socios. No hay suficiente simbiosis entre el poder político y el económico.
A/I: ¿Es un problema para los empresarios argelinos el hecho de que no haya una integración magrebí?
R.H.: Por supuesto que es un problema. Para empezar, porque no estamos participando en el debate. Además, consideramos que lo que está en juego en el plano internacional va mucho más allá de la disputa sobre la cuestión saharaui que desde hace 30 años envenena nuestras relaciones con Marruecos y que impide la construcción del Magreb. Vamos a vivir una gran paradoja en la cual cada uno de los países del Magreb va a estar integrado económicamente con Europa en una zona de libre comercio. ¿Cómo concebir que tres países hayan negociado por separado con Bruselas su entrada en la Comunidad Europea, que hayan abierto sus fronteras hacia Europa y que sigan siendo prisioneros de una mentalidad reductora con respecto a sus hermanos y vecinos? Pienso que los europeos terminarán por imponernos una unión aduanera, aunque sea porque les convenga más que exista un mercado unificado.
A/I:Hablando de Europa, el FCE protestó cuando el gobierno argelino firmó el acuerdo de asociación con la Unión Europea.
R.H.: El FCE protestó porque no estuvo involucrado en la firma de este acuerdo, que es muy importante y que va a afectar al futuro de toda la región. El FCE no pide cogestionar políticamente la economía del país pero, por lo menos, ya que somos los principales afectados, los actores principales, no nos pareció correcto que se nos impusiera por decreto. Dicho esto, lo celebramos porque, desde hace mucho tiempo, los empresarios argelinos defendemos las virtudes de la competencia, de la apertura y de la competición, con lo cual básicamente no podíamos oponernos. Además, este acuerdo es beneficioso porque pone fin al embargo que de hecho sufría el país. Y además, estamos convencidos de que si vamos a recibir el progreso de alguna región del mundo, esa región será Europa. Aunque el acuerdo que se nos ha enseñado nos parece demasiado “bonito”.
A/I: Precisamente, ¿qué impacto tendrá este acuerdo en la economía argelina?
R.H.: A corto plazo, las consecuencias del acuerdo serán una pérdida de empleos y de cuota de mercado. Las grandes empresas europeas, con sus marcas y su arsenal publicitario, invaden cada vez más nuestro mercado. ¿Qué pueden hacer los productores locales de yogures o de neumáticos contra Danone o Michelín? El tamaño de nuestras empresas está a otro nivel. Hubiésemos preferido que la modernización precediese (como en Túnez) a la apertura, o la acompañase. Lo que reprochamos a las autoridades es el haber desmantelado demasiado deprisa los aranceles. Se nos dice también que vamos a poder exportar más a los países europeos, pero nunca hemos tenido problemas para exportar.
Lo que ha hecho que nuestros productos no sean exportables es un debate interno argelino. De hecho, nuestras exportaciones de productos que no sean los hidrocarburos han disminuido un 10% desde que entró en vigor este acuerdo en septiembre de 2005 (rondan los 900.000 dólares). Segundo punto, se nos prometieron más inversiones extranjeras directas, pero no las hemos visto todavía. Con respecto a Francia, por ejemplo, importamos por valor de 4.500 millones de dólares anuales y hemos exportado, desde 2001, por valor de 200 millones de euros. Hay 180 empresas francesas instaladas en Argelia, mientras que en Túnez hay 1.200. Igual hemos sido un poco ingenuos. Nos imaginamos que el acuerdo con Europa sería para nosotros igual que fue para Portugal, de 7.000 millones de dólares, pero cuando se ven las cifras… El programa MEDA nos otorga 59 millones de euros para la modernización de las empresas.
A/I:El gobierno no les consultó antes de firmar este acuerdo,pero ¿tiene por costumbre consultar a los empresarios respecto a otros proyectos,como el plan de reactivación económica, por ejemplo?
R.H.: No. Ni siquiera para la ley de finanzas. Nos peleamos constantemente para intentar dialogar con las autoridades. En el FCE tenemos economistas, estadísticos… No pasa una semana sin que le hagamos llegar al gobierno un documento sobre algún problema económico. Nadie nos hace caso.
A/I: ¿Y participan en el marco de las reuniones tripartitas (gobierno-sindicatos- patronal)?
R.H.:No. Participan las demás organizaciones patronales, pero el FCE se niega, porque el eje fundamental de la discusión transcurre entre el sindicato UGTA y el gobierno, y sus conversaciones se prolongan durante todo el año. En el último momento, llaman al sector privado, para que haga de valedor. Lo que queremos es una concertación permanente sobre cuestiones precisas, y no un espectáculo mediático como son los tripartitos.
A/I: ¿Qué perspectivas tiene el sector privado argelino?
R.H.: La economía argelina se está desarrollando, eso está claro, aunque sigue estando demasiado influida por el petróleo. Desgraciadamente, el comercio tiene más peso que la industria. Debido a la dificultad para obtener visados, muchos empresarios se ven más tentados por Oriente que por Occidente. Es el empirismo y el bazar. Esta evolución no es buena. Luchamos por cerrar acuerdos con empresas europeas porque para nosotros es la única manera de luchar contra el efecto bazar.
A/I: ¿No es también culpa del Estado, que no cumple su función de control?
R.H.: Sí, no existe el concepto de economía de mercado. Cada vez que podemos, intentamos explicar a las autoridades que la economía de mercado no equivale a una ausencia de reglas. La función del Estado es crear un ambiente propicio para los negocios, y no la de ejercer una tutela. Desgraciadamente, aún no lo han comprendido.