Las jornadas «Comunicar el Mediterráneo mirada feminista», celebradas los días 4 y 5 de noviembre de 2021 en Barcelona, fueron una importante ocasión para reunir a mujeres periodistas de ambas orillas del Mediterráneo. El objetivo de la reunión, que se celebró por primera vez hace veintisiete años, era establecer puentes de diálogo, alianzas y cooperación entre las periodistas en torno a los ejes de la visibilidad y el trabajo por la construcción de una sociedad más justa, equitativa y sostenible. Ser mujer y periodista no es tarea fácil, pues todas ellas se enfrentan a numerosos riesgos como el acoso, la violencia o la discriminación sectaria, racial y de género, a menudo en condiciones muy precarias. Por todo ello, es fundamental crear espacios de encuentro como este, donde las periodistas puedan compartir sus relatos, visiones y experiencias, y crear vínculos basados en la solidaridad. El apoyo institucional a esta clase de iniciativas resulta, asimismo, decisivo para que puedan llevarse a cabo.
Con el título homónimo a este artículo se realizaron en Barcelona, el 4 y 5 de noviembre de 2021, unas jornadas organizadas por la Red Europea de Mujeres Periodistas (REMP) en las que participaron, como ponentes, más de veinte periodistas, y fueron seguidas, de forma presencial y online, por unas ciento cincuenta personas, mayoritariamente periodistas. El interés era muy alto, y la REMP tenía la ocasión de organizar, por segunda vez, un encuentro de mujeres periodistas que pretende seguir creando vínculos entre las dos orillas del Mediterráneo.
Han pasado veintisiete años desde el primer encuentro y, a pesar de que se han dado muchos cambios a nivel legal y social con respecto a las mujeres, el ejercicio profesional continúa rodeado de una extremada violencia en algunos países del Mediterráneo. Establecer un auténtico puente de diálogo y comunicación entre las dos orillas y crear alianzas y cooperación entre las mujeres periodistas eran dos de los objetivos que perseguía este encuentro, que quiere explicar el Mediterráneo desde una mirada feminista.
Con la voluntad de incidir en la construcción de una agenda propia que tenga como eje central la visibilidad de las mujeres y su trabajo en la construcción de una sociedad más justa, equitativa y sostenible, se abordaron dos grandes temas en la primera jornada: el primero, la comunicación vinculada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y a la Agenda 2030 para el Mediterráneo, teniendo en cuenta que el cambio climático está afectando y afectará de manera importante a la cuenca mediterránea, por lo que ya se habla de la «zona cero» de la crisis climática. Y, sin duda, lo estamos viendo en los últimos años con el aumento de las temperaturas, los incendios, las sequías o las lluvias torrenciales que han asolado buena parte del litoral mediterráneo.
El segundo tema tenía que ver con los movimientos sociales, la paz y la migración en la región, en un momento en el que se cumplían diez años de las revueltas sociales en el mundo árabe. Revueltas que dieron lugar a guerras civiles que todavía continúan en algunos países, además de otros conflictos ya existentes en la zona. Por eso, la pregunta que nos formulábamos era: ¿Cuál puede ser el papel de las mujeres como agentes de cambio y transformación para reforzar el diálogo social a favor de los derechos humanos y para visibilizar los movimientos en defensa de la paz? La pregunta asumía, también, que se habían cumplido veintiún años de la Resolución 1325 de Naciones Unidas, donde, entre otros aspectos, se exige a las partes en conflicto el respeto a los derechos de las mujeres y su participación en las negociaciones de paz y en la reconstrucción posterior.
En este panel participaron, entre otras, Alaa Karajah, que nos habló de la ocupación israelí en su país, Palestina, y cómo esta afectaba a su trabajo periodístico; o la periodista libia Hayam Kamel, que denunciaba la inexistencia de un estado libio capaz de garantizar los derechos básicos de la población. Kamel, ahora en el exilio, denunciaba la falta de libertad de expresión y las persecuciones y violen cias hacia la prensa. De las periodistas invitadas, la única que no pudo asistir al encuentro fue la argelina Lynda Abbou; la Embajada española no le concedió el visado aunque realizamos diversas gestiones ante la embajada y en otras instancias.
