afkar/ideas
Co-edition with Estudios de Política Exterior
Diez años del Proceso de Barcelona. La sociedad civil opina’
El Magreb apuesta por “más Barcelona”, conclusión de la encuesta realizada por el Instituto Europeo del Mediterráneo.
Gemma Aubarell y Marta Rovira
La encuestaDiez años del Proceso de Barcelona. La sociedad civil opina es una iniciativa del Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed) que tiene como objetivo recoger y dinamizar la opinión de los actores y expertos implicados en el Proceso de Barcelona, tanto por lo que respecta a la valoración del proceso como en relación con los retos a corto, medio y largo plazo que deben afrontar la región y el propio Partenariado. Sin duda, los resultados de la encuesta pueden ser de utilidad para orientar las grandes decisiones sobre el futuro de la asociación euromediterránea. La encuesta, que se ha enviado a más de 2.000 personas, ha obtenido 519 respuestas. Del conjunto de respuestas, un 16,9% corresponde a actores y expertos del Magreb.
De esta participación, podemos extraer algunas conclusiones sobre la opinión formulada concretamente desde los países del Magreb. Para detallar el perfil de los encuestados magrebíes, hay que decir que el mayor número de respuestas proviene de las organizaciones no oficiales (ONG, entidades culturales, sindicatos, medios de comunicación, etcétera), concretamente un 44%. El resto se reparte entre los centros de investigación, académicos o think tanks (29,8%), los actores políticos e institucionales (17,9%) y el sector económico (8,3%). Efectivamente, los resultados de la encuesta en el Magreb merecen algunos comentarios. En la valoración global de los 10 años del Proceso de Barcelona, la media obtenida para el Magreb es de 5,16 (en una escala de 1 a 10), sensiblemente por debajo de la media global, que está en 5,60.
En cambio, este resultado es significativamente superior en el Machreq, donde la media es de 5,89. Si consideramos los resultados por frecuencias (es decir, el número de veces que aparece cada puntuación), en el Magreb encontramos un 38,3% de los encuestados que hace un balance negativo o muy negativo del Proceso, es decir que puntúa el proceso entre el 1 y el 4. Esta lectura aparentemente crítica, quizá, pueda interpretarse a partir de una implicación y mayores expectativas abiertas por el proceso por parte de las sociedades magrebíes. Tanto en la cesta económica como en la de diálogo sociocultural, las valoraciones en el Magreb son inferiores a la media global, sobre todo en esta última, en que la diferencia alcanzada es de 0,85.
Así pues, mientras que en el Magreb la cuestiones relacionadas con la paz y la estabilidad (terrorismo, por ejemplo) no son tan relevantes como en el Machreq, en cambio no se cumplen las expectativas que se tenían sobre el progreso económico de la zona y la aproximación social y cultural con Europa. Por el contrario, los resultados en la cesta política muestran una valoración un poco por encima en el Magreb. En este sentido, las valoraciones sobre la cesta política están muy marcadas por el conflicto de Oriente Próximo. Este conflicto es uno de los obstáculos más relevantes para el Proceso de Barcelona, según los encuestados. Es obvio que en el Magreb no tiene tanta relevancia como en el Machreq.
Aunque más de la mitad de los magrebíes considera que éste ha sido un obstáculo (57,6%), este porcentaje es claramente inferior al porcentaje global (69,8%). En el Magreb también alcanzan porcentajes parecidos al del conflicto en Oriente Próximo otro tipo de obstáculos: principalmente, la falta de implicación de la Unión Europea (UE) debido a su ampliación hacia el Este (55,3%) y la lentitud de las reformas en los países socios mediterráneos (52,9%).
Expectativas de futuro: progreso económico, implicación social y reformas políticas
Se puede afirmar que en el Magreb hay una gran expectativa respecto a la necesidad del impulso económico que puede aportar el partenariado euromediterráneo. En varias de las preguntas, las respuestas apuntan muy claramente a la importancia que tiene esta cuestión en la región, por ejemplo, cuando se pregunta cuáles son las aportaciones más relevantes del partenariado. A partir de las respuestas espontáneas (no sugeridas), en el Magreb destacan las referencias al ámbito económico regional y financiero que se ha promovido, lo cual hemos identificado con el epígrafe “Emergencia de una región económica”.
