El empoderamiento de las mujeres en Palestina: un proyecto en curso

Doa Wadi

Directora ejecutiva de Business Women Forum-Palestina

Las mujeres palestinas llevan muchas generaciones luchando contra las condiciones extremadamente difíciles de la vida cotidiana de su país, marcado por la guerra y las restricciones israelíes. Ello ha impedido, muchas veces, su inclusión en el mercado laboral, pese a que los índices de mujeres graduadas en la universidad superan con creces los de los hombres. En este contexto, cabe señalar que, en los últimos años, han surgido iniciativas y programas con el objetivo de facilitar el acceso de las mujeres al trabajo, el ámbito empresarial y la creación de empleo. El Business Women Forum trabaja en esa línea para proporcionar a las mujeres emprendedoras herramientas a la hora de crear y dirigir micro, pequeñas y medianas empresas que revitalicen la economía palestina y, a su vez, den empleo a otras mujeres. Sin embargo, para asegurar el éxito y la continuidad de dichas iniciativas, es necesario reforzar la cooperación sectorial y las buenas prácticas en el ámbito local, regional y empresarial, que se verán condicionadas, claro está, por la evolución del conflicto en esta parte del mundo.


Las mujeres palestinas han liderado muchas luchas en las últimas cuatro generaciones para reafirmar sus derechos sociales, económicos y políticos en un contexto de ocupación prolongada y deshumanizada y agresiones recurrentes, con una autoridad política interna muy polarizada, unas normas sociales muy adversas y una cultura patriarcal generalizada y perpetuada, irónicamente, no solo por los hombres, sino también por muchas mujeres. A pesar de estos desafíos internos y externos tan profundos, la inclusión de las mujeres en el mercado laboral para su contribución a la economía palestina ha sido un elemento permanente en la agenda de desarrollo de los sectores públicos, privados y de la sociedad civil.

El principal impedimento externo para el avance económico, al que hombres y mujeres se enfrentan por igual, aunque de manera desproporcionada, es la falta de control sobre el terreno y los recursos, así como una larga lista de restricciones israelíes que han sofocado la economía palestina e impedido su recuperación o desarrollo y, por tanto, también han aumentado su incapacidad para desvincularse de la economía israelí y buscar la autonomía. Este intricado contexto ha contribuido a acelerar el deterioro de la economía palestina, y ha aumentado los índices de desempleo en las mujeres (43% en 2021, frente al 41% de 2019)[1] y el empobrecimiento de las familias y los grupos vulnerables, incluyendo los hogares con mujeres y jóvenes a cargo. Aunque esta situación tiene un impacto universal en las vidas y el mundo empresarial del país, también tiene un efecto adverso exponencial en la brecha de empleo entre hombres y mujeres, que a primera vista ya resulta enorme: un 43% de mujeres desempleadas frente a un 21% de hombres.

Esta normativa social tan adversa asigna la prioridad y el valor más alto a los hombres con respecto a las mujeres; de ahí que la discriminación de género hacia estas sea evidente en numerosos ámbitos de la vida, como la educación, la salud, los aspectos del estatus individual, el empleo o el compromiso en el mercado laboral. Por ejemplo, aunque los índices de mujeres graduadas universitarias son notablemente mayores que los de los hombres, su inclusión en el mercado laboral es mucho menor debido a la desigualdad de oportunidades, las incompatibilidades de la educación con las demandas del mercado y, en muchos casos, la retracción de las mujeres debido a su limitado poder de decisión y su baja autoestima. Así, solo tres de cada cinco mujeres trabajadoras están cualificadas, lo cual indica que el vínculo entre la educación y las posibilidades laborales se está disolviendo, y puede disuadir una mayor inversión en este capital humano.[2] Además, pocas mujeres reciben apoyo para aventurarse en terrenos de la educación y el trabajo que la sociedad considera exclusivamente masculinos; de modo que la independencia económica de las mujeres sigue siendo un problema crucial. Los datos disponibles demuestran un claro descenso de los índices de incorporación de las mujeres y los jóvenes a las fuerzas del mercado laboral, así como una tendencia a trabajar en los sectores informales, caracterizados por la falta de protección legal, los bajos salarios y unas condiciones laborales inaceptables.