La segunda jornada estaba organizada para debatir sobre las alianzas y la cooperación entre mujeres periodistas. Fomentar un mejor conocimiento de las diferentes realidades que conforman el Mediterráneo y reflexionar sobre la situación de las mujeres periodistas y comunicadoras de esta región. ¿Cuál es la situación profesional que viven las mujeres periodistas? ¿Cómo es el periodismo de hoy en día? ¿Dónde están las mujeres periodistas? ¿Cómo nos ha afectado la pandemia? ¿Qué podemos aportar las periodistas? ¿Qué retos tenemos por delante? fueron algunas de las preguntas que nos formulamos.
También era importante conocer buenas prácticas de comunicación no sexista. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han cambiado el mundo y han propiciado el contacto entre nosotras. Actualmente, existen muchos grupos y redes de periodistas y comunicadoras. ¿Cómo trabajamos? ¿Cómo podemos ser más eficaces? ¿Queremos construir una agenda propia y feminista? ¿Qué propuestas nos gustaría construir?
Evidentemente, la crisis global y la pandemia han hecho mella en los medios de comunicación, y así se pudo constatar al pasar revista a la situación profesional en los diferentes países. Pero también es un hecho que, frente a esta situación, se han generado espacios colaborativos e iniciativas que buscan hacerles frente.
Primeros encuentros de mujeres periodistas del Mediterráneo
Podemos situar el origen de los encuentros en Sicilia, con el trasfondo de la primera guerra del Golfo. En 1991, el Coordinamento Giornaliste Siciliane y la revista mensual Noi Donne —una histórica revista femenina fundada en 1944 por un grupo de mujeres antifascistas, socialistas y comunistas exiliadas en Francia, que luego dieron vida a la UDI, Unione di Donne Italiane— organizaron una conferencia en Siracusa (Sicilia) para debatir sobre el papel de las mujeres periodistas en los conflictos armados.
Al frente de la organización del encuentro internacional «Enviadas al frente. Guerra y guerrilla en la crónica de las mujeres», estaba la periodista Nella Condorelli, que explicó: «En aquella época, los reportajes de guerra estaban a cargo exclusivamente de corresponsales masculinos. Mi colega Carmen La Sorella (RAI) fue la primera mujer periodista en llegar al frente del Golfo como corresponsal, y muy pocas la seguimos. Era una novedad absoluta en un sector dominado por los hombres, y la presencia de mujeres periodistas dio lugar a un amplio debate en el movimiento feminista y fuera de él».
¿Es la guerra una noticia como cualquier otra? ¿Tienen las mujeres reporteras de guerra una perspectiva diferente? ¿Un relato diferente? ¿Cómo se cuenta la guerra desde el lado de la diferencia femenina? Estas fueron algunas de las preguntas que se formularon las 74 periodistas procedentes de España, Francia, Italia, Suiza, Alemania, Grecia, Chipre, Líbano, Siria, Palestina, Israel, Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos. Juntas debatieron al respecto con total libertad, oscilando entre el relato de experiencias personales y la comparación de cuestiones profesionales, analizadas país por país.
De Cataluña, participaron las periodistas Montserrat Minobis, Mar de Foncuberta y Joana Gallego. Esta última nos habla del encuentro con estas palabras: «Eran los días de la guerra del Golfo y todas las periodistas estábamos muy preocupadas por lo que estaba pasando. De allí nació la idea de una Asociación Internacional de Mujeres Periodistas del Mediterráneo, que más adelante tendría un papel muy importante. Durante dos días discutimos todos los aspectos que afectan a las mujeres cuando estalla una guerra».
De ahí, pues, surgiría una incipiente Red de Mujeres Periodistas del Mediterráneo, a la que después se sumarían otras redes. Destacan, en este sentido, los encuentros «Las periodistas, el Mediterráneo y el futuro», organizado por la Red Europea de Mujeres Periodistas en Barcelona, en 1995. O el ii, iii y iv Encuentro Internacional de Periodistas y Comunicadoras con Visión de Género del Mediterráneo, celebrados en 2007, 2008 y 2016, respectivamente, organizados por la Red Internacional de Mujeres Periodistas y Comunicadoras de Cataluña (Xidpic. cat en catalán) junto a otras entidades.
