La reforma educativa puede potenciar a los jóvenes y contribuir al desarrollo humano en los países árabes

Nader Fergany

Director del Almishkat Centre for Research, El Cairo

Los sistemas de educación disfuncionales debilitan las capacidades humanas de los jóvenes árabes, conducen a la marginación de la juventud en los países árabes y, por tanto, socavan el desarrollo humano en dichos países. En consecuencia, la reforma educativa podría contribuir al desarrollo humano tanto a nivel individual como social. Se requiere gobernabilidad e iniciativa privada para llevar a cabo esta reforma, que constituye una tarea multidimensional e interactiva cuyas dimensiones deben interactuar con fuerza y vincularse al sistema socioeconómico.  

Retos de la educación en los países árabes: necesidad de una reforma

Los déficits cuantitativos

Pese a los notables logros alcanzados en la expansión cuantitativa de la educación en los países árabes durante el siglo xx, el nivel educativo en dichos países sigue siendo deficiente en el aspecto cuantitativo debido a los cinco factores siguientes:

– Un enorme lastre de analfabetismo, especialmente entre las mujeres. Se calcula que a comienzos del siglo xxi había al menos 70 millones de árabes analfabetos, la inmensa mayoría de los cuales eran mujeres.[1]

– La escasa importancia otorgada a la educación en la primera infancia.

– Una educación básica no universal y las bajas tasas de incremento de las matriculaciones.

– La exclusión selectiva (de las niñas, los pobres y los marginados) de las ramas más elitistas y de los niveles superiores de enseñanza.

– La falta de oportunidades recurrentes para acceder a una educación permanente.

Como resultado, el analfabetismo juvenil en la región árabe sigue estando por encima del de los países en desarrollo, por no hablar de otras regiones más avanzadas del mundo (el gráfico 1 muestra que el indicador de la media de años de escolarización en los países árabes está por debajo de la de Asia oriental desde la década de 1960).

Gráfico 1 Media de años de escolarización (población de 25 años de edad o más). Países árabes y tres «tigres» asiáticos (1960-2000)   Media de los países árabes Media de Hong Kong, República de Corea y Taiwan

El déficit cualitativo

La mala calidad de los sistemas educativos árabes se articula en torno a tres ejes principales:

  • La restricción de la libertad, tanto en la educación como en la sociedad en su conjunto, junto con unos contenidos, una pedagogía (aprendizaje de memoria) y unos métodos de evaluación deficientes (notas en exámenes basados en repetir información), retrasan las habilidades analíticas y críticas, e impiden las facultades creativas.
  • La escasa prioridad dada a la enseñanza de la técnica, las ciencias y la ingeniería. El gráfico 2 documenta el déficit en ciencias e ingeniería en la región árabe.
  • El descuido de la lengua materna, que es el vehículo natural de la innovación y la creatividad.

En el nivel de la educación superior, la reforma educativa, aconsejada por las potencias occidentales, además de la globalización de los servicios educativos en forma de franquicias de instituciones educativas occidentales en los países árabes, han supuesto un duro golpe para la enseñanza superior en lengua materna, especialmente en los países del Golfo.

Gráfico 2

Número de científicos e ingenieros en I+D (por millón de habitantes)*. Regiones del mundo (1990-2000)   Mundo Norteamérica Oceanía Europa Asia meridional y oriental Países árabes Latinoamérica y Caribe África subsahariana Número de científicos e ingenieros  

*La media de cada región se ha calculado como una media ponderada (en función del tamaño de la población en 2000) basada en los datos sobre científicos e ingenieros que trabajaban en I+D en cada país disponibles en el Informe sobre desarrollo humano 2002 publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. El número de países para los que se disponía de datos era de 91 (de un total de 179), de los que sólo cinco son árabes.