Después de veinticinco años trabajando con miles de mujeres palestinas, ya sea con una amplia formación o bien vulnerables y marginadas, con pequeñas y medianas empresas, mujeres emprendedoras, recién graduadas y jóvenes, tengo muy claro que las mujeres son capaces de romper las barreras que les impiden desarrollarse, emanciparse y tomar las riendas de sus trayectorias, tener éxito, montar un negocio propio o innovar e influir en la economía. Sin embargo, todo eso solo es posible cuando las mujeres confían en sí mismas, adquieren el conocimiento y las habilidades necesarios para sus objetivos y tienen valor para afrontar los desafíos y adentrarse en el mundo empresarial y el mercado de trabajo, dominado por los hombres, para asegurar así su independencia económica. Sin duda, trabajar en la resiliencia de las mujeres y los jóvenes en el contexto de la ocupación, crear un sistema de apoyos que las empodere e involucre a los miembros masculinos de la familia, y un entorno propicio a nivel social y sectorial es fundamental.

Pese a los profundos retos que hemos mencionado, los últimos años han sido testigo de notables esfuerzos para promover la implicación y el acceso de las mujeres al mercado laboral y a la emprendeduría, un trabajo que llevan a cabo, sobre todo, las ONG más importantes, las organizaciones comunitarias y los foros de mujeres, entre los que destaca el Business Women Forum-Palestina. Este último, por ejemplo, ha creado un sistema de apoyo a las mujeres empresarias emergentes y emprendedoras para reforzar sus conocimientos, habilidades, actitudes, competencias y poder para tomar decisiones estratégicas y bien informadas no solo acerca de sus negocios, sino también de sus vidas. Este sistema de apoyo tiene componentes interrelacionados de tutoría intensiva y desarrollo de capacidades, acceso a la información y concienciación, facilitación del acceso a nuevas redes y plataformas interactivas, promoción de inversiones o membresía en comités y entidades locales, con el fin de proporcionar a estas mujeres una voz sólida en el desarrollo o la reforma de las políticas nacionales que afectan a sus vidas. Al ser los principales responsables de las decisiones en las vidas de las mujeres, el compromiso de los hombres en dicho sistema es fundamental. Para ello, llevamos a cabo una sensibilización en los hombres y niños de la familia, con mensajes positivos en torno a la igualdad de género y la implicación femenina en la economía familiar, a la vez que apoyamos a las mujeres que tienen un peso en la familia y la comunidad. Um Ahmad, del valle de Jericó, es un ejemplo a seguir en este sentido: «Incluso mis hijos me miran de forma distinta desde que empecé a vender mis productos e hice un viaje de negocios a Bolonia. Hasta entonces, no me creían capaz de ser nada más que su madre».

Asimismo, el Business Women Forum promueve la trayectoria laboral de las mujeres más vulnerables y apoya la evolución de sus empresas, independientemente de su tamaño o presupuesto, mediante la creación de modelos a seguir y el contacto de estas con mujeres de gran experiencia que comparten sus trayectorias, ya sea en ámbitos locales, nacionales o internacionales. De hecho, algunas de estas mujeres con experiencia se convierten en consejeras que forman a aquellas que empiezan y las inspiran para que sigan sus pasos.

Apoyar a las mujeres productoras de alimentos a pequeña escala en comunidades vulnerables de Gaza y Cisjordania no solo mejoró los medios de subsistencia de sus familias, sino que transformó por entero a esas comunidades tan desfavorecidas. Cabe destacar que las mujeres que logran impulsar sus negocios también logran crear empleo para otras mujeres, especialmente jóvenes que buscan su primera oportunidad, y así abren oportunidades laborales para toda la familia. K. Sulaiman, una emprendedora de Beta-Nablus que inició su negocio de venta de jabones hace siete años y ahora es formadora y asesora, regenta su propia tienda en Ramala, donde vende su conocida marca de jabón Biladi, promocionado como Lush Palestina. El negocio cuenta con más de doce empleadas, algunas de su familia, y ella se ha convertido en un modelo a seguir en la industria del negocio.