Está claro que estos no han sido los únicos encuentros de mujeres periodistas del Mediterráneo. Podríamos decir que casi representan una gota en el mar. Otros países y otras organizaciones han realizado más encuentros con la voluntad de seguir creando estrategias que visibilicen y mejoren la imagen de las mujeres en los medios, entre otros aspectos. No en vano, en el último monitoreo mundial de medios, presentado en 2021, se constata que las mujeres representan solo el 25% de las personas sobre las que se informa en prensa, radio y televisión.
Consolidando las redes de mujeres periodistas en el Mediterráneo
Asociaciones, redes, foros… no importa el nombre que le demos, son muchas las periodistas en el Mediterráneo que desean estar conectadas, lo cual obedece también a la necesidad imperiosa por mejorar, juntas, nuestra situación laboral y profesional.
En el último encuentro internacional, «Comunicar el Mediterráneo con mirada feminista» (2021), nos volvíamos a plantear la necesidad de consolidar una red de periodistas informal que pudiera servir para apoyarnos y para que circulara la información. Y una red ¿para qué? Estas son algunas de las respuestas:
La palestina Alaa Karajah nos dice que las redes «son muy importantes y necesarias para apoyar y empoderar a las mujeres periodistas, discutir y resolver sus problemas y lograr un cambio social positivo en términos de pensamiento y comportamiento en relación con la justicia y la igualdad de género». Patricia Mayorga, de la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras, explica desde Roma: «Estoy convencida de que las redes son siempre importantes, ya que permiten no solamente establecer sinergias, sino también el intercambio de experiencias. En realidad, se trata de darse cuenta de que, más allá del lugar donde vivamos y/o trabajemos, hay muchas situaciones en las cuales, a lo mejor con matices diferentes, podemos establecer acuerdos, puentes, opiniones comunes».
Pero no todo son respuestas positivas. La periodista y escritora, Yolanda Alba, directora de El Boletín, una publicación mediterránea sobre los derechos de las mujeres, editada a finales de los noventa por la Comunidad de Madrid y el Programa Mediterráneo-Mujeres de la UNESCO, nos comenta: «De poco han servido las redes, a no ser para sentir solidaridad entre nosotras. El sistema engulle sus objetivos. Soy pesimista. Se ha llegado a límites insospechados en materia de cobertura sexista, sensacionalista y discriminatoria. Se han conseguido avances, como la erradicación de anuncios de prostitución en periódicos, por ejemplo, pero falta mejorar el tratamiento de la información sobre violencias machistas. Los espacios de opinión están extremadamente masculinizados… y el sistema patriarcal impide que podamos hacer bien nuestro trabajo. Personalmente, creo que es fundamental cambiarlo en profundidad: transformar ese imaginario patriarcal desde un nuevo pensamiento. Aunque es difícil…».
Y para evitar ser engullidas por el sistema, como dice Alba, son necesarias estrategias y alianzas. «Creo que tenemos mucho margen para el intercambio, el aprendizaje común; para compartir valores y, sobre todo, para avanzar en cuestiones y políticas de género en los diferentes países. En Bosnia-Herzegovina y en los Balcanes Occidentales nos enfrentamos con fuerza a los nuevos procesos de re-patriarcado de nuestras sociedades y a la vuelta a posiciones conservadoras y anticuadas de las mujeres en la sociedad, incluido el periodismo», apunta Borka Rudić, de la Asociación de Periodistas de Bosnia-Herzegovina.
Para Lola Fernández, del Sindicato de Periodistas de Andalucía, «es importante crear alianzas horizontales entre organizaciones de mujeres periodistas de todo el Mediterráneo, con una atención muy especial a la gente joven que viene realizando verdaderas proezas en condiciones laborales y profesionales realmente precarias y en muchas zonas del Mediterráneo, agravadas por una falta de seguridad tremenda, teniendo, en muchos casos, que abandonar sus países para poder seguir informando de lo que pasa en ellos».
Todas las periodistas consultadas coinciden en la riqueza que aporta la cuenca mediterránea: «Es un mar alrededor del cual se reúnen pueblos de diferentes culturas, capaz de crear una maravillosa integración y un gran poder para lograr intereses comunes», afirma Nariman El Chamaa desde Líbano. En opinión de Fernández, «el Mediterráneo es un espacio de historias comunes que nos permite encontrar identidades similares a la nuestra, a la vez que conocer nuevas historias y culturas totalmente diferentes, de ahí su riqueza. Es la cuna del conocimiento de todo lo que, siglos después, venimos disfrutando; sin embargo, la falta de interés manifiesta por generar espacios que permitan sacar a la luz todo lo que alberga esta zona es, muchas veces, frustrante».