La dialéctica de la prestación privada/pública

La prestación pública de los servicios educativos ha sido el vehículo para obtener enormes logros cuantitativos en la expansión de la educación dentro de la región de los países árabes. Sin embargo, con el advenimiento de las desacertadas políticas de ajuste estructural, se aconsejó a los gobiernos que se abstuvieran de prestar directamente servicios públicos en aras de los mercados desregulados y el capital privado. Al mismo tiempo, las libertades civiles y políticas seguían estando restringidas. Así, lejos de permitir una forma de prestación de servicios basada en la sociedad civil y sin ánimo de lucro, florecieron las empresas de enseñanza de carácter lucrativo y la prestación educativa privada se convirtió en una de las más rentables de las actividades económicas privadas. Esta comercialización de la prestación educativa amenaza con exacerbar una de las mayores deficiencias de la educación árabe, a saber, la exclusión selectiva en la enseñanza de calidad realizada por los ricos y poderosos, especialmente en aquellas etapas y ramas de la enseñanza que conducen a un elevado estatus social. Asimismo, dado que el principal defecto de los sistemas educativos árabes es una baja calidad que quizás incluso se esté deteriorando, la enseñanza privada lucrativa no ha ayudado a mejorar la calidad de la educación de manera significativa.

El alto precio de ser mujer

Pese a los encomiables progresos realizados en la educación femenina, en los países árabes las mujeres siguen sufriendo un nivel relativamente mayor de privación del acceso al conocimiento (gráficos 3 y 4).

Gráfico 3

Tasa de alfabetización femenina expresada como porcentaje de la tasa de alfabetización masculina (a partir de los 15 años de edad). Regiones del mundo (2003)   Asia meridional Países menos desarrollados Estados árabes África subsahariana Asia oriental y Pacífico Latinoamérica y Caribe Europa centro-oriental y CEI Porcentaje  

Fuente: PNUD, 2005.

Gráfico 4

Ratio de matriculación bruta en la enseñanza terciaria (porcentaje de las mujeres con respecto a los hombres). Regiones del mundo (2002-2003)   Norteamérica y Europa occidental Europa centro-oriental Latinoamérica y Caribe Asia central Asia oriental y Pacífico Estados árabes Asia meridional y occidental África subsahariana Porcentaje  

Fuente: sitio web de la Unesco (http://stats.uis.unesco.org/ReportFolders/reportfolders.aspx, tabla M).

Esta injusticia se produce frente a las evidencias cada vez mayores de que en los países árabes son las chicas las que obtienen los mejores resultados educativos. En Egipto, por ejemplo, a mediados de 2005 se repitió una vez más la situación de cada año en que las chicas obtienen los mejores puestos en los exámenes finales de la escuela secundaria nacional, el gran obstáculo en la escala educativa para la población en general en los países árabes. Las chicas obtuvieron la mayoría de los primeros puestos tanto en humanidades como en ciencias. Entre las 10 primeras plazas, las chicas obtuvieron 11 de las 12 de humanidades, y siete de las 15 de ciencias.[2] Pero el excelente rendimiento de las chicas en los exámenes de la escuela secundaria no se limitaba a Egipto (gráfico 5): también arrasaron en Kuwait, Palestina, Yemen y los Emiratos Árabes Unidos. La proporción femenina entre los puestos más altos, en todos los países árabes para los que se dispone de datos, supera el 50%. El hecho de que, como media, las chicas representen menos de la mitad de la matriculación total en la enseñanza viene a confirmar su supremacía académica. Hay que señalar asimismo que la ascendencia de las chicas en toda una serie de circunstancias, tanto en los países árabes ricos como en los pobres, e incluso bajo las ocupaciones miliares más obstruccionistas, viene a subrayar el carácter intrínseco y no circunstancial del fenómeno.

Gráfico 5

Porcentaje de chicas entre los graduados eminentes de la escuela secundaria. Cinco países árabes (2003-2005)   Porcentaje de chicas Ciencias Humanidades Egipto Palestina Yemen EAU Kuwait

Fuente: búsqueda en Internet de sitios con los resultados oficiales de los exámenes.

El sesgo contrario a las mujeres se extiende a las distintas esferas de utilización de las capacidades humanas. En los países árabes, el desempleo afecta más a las mujeres. Vistos los mejores rendimientos femeninos en la enseñanza, esta tendencia va contra la lógica de la pura eficacia económica, en la medida en que el sexo con mayor potencial de aprendizaje y, por ende, el que más probabilidades tiene de aumentar la productividad, resulta ser el que menos probabilidades tiene de encontrar empleo.

