El cine del sur: el cine de la diversidad

Isona Passola

Productora audiovisual y presidenta de la Asociación Internacional de Productores Independientes del Mediterráneo (APIMED)

Históricamente, la región mediterránea ha mostrado una fuerza creadora procedente de la riqueza de las sociedades que la habitan. Esta creatividad ha sido plasmada en el ámbito audiovisual, que siempre ha reflejado las peculiaridades socioculturales de los países mediterráneos. Actualmente, los recientes acontecimientos surgidos en los países del sur con la Primavera Árabe han tenido un gran impacto en los productos y las estrategias de comunicación audiovisual. La APIMED, a través de iniciativas como el Mercado de  Documentales Euromediterráneos (MEDIMED), lucha por desarrollar la cooperación entre todos los actores del universo audiovisual a fin de compartir las producciones propias, producir y mostrar las películas, consolidar las estructuras de producción y favorecer el acceso de estas al mercado internacional. 


La región del Mediterráneo ha recuperado una notable centralidad en la atención mundial a causa de los cambios políticos que está viviendo en los últimos años. Conflictos de carácter político y económico, social y cultural, bélicos y religiosos, flujos migratorios permanentes, hacen de la cuenca mediterránea un escenario de especial interés para identificar cuáles son los diversos procesos y factores que puedan servir mejor a la causa de la paz, la comprensión y la cooperación entre los pueblos que tienen en el Mare Nostrum de los romanos su medio natural de comunicación y convivencia.

En este sentido, las oportunidades de creación, intercambio y alianzas en el ámbito del audiovisual, el cine y los nuevos medios, sólo pueden ofrecer bases importantes para el diálogo y la colaboración en el espacio cultural y comunicativo. En realidad, este marco de actividades se ha configurado como un frente estratégico para la comunicación intercultural en el Mediterráneo. La importancia que ha adquirido la imagen en la cultura contemporánea, la omnipresencia de los grandes medios audiovisuales en nuestras sociedades, el indudable impacto de los referentes y los imaginarios colectivos que vehiculan los medios, e incluso las nuevas oportunidades de empleo y ocupación que ofrece la sociedad de la información, todo ello proporciona razones de peso para destacar la trascendencia del sector audiovisual.

Vista la repercusión de la circulación de la comunicación intercultural entre los pueblos, culturas y religiones del área mediterránea, hoy día resulta evidente que una parte central del diálogo y el intercambio cultural tiende a realizarse a través de los medios audiovisuales y de las industrias de la imagen, especialmente del cine, los programas de televisión, el vídeo y los nuevos productos multimedia.

Existen diferentes organismos creados para potenciar la industria cinematográfica y la cooperación entre países del Mediterráneo, pero la única asociación procedente de la sociedad civil que agrupa a los productores audiovisuales de ambas orillas es APIMED (Asociación Internacional de Productores Independientes del Mediterráneo), con sede en Barcelona desde 1999 gracias a la invitación del IEMed y el Gobierno de la Generalitat de Catalunya.

APIMED fue fundada el año 1997 en Montpellier con la intención de contribuir a la afirmación de las culturas que comparten esta zona geográfica desde la diversidad y la tolerancia en el ámbito audiovisual. Pueden ser socios de la asociación los profesionales y las empresas de producción del sector audiovisual de cualquier país del arco mediterráneo. APIMED trabaja para multiplicar los contactos entre productores, hacer circular los proyectos y producciones, desarrollar nuevas sinergias entre profesionales de la cuenca mediterránea, mantener la identidad de las producciones surgidas de nuestras propias culturas, unir medios, conocimientos, esfuerzos, intercambiar experiencias, confrontar ideas, dar a conocer nuevas producciones y aprender cuáles son nuestras diferencias en el ámbito de la producción audiovisual. Entendemos el Mediterráneo como una entidad y cultura propia, que se distingue por su diversidad, a pesar de las involuciones que ha sufrido debido a los enfrentamientos religiosos y políticos provocados por los monoteísmos, pero ¿podemos hablar de un imaginario colectivo en el panorama audiovisual de los países del Mediterráneo?

Sabemos bien hasta qué punto las culturas, las costumbres, los modos de vida y de ver el mundo están interrelacionados y a veces confrontados. Es crucial que los pueblos mediterráneos no se encuentren inmersos en un universo mediático y cultural que podría ocultar la realidad en la que viven. Sigue siendo necesario desarrollar la cooperación entre todos los actores del universo audiovisual a fin de compartir las producciones propias, producir y mostrar las películas, consolidar las estructuras de producción y favorecer el acceso de estas al mercado internacional, a través, por ejemplo, de iniciativas como MEDIMED: el Mercado de Documentales Euromediterráneos y Pitching Forum, organizado por APIMED desde el año 2000. En sus 14 ediciones, MEDIMED ha contribuido a desarrollar y consolidar una red de profesionales en ambas orillas del Mediterráneo y ha estimulado coproducciones de calidad entre el norte y el sur que tuvieran interés para las audiencias internacionales. Documentales que explican conflictos locales y realidades complejas que sacuden las percepciones del espectador y contribuyen a desmontar las falsas teorías de los intolerantes y a denunciarlas ante una amplia audiencia televisiva que descubre y entiende las razones y complejidades de sociedades no tan lejanas. En el Pitching Forum se han presentado más de 350 proyectos que, una vez financiados y producidos, han tenido un largo recorrido internacional y han conseguido reconocimientos y premios. Entre ellos destacan Songs of War, Premio Emmy 2012 en la categoría mejor documental; La Plaga,ganadora de cuatro premios Gaudí; Les damnés de la mer, Grand Prix del Festival de Montecarlo, Mejor Documental del IFFl Panafrican de Cannes, Premio del público del Festival Visions du Réel, y Google and the World Brain, vendido a más de 20 televisiones internacionales.