Para Mayorga «es una enorme cantera de información, aunque el gran límite es que, salvo contadas excepciones, entre ambas riberas el flujo de la información y, en consecuencia, la narrativa comunicacional, prácticamente no existen». Teresa Velázquez, del Observatorio Mediterráneo de la Comunicación (OMEC), lo ve como «un espacio estratégico en el cual una red como esta desempeña un papel fundamental, teniendo en cuenta que todavía hay mucha invisibilidad».
Y justamente, para combatir esa invisibilidad, allá donde existe una enorme cantera de información, se impone la necesidad de que surjan revistas o newsletters que puedan narrar todas esas historias que quedan por contar. «La idea sería que la información llegue a todas las mujeres de forma clara. Los temas deben aportar visiones amplias para llegar a todas y contar con su opinión para hacerlo de la mejor manera. Es importante trasladar ejemplos de mujeres destacadas por su esfuerzo y lanzar noticias que visibilicen a las mujeres», señala María Ángeles Samperio, de la Federación Internacional de Periodistas.
De la misma opinión es Karajah: «Es importante escribir sobre temas que reflejen la realidad de las mujeres periodistas, y cubrir historias inspiradoras de mujeres exitosas en el campo de los medios de comunicación». El Chamaa nos habla de la necesidad de escribir «sobre la libertad de información y de expresión, de los obstáculos a los que se enfrentan los periodistas, especialmente las mujeres periodistas, como acoso, violencia, discriminación sectaria, racial y de género. Y también sobre el desarrollo sostenible y sus aplicaciones, y sobre el compromiso con los acuerdos internacionales desde una perspectiva de género».
Pero, ¿cómo debería ser esa revista o newsletter? Según Rudić, «me gustaría ver una revista con sensibilidad social y de género, con redacciones femeninas o audiencias femeninas. Creo que es importante que haya mujeres periodistas unidas, escritoras a nivel nacional y regional, así como internacional, por varias razones. La primera es la fuerza y la mayor visibilidad de las periodistas si actúan juntas. También existe la posibilidad de intercambiar conocimientos y experiencias, de compartir buenas prácticas en la protección de las mujeres en los medios de comunicación y de construir la solidaridad como valor esencial y fuente de diversas oportunidades para la protección de las mujeres en los medios de comunicación».
Sobre las estrategias para mantener una red de periodistas en el Mediterráneo, Velázquez cita algunas: «Establecer sinergias con organizaciones del mismo ámbito y con otras especializadas en temas transversales de la sociedad. Mantener encuentros periódicos entre los grandes congresos y jornadas, por ejemplo, con foros de debate sectoriales. Consolidar publicaciones derivadas de la Red. Ofrecer cursos o talleres de formación en los centros especializados en periodismo y comunicación».
Sin duda, hacer realidad parte de estos proyectos requiere un gran esfuerzo no solo de trabajo voluntario, ese que las mujeres ya estamos acostumbradas a aportar. Por eso, se debería «obtener una financiación sostenible a través de organizaciones internacionales que apoyen a los medios de comunicación y las cuestiones de género», como señala El Chamaa y otras colegas. Y el ejemplo lo tuvimos con el apoyo del Departamento de Relaciones Internacionales del Ayuntamiento de Barcelona y otros organismos que hicieron posible el encuentro «Comunicar el Mediterráneo con mirada feminista».
Desde la Red Europea de Mujeres Periodistas queremos recordar, también, las palabras que nos dedicó, en la inauguración de las jornadas, la Consejera de Acción Exterior y Gobierno Abierto de la Generalitat de Cataluña, Victòria Alsina: «Os animo a que aportéis vuestras reflexiones para sacar el máximo partido de este encuentro. La Generalitat se pone a vuestro servicio para fortalecer la Red de Mujeres Periodistas del Mediterráneo, que se convierta en un motor de cambio para abordar las desigualdades desde una perspectiva feminista en y a través de los medios de comunicación».