
Conflicto israelo-palestino visto desde Gaza
“El conflicto entre las dos facciones, Al Fatah y Hamás, es un crimen contra el pueblo palestino. Sabiendo que el principal criminal es Israel apoyado por Occidente, su cómplice”.
Entrevista con Abdallah Abu Sharekh por Isabel Pérez
Si hay que señalar una figura que ha convulsionado en los últimos años el movimiento popular palestino en la franja de Gaza, ese es Abdallah Abu Sharekh. Matemático, profesor, músico y escritor, Abu Sharekh (54 años) es el mayor influidor de las redes sociales y ha estado detenido en las frías cárceles de Hamás en más de una ocasión. Crítico ferviente de la discriminación y la ocupación israelí, de la corrupción política y el sistema educativo palestino, sostiene que el derecho al retorno es la base fundamental para poner fin al conflicto israelopalestino. Hablamos con él sobre tres hitos históricos, la Declaración de Balfour, la Nakba y la guerra de 1967, además de la coyuntura actual.
AFKAR/IDEAS: En la franja de Gaza, se le conoce como el incansable profesor de matemáticas cuyas palabras dañan más que las armas, pero, ¿quién es Abdallah Abu Sharekh?
ABDALLAH ABU SHAREKH: Nací en el campo de refugiados de Yabalia, en Gaza, en 1963. Mis padres huyeron durante la Nakba palestina de Al Maydal, ahora llamada Ashkelon en hebreo. Estudié en los colegios de la UNRWA [Agencia de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina en Oriente Medio] y en la universidad de Birzeit, cuando todavía el camino hacia Cisjordania estaba abierto.
A/I: Es usted un hijo de la Nakba. La primera generación de los campos de refugio de la UNRWA.
A.A.S.: Sí. Mi padre todavía tiene los títulos de su propiedad en Al Maydal, al igual que mis tíos. Mi madre es ama de casa y dio a luz a tres hijos y dos hijas. Mi padre es de ese tipo de hombres que son la sal de la tierra. No estudió, pero trabajó en Arabia Saudí como vendedor ambulante y en Israel en una fábrica de curtidos de pieles.
A/I: Entonces tuvo relaciones desde muy joven con gente israelí.
A.A.S.: Solía trabajar en Israel durante las vacaciones de verano para ayudar a mi familia. Estuve en la misma fábrica que mi padre en Petah Tikvah, construida sobre la tierra del pueblo palestino Mlabes, donde conocí a Golda, colega de mi padre, una superviviente del Holocausto nazi.
A/I: ¿Un superviviente de la Nakba trabajaba junto a una superviviente del Holocausto?
A.A.S.: Sí. Su mesa estaba frente a la mesa de mi padre y nos contaba historias de Polonia y las torturas que sufrieron como judíos. Mi padre le hablaba del refugio y de las masacres que el sionismo cometió en nuestro país. Intercambiaban opiniones y cultura. Incluso se visitaban.
A/I: ¿Qué pensaba Golda sobre la Nakba y el sionismo en Palestina?
En 1948 pagamos el precio de nuestro retraso. La historia no tiene piedad ni con los ignorantes ni con los débiles
A.A.S.: Golda era de izquierdas, no creía en la Tierra Prometida ni en el mito sionista, pero pensaba que la situación internacional les había sido impuesta de ese modo. Nosotros no teníamos duda del sufrimiento que habían pasado. Golda llevaba un tatuaje con los números del campo de concentración. No todas las personas judías en Europa o la gente que llegaba de la Unión Soviética creían en la manipulación nacionalista y la patria judía en Palestina.
A/I: Entonces, ¿por qué cree que emigraban a Israel?
A.A.S.: Porque después de unos años obtenían un pasaporte israelí con el que poder ir a otros países sin visado.
A/I: ¿Hasta dónde llegó su relación con Golda?
A.A.S.:Cuando nació mi hermano pequeño, Ghassan, Golda nos regaló ropa y otros artículos para el cuidado del bebé. Mi hermano Ghassan murió en 2003 en una incursión israelí al Este de Yabalia. Cuando Golda vivía en Israel, aún no había estallado la primera Intifada, no había enfrentamientos sangrientos.
A/I: En 2018 se cumplen 70 años de la Nakba palestina. Desde Palestina siempre se dice que la Nakba empezó en 1948 y que nunca ha terminado, que los padres y las madres se encargan de mantener la memoria viva.