El paisaje cinematográfico y audiovisual de la cuenca mediterránea es desigual. Está formado por países con una gran capacidad de producción y de comercialización y por otros de escasa capacidad que viven un período de transformación significativo. Analicemos a continuación los últimos datos disponibles con respecto a la producción de películas de ficción y documentales:

La ficción representa la mayoría de las coproducciones de la región del sur del Mediterráneo con el 68% de las películas producidas en régimen de coproducción[1]. Algunos países como Israel prácticamente se dedican exclusivamente a la coproducción de ficciones (el 85% de las películas israelíes coproducidas son de ficción), mientras que los países árabes coproducen un elevado número de documentales. El porcentaje de películas de ficción coproducidas entre los países de la región (excluyendo a Israel) baja al 63%. Entre los países árabes, Jordania ha coproducido más documentales que ficciones y Palestina, Líbano y Egipto han coproducido casi el mismo número de documentales que de películas de ficción.

El último gran éxito de la cinematografía egipcia es Factory Girl (Fatat El Masnaa) de Mohamed Khan, que en pocos días ha constituido un éxito de público y crítica.

Sin embargo, el número de documentales coproducidos se ha incrementado en los últimos años debido a la llamada Primavera Árabe. Pero estas turbulencias políticas ligadas a las revoluciones árabes no explican por sí solas el incremento de documentales coproducidos durante este periodo. Una de las razones de este alto porcentaje de coproducciones es la creciente influencia de los países del Golfo (Emiratos Árabes Unidos y Catar, especialmente). Desde hace algunos años, estos países han creado fondos de financiación y coproducción dedicados a la producción de documentales y proyectos de ficción con resultados muy positivos.

Históricamente, la Unión Europea es el principal socio en términos de coproducción, con el 72% de las películas coproducidas, principalmente con Francia y Alemania (involucrados ambos países en casi un 50% de las coproducciones con Europa: 38% y 11% respectivamente). Esta situación se explica debido a la combinación de distintos factores: acuerdos políticos, económicos y culturales con países del sur del Mediterráneo y el factor de la lengua común, como es el caso del francés, utilizado hoy día en numerosos países árabes. También debemos considerar las posibilidades de financiación y disponibilidad del mercado, así como la notable experiencia de ciertas productoras europeas en la coproducción con países de la región. Algunas compañías en Alemania o Francia han coproducido más de diez películas de ficción o documentales con estos países.

Desde hace unos cuatro años, la influencia e implicación de los países del Golfo en términos de financiación, promoción, distribución y exhibición de las películas producidas en la región empieza a ser prominente. La aparición de los festivales Dubai IFF, Abu Dhabi IFF y Doha IFF y, por consiguiente, de los institutos de cinematografía en cada uno de estos países, ha producido un incremento destacable de películas coproducidas, aunque estas solo representan un 8% de la totalidad de las coproducciones realizadas en el sur del Mediterráneo. La creciente actividad de las organizaciones mencionadas hace presagiar un considerable aumento de las coproducciones con el Golfo en el futuro inmediato.

Cabe destacar el bajo porcentaje de colaboración entre países árabes (las llamadas coproducciones sur-sur), ya que únicamente representan un 7% de las películas coproducidas y únicamente el 2% corresponden a coproducciones exclusivamente entre dos países. La película palestino-tunecina Laila’s Birthday, de Rashid Masharawi, constituye un buen ejemplo de una nueva fórmula de producción entre países árabes, que ha obtenido un merecido reconocimiento en los principales festivales internacionales.

Estos datos demuestran que los acuerdos de coproducción entre Argelia, Marruecos y Túnez no han sido operativos. También muestran que la mayoría de las coproducciones son iniciativas de productoras basadas en países que no forman parte de esta zona geográfica.

La fantasía, el imaginario y la creatividad son propios de todos los pueblos. El Mediterráneo, por su historia, ha demostrado su fuerza creadora, su maestría en el gusto y la estética y la riqueza de su mestizaje. Sin renunciar a los cambios derivados del progreso, deberíamos continuar por el camino trazado desde hace tantos siglos.

Las nuevas tecnologías ofrecen oportunidades extraordinarias, pero estas pueden acabar con la originalidad debido a la uniformización de los gustos y la monopolización de la creación. Lo prefabricado no ha sido nunca sinónimo de dinamismo y creatividad.  Estamos a favor del «cine-diversidad» y del derecho a la diferencia, sin por ello cerrar las fronteras a los productos audiovisuales venidos de otras partes del mundo. Estamos a favor también de que el espectador tenga la posibilidad de elección, de una verdadera elección de la diferencia.

Notas

[1] Fuente: Censo y análisis de las coproducciones audiovisuales en la región del sur mediterráneo 2006-2011, Euromed Audiovisual, Mayo 2012.