Elementos de una visión estratégica para una reforma educativa en los países árabes: dos grandes ejes

Gobernabilidad y prestación privada

Hay que subrayar la responsabilidad del Estado (no sólo del gobierno) de cara a garantizar la enseñanza básica de alta calidad para todos y la excelencia educativa, especialmente en los niveles superiores. Las cuestiones de la equidad y la igualdad de oportunidades ya no deben limitarse a garantizar la matriculación inicial en la enseñanza básica. Como resultado del aumento de la pobreza y del persistente incremento del coste de la educación para las familias, la posibilidad de proseguir la enseñanza y el acceso a los niveles superiores de ésta han pasado a depender de manera crucial de los medios financieros. Por lo tanto, el Estado debería asegurar la disponibilidad de los medios financieros necesarios para los pobres, en forma de becas de escolarización para los necesitados y de créditos de estudios (a devolver una vez encontrado un empleo tras la licenciatura) especialmente para las mujeres, los pobres y los marginados. Todo esto, sin embargo, no significa que el Estado participe necesariamente en la prestación directa de todos los servicios educativos; ni tampoco que el gobierno deba controlar la educación. De hecho, existe la necesidad del respaldo de una enseñanza no gubernamental y no lucrativa como competencia de la enseñanza pública.

 La educación privada lucrativa existe ya en la mayoría de los países árabes. Con la sola excepción del Líbano, un caso muy especial y problemático, la prestación privada tiene un alcance limitado y probablemente seguirá teniéndolo en el futuro. Además, la prestación privada tiende a caracterizarse por la baja calidad[3] y la polarización social. La expansión de la enseñanza privada lucrativa puede infligir, dadas las condiciones predominantes en los países árabes, un considerable perjuicio, especialmente si se tiene en cuenta la fragilidad de los mecanismos reguladores del mercado y el predominio del modelo del beneficio rápido en la actuación del sector privado. El probable perjuicio se extiende a la ruptura de la equidad, la erosión de la cohesión social, el empeoramiento de la distribución de la renta y la riqueza, y el debilitamiento de la identidad nacional. Es importante, sin embargo, alentar al sector empresarial a apoyar a la enseñanza a través de donaciones incentivadas con generosas exenciones fiscales. Este apoyo redunda en beneficio del propio sector empresarial, dado que el sistema educativo debe mejorarse para producir las habilidades humanas  –actualmente escasas– necesarias para aumentar la productividad y maximizar los beneficios.

Por otra parte, debería garantizarse la participación efectiva del sector empresarial y la sociedad civil en la mejora de la educación, especialmente en la formación técnica y la profesional. Existe una acuciante necesidad de que el Estado, en eficaz colaboración con todos los demás agentes interesados, establezca y refuerce constantemente sistemas de acreditación que aseguren la calidad de todo tipo de educación. Surge asimismo la necesidad de garantizar la independencia de las instituciones de enseñanza superior confiando su gestión a consejos de administración integrados por representantes del Estado, del sector empresarial, de la sociedad civil y del mundo académico.

Resulta esencial asimismo trabajar en pro de una buena forma de gobernabilidad local, y no sólo de una espuria descentralización de la administración educativa, además de forjar fuertes vínculos entre los diversos niveles de la administración –hasta llegar a la propia escuela– por una parte, y las formas de gobernabilidad locales y las comunidades por otra. Ello requiere la delegación de autoridad, unas instituciones de administración educativa representativas y responsables en el ámbito local, la provisión de recursos, y la capacitación de los estratos no centrales de la administración. Hace falta asimismo una coordinación eficaz en el nivel central, entre todos los organismos responsables de la educación, y entre éstos y otros responsables de diferentes aspectos del desarrollo humano en general.

Todo esto requiere una seria reforma de la administración pública (salarios más altos, puestos vinculantes, incentivos laborales y promoción del rendimiento cualitativo…). Dicha reforma de la administración pública contribuirá asimismo a incrementar la efectividad de la enseñanza pública en su conjunto. En última instancia, no obstante, la eficacia de la administración educativa, en todos los niveles, está condicionada al desarrollo de una transparencia y responsabilidad estrictas de las instituciones educativas ante los agentes sociales interesados.