A.A.S.: Sí, por supuesto. A mí me contaban muchas cosas sobre Al Maydal, de su gente, de sus calles. En Al Majdal, la mayoría de la población no escapó en 1948 cuando los grupos sionistas irrumpieron sino que tuvieron que marcharse forzosamente en 1951.
A/I: ¿Por qué? ¿Qué sucedió?
A.A.S.: [David] Ben Gurion fue hasta ahí y en un discurso dijo que la gente de Al Maydal estaba apoyando a los árabes y que no les querían ahí. Debían irse a Gaza o a Lod. Pocas familias fueron a Lod.
A/I: ¿Cuántos años tenían sus padres cuando huyeron?
A.A.S.:Mi madre ocho y mi padre 13 años.
A/I: ¿Cómo relata usted la Nakba?
Con los asentamientos en Cisjordania yJerusalén, la solución de dos Estados no llegará nunca
A.A.S.: No se puede contar la Nakba sin mencionar la Declaración de Balfour. Ese hito histórico, que en 2017 ha cumplido 100 años, fue la premisa de la Nakba, su preparación. El movimiento sionista trabajó durante más de 70 años en Palestina gracias a las facilidades del sultán otomano Abdel Hamid II y las autoridades británicas. Empezaron a construir asentamientos sobre la tierra de Mlabes.
A/I: Entonces hubo una colaboración.
A.A.S.: El complot fue más grande que la capacidad del pueblo palestino y la nación árabe. Hemos pagado el precio de nuestro retraso y seguimos llorando. La historia no tiene piedad ni con los ignorantes ni con los débiles.
A/I: ¿Y qué piensa de las ventas de tierra palestina al movimiento sionista?
A.A.S.: Hubo algunas ventas pero no las vendieron los palestinos. Hay que observar el escenario completo. Palestina era el Levante antes del acuero de Sykes-Picot. Todo era un país, no había fronteras. Los grandes propietarios eran libaneses o sirios. Cuando el movimiento sionista comenzó a comprar tierras durante los años veinte y treinta, esas familias feudales eran aliadas de Gran Bretaña. No fueron grandes ventas, la grandísima mayoría fue usurpada por la fuerza militar en 1948. Las familias de refugiados palestinos aún tienen los registros de propiedad casi intactos.
A/I:Habla de un “retraso” árabe, ¿cómo afectó esto al colonialismo de Palestina?
A.A.S.: El establecimiento del Estado de Israel sobre restos palestinos fue una cuestión de solidaridad y colaboración con los países victoriosos de la Segunda Guerra mundial. La civilización árabe islámica se había disipado con la caída de los reinos de Al Andalus. Desde entonces todo fue en retroceso. Abrazamos el islam conservador, quemamos libros de Averroes, sin mencionar el retraso científico, tecnológico y literario.
A/I: Aunque el mundo árabe estaba bajo colonización…
A.A.S.: Fracasamos ante las políticas colonialistas británicas, francesas y estadounidenses. Israel es el enemigo del pueblo palestino pero hay que confesar que su Estado fue establecido con base en la ciencia. En 1870 apareció el primer asentamiento en Jerusalén, en 1918 crearon la universidad Hebrea en Jerusalén, en 1920 la primera unión de sindicatos, en 1934 el Instituto Weizmann de Ciencias. Todo antes de 1948. Los árabes y los musulmanes, ¿qué hacían mientras tanto? El Haj Amin al Husseini pactó con los nazis y luego pagamos el precio de esa alianza.
A/I: El año 2017 es también el 50º aniversario de la guerra de los Seis Días. Otra expulsión, la Naksa palestina. ¿La recuerda?
Estoy a favor de la resistencia popular y académica. Israel nos derrotó con la ciencia
A.A.S.:Tenía cinco años cuando ocurrió la Naksa. Fracasada la revolución palestina de 1936-1939, se preparó el terreno para la Nakba de 1948 y ésta trajo el retroceso de 1967. De nuevo hay que apuntar a la debilidad árabe. [Gamal Abdel] Nasser quiso hacer la guerra y liberar la tierra pero sin armas, sin capacidad, sin mentes ni tecnología. Solo con poemas y canciones entusiastas. Quería luchar contra el colonialismo, pero así no se puede. Incluso cuando Israel expulsó a la OLP [Organización para la Liberación de Palestina] de Líbano en 1982 fue también producto de la debilidad árabe y no quedó otra opción que una intifada contra la ocupación.
A/I: La primera Intifada palestina de 1987 que, además, prendió en el campo de refugiados de Yabalia donde usted nació.
