Barceló Corporación Empresarial, cuya división hotelera, Barceló Hotels & Resorts, es la marca de una de las 30 mayores compañías hoteleras mundiales por número de habitaciones (cerca de 28.000 en 15 países) se creó en Mallorca, en el segmento vacacional de la hotelería, donde explotó su primer hotel en propiedad en 1966, inició su expansión a Menorca e Ibiza, para luego penetrar en el Levante peninsular, las islas Canarias y dar, más tarde, el salto al continente americano. En 2004, el grupo Barceló y la inmobiliaria Fadesa llegaron a un acuerdo por el que construirán 5.000 habitaciones en los próximos seis años y que supone una inversión de 700 millones de euros. Entre los más de 20 establecimientos que se pondrán en marcha en el marco de este acuerdo, se encuentran tres hoteles en Marruecos, uno de ellos urbano, en pleno centro de Casablanca, y otros dos vacacionales. AFKAR/IDEAS ha analizado con Simón Pedro Barceló, copresidente del consejo de administración de Barceló Corporación Empresarial, la actual proyección exterior del grupo en el Magreb y las perspectivas de negocio.

AFKAR/IDEAS: ¿Desde cuándo está presente el grupo Barceló en el Magreb?

SIMÓN PEDRO BARCELÓ: Nuestra presencia actual en la región se inició en septiembre de 2002, al suscribir un acuerdo con el grupo hotelero tunecino Sangho, en virtud del cual cinco de sus establecimientos se incorporaron a Barceló Hotel & Resorts en régimen de franquicia. Y digo presencia actual porque nuestra compañía ya gestionó un hotel en arrendamiento en la zona de Gammarth, al norte de la capital tunecina, a finales de los años ochenta.

A/I: En febrero de 2004, el grupo Barceló firmó un acuerdo con Fadesa para la construcción de una cartera de hoteles, entre otros sitios en Marruecos. ¿En qué consiste esta alianza? ¿Qué proyectos tienen previstos desarrollar en este país? ¿Abarca el acuerdo a otros países del área mediterránea?

S.P.B.: Efectivamente, el acuerdo firmado con Fadesa supuso una alianza estratégica, un acuerdo marco con el objetivo de, mediante la creación de sociedades patrimoniales conjuntas, explotar una serie de activos hoteleros, que a medio plazo (cinco a siete años) nos permitiese reunir una cartera de hoteles, promovidos por Fadesa y gestionados por Barceló, de alrededor de unas 5.000 habitaciones. En lo que se refiere a Marruecos, Fadesa se dispone a promover un impresionante desarrollo inmobiliario en el país.

Concretamente, en la zona costera de Saidia se va a ejecutar un resort de cuarta generación que aspira a convertirse en un referente en el Mediterráneo. Se construirá sobre un terreno de más de 700 hectáreas con un frente marítimo de seis kilómetros de playa y en el que se contemplan, entre otros elementos, varios proyectos hoteleros, campos de golf, etcétera. Nuestra compañía está analizando la posibilidad, de cara a un futuro, de gestionar estos hoteles cuando finalice su ejecución, en un plazo de dos o tres años. Más próximo en el tiempo, Fadesa tiene previsto inaugurar antes de que termine 2005 un hotel urbano de 84 habitaciones en el centro de Casablanca.

A/I: Además de Marruecos, el grupo Barceló está presente en Túnez donde tiene cuatro hoteles. ¿Tiene previsto extenderse en la región, en éstos u otros países norteafricanos? ¿Algún proyecto en concreto a corto o medio plazo?

S.P.B.: En este momento, nuestra presencia inversora en el Magreb se va a centrar en los proyectos que pueda desarrollar Fadesa, aunque aspiramos a crecer en la zona también a través de los contratos de franquicia, en los que Barceló no gestiona el hotel pero lo comercializa, asegurando a los clientes que se cumplen los estándares que espera recibir. En ese aspecto estamos muy satisfechos del acuerdo al que llegamos con el grupo Sangho, y confiamos poder abordar nuevas iniciativas similares a corto plazo.

A/I: ¿Supone el Magreb un gran volumen de negocio para el grupo Barceló?

S.P.B.: En el momento actual, y dado que nuestra presencia es únicamente a través de la figura de la franquicia, el volumen de negocio que la región aporta a la cuenta de resultados de nuestra cadena hotelera es todavía pequeño.

A/I: ¿Qué problemas se encuentran a la hora de instalarse en el Magreb: jurídicos, económicos, de competencia abusiva, falta de infraestructuras?

S.P.B.: No me atrevería a destacar ninguna complejidad especial con la que nos hayamos encontrado a la hora de penetrar en la región, distinta de la que pueda existir al hacerlo en cualquier otra zona.

A/I: ¿Qué garantías institucionales tiene la inversión en Marruecos y en Túnez? Es decir, las garantías jurídicas, de independencia de los jueces, seguridad procedimental, inequivocidad de los textos legales, ¿se dan de modo suficiente en Marruecos? ¿Y en Túnez?

S.P.B.: Entiendo que esas garantías existen, aunque nuestra compañía tal vez no sea la más idónea para valorar un asunto como éste ya que, por ahora, no hemos precisado realizar ninguna inversión propiamente dicha en la zona, dado que nuestra presencia fue, en un primer momento, a través de un contrato de arrendamiento de un hotel, y en la actualidad estamos a través de contratos de franquicia.

A/I: El turismo europeo hacia la región, ¿tiene tendencia a aumentar en 2005?

S.P.B.: Nosotros somos optimistas para este año. Pensamos que el Magreb dispone de unos magníficos atractivos, tanto de naturaleza como de cultura que, unidos a una planta hotelera moderna y comercializada a precios muy competitivos, tiene necesariamente que aumentar su cuota dentro del mercado turístico receptivo.

A/I: ¿De qué forma han influido los atentados del 16 de mayo de 2003 en Casablanca y los del 11 de marzo de 2004 en Madrid?

S.P.B.: Esos terribles atentados no han tenido afortunadamente repercusión en la actividad turística. Aunque la sociedad desea fervientemente acabar con el fenómeno terrorista, se observa que no está dispuesta a que el terrorismo condicione su vida ni marque sus pasos.

A/I: ¿Qué tipo de turismo viaja hacia Marruecos: de aventura, viajes organizados? ¿Y hacia Túnez? ¿Cuáles son las diferencias?

S.P.B.: El turismo emisor que viaja a ambos países busca algo similar: contraste de culturas, exotismo, clima propicio…, y en el caso de Túnez existe además una preferencia adicional por el turismo de sol y playa.

A/I: En Turquía tienen ustedes varios hoteles. ¿Sería su posible incorporación a la Unión Europea (UE) –aunque sea después de 2015– un aliciente para el turismo?

S.P.B.: Concretamente tenemos tres hoteles en el país: dos en la zona vacacional de Bodrum, y recientemente hemos ampliado nuestra presencia en Estambul. No cabe duda de que una futura incorporación de Turquía a la UE, con lo que ello lleva implícito de libre circulación de personas y capitales, e incluso la existencia de una moneda única, siempre será un elemento dinamizador para el sector turístico.