Por otro lado, en la pregunta sobre los asuntos que deben tratarse en la Cumbre Euromediterránea, el Magreb prioriza especialmente “Las mejoras en la eficiencia de las políticas económicas y la creación de empleo”. Además, cabe destacar como diferencias específicas respecto a los resultados globales: que en el Magreb se da más prioridad al impulso del desarrollo sostenible en lugar de la creación de estructuras financieras mediterráneas, y más la implicación de la sociedad civil y la difusión del Proceso de Barcelona entre la ciudadanía, en lugar de la cooperación en materia de difusión.
Por tanto, el progreso económico y el desarrollo sostenible son cuestiones especialmente relevantes en el Magreb. De ello se puede extraer que existe una demanda más explícita a la implicación económica de la UE en el partenariado. Esta lectura viene reforzada por otra pregunta, que formula EuroMeSCo, y en la que se pide la consideración sobre la necesidad de “Plantear mecanismos con suficiente financiación para lograr la cohesión social”. Para el 71,2% de los encuestados del Magreb esta cuestión es crucial, mientras que en los resultados globales el porcentaje es mucho menor (56,4%).
Asimismo, se valora como importante la implicación de los actores y de la sociedad en general en el Proceso de Barcelona. Esta implicación de la sociedad civil debe concretarse, según el porcentaje mayor de respuestas obtenido, con la participación de representantes de la sociedad civil en las reuniones ministeriales sectoriales y los Comités Euromed (31,8%). Como segunda línea de actuación prioritaria indicada por el Magreb, se puede identificar claramente la necesidad de impulsar las reformas democratizadoras. Tanto respecto a la implicación de la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea, como a las prioridades de la agenda del Partenariado, las reformas democráticas son uno de los grandes asuntos pendientes, como hemos visto más arriba.
En la pregunta de Euro- MeSCo sobre el futuro del partenariado, se pregunta por la necesidad de “Fomentar activamente la reforma política y la democracia”. El 81,7% de los encuestados del Magreb considera que esto es crucial, un resultado un poco por debajo del resultado global (86,5%), pero mucho más elevado que en los países del Machreq (68,6%).
La apuesta subregional
Respecto a la estrategia que debe seguir el partenariado en los próximos años, en el Magreb descubrimos una mayor apuesta por la cooperación subregional que en las demás áreas geográficas. Mientras en los resultados globales, la opción más valorada es la de que “deben sentarse las bases de una estructura regional abierta”, en el caso del Magreb, la opción con más porcentaje de respuestas es la de que “hay que superar el marco bilateral y apostar por los acuerdos subregionales (Magreb y Machreq).
Sin embargo, los resultados son muy parecidos en el Magreb entre las opciones subregional, regional y la estrategia del Local Capacity Building. Este resultado es muy importante, puesto que indica un deseo de profundizar en la creación de una zona económica y una relación de geometría variable, más allá de la relación meramente bilateral. Debemos resaltar, no obstante, este mayor porcentaje en el Magreb a favor de una dinámica subregional respecto a los porcentajes globales.
En el Magreb, la política europea de vecindad también recibe una nota ligeramente más crítica que la media, puesto que es mayor el porcentaje de los que creen que esta política puede diluir el partenariado euromediterráneo: un 32,9% respecto a un 25,5% en los resultados globales. Podemos deducir, entonces, que en el Magreb hay una mayor confianza en la centralidad que debe tener el Proceso de Barcelona y en unas políticas que tengan como objeto la zona del Magreb, y por ello se alerta del peligro de acuerdos entre la UE y cada uno de los socios del Sur.
Las respuestas y la implicación en el cuestionario de la sociedad magrebí indican, ante todo, una expectativa frente al Proceso de Barcelona. En los escenarios de futuro de la encuesta se reflexiona acerca de la necesidad de implicar en el Proceso a partes iguales a los socios del Sur y se advierte de cómo el partenariado, siendo un instrumento tan valorado por el Sur, puede suscitar una mirada ciertamente crítica ante avances moderados. Esto puede reflejar de forma significativa, a partir de la encuesta, que el Magreb apuesta por “más Barcelona”. ¿Podría ser ésta la interpretación de la sutil “excepcionalidad” magrebí en las respuestas?