En Palestina, se han implantado muchos programas de empoderamiento económico para que las mujeres tengan un acceso igualitario al mundo empresarial y puedan controlar la información al respecto, los recursos y las oportunidades que aumenten sus posibilidades de empleo o bien les permitan emprender su propio negocio. Algunos de esos esfuerzos se han visto acompañados de prácticas que han demostrado su éxito no solo a la hora de aligerar el impacto de los desafíos que afrontan las mujeres en el mercado laboral, sino también con respecto a sus oportunidades en el mundo laboral y empresarial. Por ejemplo, el Business Women Forum implantó una serie de programas destinados a cubrir la brecha entre educación y trabajo, las demandas del mundo laboral y las necesidades emergentes del sector privado, sobre todo después de la pandemia de Covid-19.

Uno de esos programas es «WASSANLY, Mujeres como Catalizadoras del Cambio» (Wassanly, en árabe, significa «llévame al destino adecuado»). El programa ofrece el desarrollo de las capacidades y habilidades de trabajo, y asesoramiento personal y formación laboral para jóvenes recién graduadas, lo cual, para muchas de ellas, si bien no todas, resultó ser una experiencia de lo más reveladora. Los servicios de marketing son muy costosos en el mercado palestino, y los especialistas, escasos, por lo que las pequeñas y medianas empresas y las jóvenes recién graduadas solicitan la ayuda del Business Women Forum para promocionar sus productos con mucha frecuencia. La situación ha resultado una oportunidad para que el Business Women Forum creara más puestos de trabajo para mujeres y reforzara las oportunidades de negocio para las micro, pequeñas y medianas empresas gracias al programa WASSALNY. Así, hemos podido captar a las jóvenes con mayores talentos en marketing para reforzar sus capacidades en ese terreno y formarlas como especialistas en ventas con grandes habilidades laborales, y para luego ofrecerles puestos de trabajo de micro, pequeñas y medianas empresas y del sector privado lideradas por mujeres. El programa se ha diseñado como una vía innovadora para relacionar a esas jóvenes graduadas con mujeres empresarias y construir así, relaciones comerciales a largo plazo que se refuercen mutuamente, donde las mujeres trabajen juntas para crecer, ampliar sus horizontes y mejorar sus condiciones de vida. WASSANLY también ofrece asesoramiento a empresas privadas que buscan jóvenes graduadas. Así, más del 70% de las que participaron en el programa, de un total de 640, acabaron encontrando empleo, además de obtener oportunidades de formación especializada y cursos certificados.

Por otra parte, el Business Women Forum ha creado un Centro de Desarrollo Empresarial para convertirse en un modelo empresarial innovador y un nuevo «Centro de Empoderamiento Económico y Empresarial de Mujeres Innovadoras», que utiliza un enfoque holístico de desarrollo empresarial que ha formado parte de la estructura del Business Women Forum desde sus comienzos. Este enfoque se centra en la capacidad de desarrollo, el asesoramiento personal, la formación laboral, las tutorías, el desarrollo de productos competitivos y diseños creativos, la provisión de fondos inicial, la promoción de inversiones, la creación de modelos a seguir, la defensa de los problemas de las mujeres, el acceso al conocimiento, las finanzas y el marketing, la creación de plataformas y redes locales y regionales y el refuerzo de las cadenas de exportación. Este enfoque holístico ha ayudado, en gran medida, a reforzar la sostenibilidad de las empresas y el acceso a las oportunidades económicas a través de la creación de empleo y la generación de ingresos, favoreciendo así a las mujeres como líderes potenciales y agentes de cambio.

Aunque muchas de esas prácticas se demostraron parcial o totalmente efectivas y cumplieron temporalmente sus propósitos, no son sostenibles a largo plazo. Para asegurar su continuidad y su progreso, es fundamental trabajar en la cooperación intersectorial y la integración de programas de empoderamiento económico femenino e inclusión financiera. Además, es muy importante sacar rendimiento de las experiencias positivas y compartir buenas prácticas entre los interesados a nivel local, regional e internacional. Sin duda, la resolución del conflicto en esta parte del mundo tendrá, asimismo, un impacto significativo en la prosperidad económica, lo cual permitirá el crecimiento del empleo y de las oportunidades empresariales para las mujeres y los jóvenes.

Notes

[1] Véase www.pcbs.gov.ps
[2] S. A. Hillis., J. J. S. Alaref y W. M. Takkenberg, «Enhancing job opportunities for skilled women in the Palestinian territories», Banco Mundial, nº 129981, 2018, pp. 1-84.