Un paquete multidimensional de reformas educativas que garantice la calidad

La reforma educativa es una tarea multidimensional cuyas dimensiones interactúan con gran fuerza. En consecuencia, resulta esencial construir una estrategia de reforma sinérgica entre las numerosas dimensiones del sistema educativo y sus vínculos con el sistema socioeconómico. Entre las dimensiones más importantes se incluyen las siguientes:

  • La adopción de una evaluación rigurosa y regular como medio de obtener una mayor calidad en la enseñanza, especialmente en el caso de introducir cambios en los programas y métodos. La evaluación debería ir más allá del rendimiento cognitivo para pasar a ser una valoración generalizada que abarque los ámbitos de los valores, las actitudes y las habilidades. El primer requisito es el de establecer la estructura institucional necesaria para dicha evaluación, y mejorarla sistemáticamente. La evaluación debe realizarse en muchos niveles: en los niveles de la escuela y el distrito; en el nivel nacional, permitiendo comparaciones con el subnacional; en el nivel panárabe, utilizando pruebas estándar que permitan la evaluación comparativa de todo el sistema educativo árabe, y, por último, en el nivel internacional, proporcionando las comparaciones internacionales esenciales para garantizar la competitividad. El éxito del esfuerzo evaluador requiere transparencia a través de una amplia difusión de información e incentivando las consultas entre todas las partes interesadas.
  • Transformar a los educadores en profesionales, mediante la creación de la estructura institucional de la profesión educativa, constituye una necesidad fundamental. Ello empieza por una preparación inicial de calidad en instituciones de enseñanza superior, mejora de las facultades de educación, cursos de formación eficaces y mejora de la supervisión y la orientación. Asimismo, hay que crear y reforzar las asociaciones de educadores profesionales a fin de que éstos de encarguen de establecer pautas profesionales, de aplicar códigos de conducta, de mejorar las condiciones de los educadores y el desarrollo de la profesión. La introducción de la práctica de emitir licencias de enseñanza, junto con la renovación periódica basada en criterios estrictos, y el reciclaje formativo en caso necesario, supondrían un gran avance en ese sentido.
  • Un uso eficiente de las tecnologías modernas, en especial de información y comunicación, a fin de mejorar la enseñanza, potenciar el autoaprendizaje y facilitar la adquisición de las habilidades propias de la era de la información.
  • Reforzar la formación profesional técnica, que se halla estrechamente vinculada a las necesidades de desarrollo y al sector comercial. Ésta imparte unas enseñanzas que permiten una mayor formación y la adquisición de capacidades de orden superior, incluyendo la capacidad de gestionar situaciones nuevas y complejas.
  • Hacer hincapié en la educación preescolar, y mejorar la educación de los niños con necesidades especiales, en particular de los mejor dotados.
  • Crear un sistema eficiente de educación permanente de adultos. La región está relativamente atrasada en la lucha contra el analfabetismo. El bajo nivel educativo obstaculiza el aumento de la productividad. El analfabetismo de los padres retrasa la educación de los hijos, tanto en cantidad como en calidad. Habría que ser conscientes de que la erradicación del analfabetismo requiere una movilización efectiva de las capacidades sociales (por ejemplo, los jóvenes en la enseñanza superior). Pero dicha erradicación debería ir más allá de la mera adquisición de los rudimentos básicos (lectura, escritura y aritmética), que se pierden con facilidad. De hecho, la educación permanente se ha convertido en una necesidad no sólo para evitar la regresión al analfabetismo, o para dotar a los graduados del sistema educativo de las habilidades relevantes para el mercado de trabajo, sino también para adaptarse a las necesidades, rápidamente cambiantes, de enseñanza y reciclaje formativo de la sociedad moderna.

Notas

[1] Arab Human Development Report 2002: Creating Opportunities for Future Generations, NueLos sistemas de educación disfuncionales debilitan las capacidades humanas de los jóvenes árabes, conducen a la marginación de la juventud en los países árabes y, por tanto, socavan el desarrollo humano en dichos países.va York, UNDP/Arab Fund for Economic and Social Development, 2003 (versión en español: Informe sobre desarrollo humano árabe 2002. Creando oportunidades para las generaciones futuras, Madrid, Real Instituto Elcano, 2003).

[2] Téngase en cuenta que, en caso de empate, la primera plaza puede ser ocupada por más de una persona.

[3] Si tomamos la enseñanza básica en Egipto como ejemplo representativo, algunas de las mejores escuelas del país son privadas, pero la mayoría de las escuelas privadas ofrecen una calidad más pobre que las públicas. De hecho, muchas escuelas privadas acogen a los alumnos que han fracasado en las públicas.