A.A.S.: Es verdad. La primera Intifada surgió en el campo de Yabalia. El incidente del camión que atropelló a obreros palestinos fue la chispa que prendió dicho levantamiento. El incidente refleja la discriminación racista israelí que existía y existe hacia los árabes, es decir, el apartheid. Por eso la gente se reveló y empezó la Intifada. Después de enterrar a los trabajadores que murieron atropellados en el paso fronterizo de Beit Hanún Erez, la gente se lanzó contra el ejército israelí en unos hechos que duraron cinco años y que acabaron con los Acuerdos de Oslo.
A/I: ¿El pueblo palestino ha hecho una lectura de esa Intifada? ¿Qué piensa hoy en día?
A.A.S.: La gente ha ido acumulando conciencia, poniendo en cuestión la historia desde un punto de vista social e intelectual. Por ejemplo, antes podíamos viajar desde el aeropuerto de Lod con un laissezpasser israelí, trabajábamos en fábricas y compañías israelíes como los judíos, pero desde el atropello, Israel impuso sanciones contra el pueblo palestino. El pueblo confiaba en la OLP y tenía esperanzas de lograr un Estado independiente con Jerusalén como capital, esperanzas de regresar a sus lugares de origen, de obtener un apoyo internacional. Sin embargo, Oslo no vino acompañado de un Estado. Así que algunas personas se cuestionaron si la Intifada había merecido la pena.
A/I: ¿Cuál fue la realidad “a posteriori”?
A.A.S.:Un cero. Hambre, pobreza, falta de tratamiento médico, caos, indisciplina, etc. Mucha frustración. La gente se dijo: ¿por qué una nueva Intifada? Ya tenemos la Nakba, la Naksa, guerras donde perdimos a gente querida.
Ningún palestino se opondrá a un solo Estado si eso significa el regreso de los refugiados
A/I:Y aun así estalló la segunda Intifada. Es cierto que tuvo un tono diferente a la primera, pero seguía siendo una “resistencia popular’”.Y sobre la resistencia armada, ¿qué opiniones existen?
A.A.S.: Sobre eso hay opiniones encontradas. La élite entiende que no hay armas al mismo nivel del arsenal israelí. La retirada israelí de 2005 de la franja de Gaza trajo consigo un bloqueo por mar, tierra y aire, y arrastró a la resistencia palestina (armada) a un enfrentamiento abierto. Se perdió la resistencia popular. Hemos visto la ineficacia de las armas palestinas en 2008/2009, 2012 y 2014 en Gaza. Las generaciones menores de 20 años sin doctrina política están convencidas de que la resistencia armada tiene un papel, con sus túneles y sus cohetes. En Gaza no hay un consenso. Hay gente a favor y gente en contra.
A/I: ¿Qué necesita Palestina?
A.A.S.: No necesitamos más guerras con Israel. Necesitamos estabilizar a los palestinos en la franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén y los territorios de 1948 (Israel). Con la actual situación de los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén, la solución de dos Estados no llegará nunca. Israel ha ocupado ya casi el 70% de tierra en Cisjordania y el 89% de fuentes de agua potable. De este modo, los palestinos no tenemos medios para subsistir.
A/I: Usted es un crítico de Hamás, de hecho ha estado varias veces detenido y sometido a mucha presión. ¿Qué piensa de la política de la Autoridad Nacional Palestina?
A.A.S.: Creo que el conflicto de poder e intereses de la Autoridad Palestina es ridículo. Asimismo, el conflicto entre las dos facciones, Al Fatah y Hamás, es un crimen contra el pueblo palestino. Sabiendo que el principal criminal es Israel apoyado por Occidente, su cómplice.
A/I: Está el caso de Gran Bretaña, una potencia occidental que en 1917 prometió su apoyo para crear un hogar judío en Palestina.
A.A.S.: Gran Bretaña debe pedir perdón oficialmente por ello y compensar al pueblo palestino por 100 años de destrucción, de privación de libertades y de matanzas. Gran Bretaña es responsable moral, política y jurídicamente del desastre del pueblo palestino. El pueblo inglés, sin embargo, sí ha tomado la iniciativa ante la injusticia que vivimos y apoyan, por ejemplo, el movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones contra Israel (BDS). Israel es un Estado racista de apartheid.
A/I: Como intelectual, matemático, ¿está a favor de un boicot académico a Israel?
A.A.S.: Estoy totalmente a favor de la resistencia popular y académica. Debemos crear una sociedad de Estado de Derecho, una democracia y la apertura intelectual en Palestina. Israel nos derrotó con la ciencia. Es verdad que Israel fue creado sobre un mito pero, en realidad, los religiosos no deciden nada en los centros de investigación científica israelíes. Tienen poder solo en los asentamientos ilegales en Cisjordania, con chutzpah, con chulería, como camorristas, atacando, arrancando y quemando los campos de olivos. Israel es un ente que depende de los centros de investigación y no se puede derrotar de una manera que no sea científica, con una sociedad democrática con un Estado de Derecho.
A/I: Habla usted de una revolución desde dentro…
A.A.S.: … apoyando la perseverancia de los palestinos en los territorios de 1948, Gaza y Cisjordania porque vivimos en un estado de apartheid.
A/I: Como profesor, háblenos un poco sobre el sistema educativo palestino, que sería la base para dicho cambio, supongo.
A.A.S.: Por supuesto. Estoy muy insatisfecho con la educación del mundo árabe en general y con el currículo palestino en particular. Por poner un ejemplo: en los libros de educación religiosa de octavo curso, impresos en 2017, hay un texto que dice que el musulmán puede disfrutar de concubinas. Luego dice que es algo anacrónico y que la situación puede cambiar si las circunstancias cambian. Y así termina el párrafo. Eso está escrito en 2017. El responsable de semejante barbaridad es la Autoridad Palestina, no Hamás ni ningún partido islamista. En cuanto a las matemáticas, mi campo, en estos momentos me dedico a enriquecer el currículo académico puesto que hay lagunas. También estoy encargándome de un proyecto de apoyo a estudiantes destacados. Esto me ayuda a alejarme un poco de la política.
A/I: Imagino que han sido años muy duros, especialmente cuando, el invierno de 2016, usted prácticamente lideró las protestas en Gaza contra la corrupción y los continuos y largos cortes de electricidad. ¿Cómo ve la reconciliación política palestina entre Al Fatah y Hamás?
A.A.S.: Hamás ha entregado el control de los ministerios y los pasos fronterizos, pero no va a entregar la seguridad como quiere Abu Mazen [Mahmud Abbas]. No puede porque se ha derramado mucha sangre y si entregan sus armas no podrían enfrentarse a la vendetta. Por otra parte, [Yahya] Sinwar, jefe de Hamás en la franja de Gaza, va en serio y ha propuesto la opción de formar un ejército popular con facciones nacionales e islámicas.
A/I: ¿Se notan ya los resultados de dicha reconciliación?
A.A.S.: La población esperaba que Abu Mazen pagara a la compañía de electricidad israelí para que los cortes de luz cesasen. Aún tenemos un promedio de cuatro horas de electricidad al día. También se espera que se eliminen los impuestos de Hamás. En general, la presión está sobre Ramala, más que sobre Hamás.
A/I: ¿Cuál sería el papel de las facciones armadas?
A.A.S.: Creo que si abren los pasos fronterizos y mejora la economía, el rol de las facciones de la resistencia será menor y la situación avanzará positivamente. Sin embargo, no veo solución al planteamiento de Abu Mazen.
A/I:Y de este modo volvemos otra vez al principio…
A.A.S.: El poeta palestino Mahmud Darwish dijo: “Llamamos a liberar Al Andalus mientras Alepo está bajo sitio”. Debemos abandonar la violencia y reconocer nuestra debilidad. El pueblo palestino forma parte de un todo árabe, en retraso. Debemos crecer en ciencia y en conciencia, no solo frente a Israel.
A/I: ¿Cree que un día podrá volver a Al Maydal?
A.A.S.: Si hay un regreso de todos los refugiados de 1948, por supuesto que volveré. Nadie prefiere vivir en un campo de refugiados, es una vida de sufrimiento. Ahora vivimos todos en una misma tierra de Palestina, pero los israelíes confiscan la tierra y la riqueza y nos asedian. Por esta razón, apoyo lo que dice la mayoría de los miembros del BDS. Vivimos en un régimen de apartheid, de segregación racista.
A/I:Afirma que viven todos en una única tierra, Palestina-Israel. ¿Podrían convivir en ella en un futuro?
A.A.S.: El único obstáculo en el camino de la solución de un solo Estado democrático, donde habrá justicia, libertad e igualdad, es la mentalidad sionista. Hay otras barreras en la mentalidad árabe, sí, pero ésta es desarrollable y cambiable. Ningún palestino o palestina se opondrá a un solo Estado si eso significa el regreso de los refugiados.