En algunos países mediterráneos, como es el caso de Marruecos, el acceso al agua potable en las zonas rurales es esporádico o incluso inexistente, lo que condiciona la vida cotidiana de estas comunidades, ya difícil de por sí. Para hacer frente a esta situación se han puesto en marcha proyectos de cooperación, que intentan garantizar el acceso de algunas poblaciones rurales al agua potable mediante el uso de un sistema de gestión comunitario. Desde 1994, la Asociación Tichka trabaja en distintos programas para el abastecimiento de agua en el sur de Marruecos. Estos proyectos, que abarcan aspectos tanto técnicos como sociales y educativos, han logrado mejorar en gran medida las condiciones de vida y la gobernanza local en las zonas en las que se han implantado.
Contexto
El acceso al agua potable en las zonas rurales de Marruecos es muy difícil o incluso inexistente. La población se abastece de agua en pozos o manantiales –por lo general, situados a varias horas de su casa– con un bajo riesgo de contaminación. Por otra parte, las dificultades para garantizar el suministro de agua a través de una institución oficial, como la Oficina Nacional de Agua Potable, llevan a algunas comunidades a organizarse en torno a proyectos de cooperación y a instaurar sistemas autónomos de abastecimiento de agua potable que gestionan ellas mismas. La gestión comunitaria es una de las opciones estratégicas de cualquier proyecto de cooperación que promueva la participación de las organizaciones de usuarios en la gestión del agua.
Las asociaciones de usuarios son el sistema de gestión más común para los sistemas de suministro de agua potable en las zonas rurales. Según un estudio de ámbito nacional elaborado en Marruecos entre 2004 y 2005, las asociaciones de usuarios gestionan directamente alrededor del 41% de los más de 11.000 sistemas existentes. La población elige su composición en asamblea general, y se adopta una modalidad de organización que los promotores deben reconocer y promover.
Estas asociaciones están reguladas como tales por el dahír n.º 1-58-376, de 15 de noviembre de 1958, sobre el derecho de las asociaciones en Marruecos, modificado y completado por el dahír n.º 1-73-283, de 10 de abril de 1973, con fuerza de ley, y por la ley N.º 75.00, promulgada por el dahír n.º 1-02-206, de 23 de julio de 2002. En diciembre de 1990, la ley n.º 2-84 (promulgada por el dahír n.º 1-87-12, de 22 de diciembre de 1990) autorizó la creación de asociaciones de usuarios de agua. En 1992, el decreto n.º 2-84-106, de 13 de mayo de 1992, estableció los términos del acuerdo entre la administración y las asociaciones de usuarios de agua agrícola y aprobó el modelo de estatutos de dichas asociaciones.
La gestión comunitaria del agua a partir de la experiencia de la Asociación Tichka
La Asociación Tichka para el Desarrollo y la Cooperación es una ONG marroquí fundada en junio de 1992, con el objetivo de contribuir a la mejora de las condiciones de vida de la población rural en el sur de Marruecos a través de los siguientes programas integrados:
- Suministro de agua y electrificación rural mediante energía fotovoltaica
- Educación sanitaria y promoción de la mujer
- Escolarización de las niñas en zonas rurales (creación y gestión de centros de acogida)
- Turismo rural y desarrollo sostenible (creación de casas rurales)
Área de intervención: Las provincias de Ouarzazate, Tinghir y Zagora (una superficie de 42.000 km2).
Socios principales: el Instituto de Energía Solar de Madrid, la ONG Centro de Investigaciones, Promoción y Cooperación Internacional (CIPIE), la Fundación Energía Solidaria y la Fundación Mohamed V por la Solidaridad.
Fuentes de financiación: la Comisión Europea, la Agencia Española de Cooperación Internacional y el Ministerio español de Asuntos Exteriores y de Cooperación al Desarrollo.
Los programas de suministro de agua
La asociación Tichka tiene una amplia experiencia en materia de suministro de agua en las zonas rurales, donde viene trabajando desde 1994. En la actualidad, se han llevado a cabo más de 60 proyectos de abastecimiento de agua potable en el contexto de la cooperación internacional, sobre todo con la Comisión Europea y la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo a través del Instituto de Energía Solar de Madrid y otras ONG españolas, como el Centro de Investigaciones, Promoción y Cooperación Internacional (CIPIE) y la Fundación de Energía Solidaria.
No es casual que el suministro de agua potable sea una prioridad entre las intervenciones que lleva a cabo la Asociación Tichka. Ello responde a la necesidad registrada en toda la región y a la elevada demanda de la población. La ejecución de estos programas requiere un gran esfuerzo que implica la participación de varios actores locales: los municipios rurales, los departamentos, la Dirección Regional de Infraestructuras, las autoridades locales, etc. Se basa en los siguientes aspectos:
Aspecto técnico
Se trata de sistemas de bombeo fotovoltaico compuestos de: módulos solares, bomba fotovoltaica, tubería de alimentación a presión, depósito de almacenamiento, sistema de cloración, red de distribución y acometidas individuales en el interior de cada vivienda.
Aspecto organizativo
Las medidas adoptadas en este ámbito consisten, inicialmente, en preparar a la población para que participe y se implique en todas las etapas del proyecto, desde su definición hasta su evaluación, pasando por su diseño y ejecución. A continuación, se procede a la instauración de un marco formal (una asociación en la localidad) –si no existe ya– que asuma la gestión cotidiana del agua y la de las aportaciones iniciales anteriores a la ejecución del proyecto, ya sean en especie o en efectivo (tierra, dinero y mano de obra). Por último, se preparan los convenios que determinan las atribuciones de todas las partes y los compromisos complementarios de los usuarios y los afectados por las aportaciones locales.
Aspecto social
Comprende la formación y concienciación de los usuarios sobre: la naturaleza de los sistemas, las condiciones fundamentales necesarias para su funcionamiento, el uso del agua, la higiene y las gestiones que deben llevarse a cabo para garantizar una financiación suficiente que cubra los gastos de explotación, mantenimiento y renovación de los componentes (los ingresos de la venta de agua, el ahorro, la captación de fondos en caso de necesidad, el apoyo a la población emigrada, etc.). En estos programas se prevén otros elementos: la infraestructura de saneamiento –la construcción de letrinas en el interior de las viviendas– y la formación y sensibilización.
El éxito de estos proyectos de bombeo de agua potable, especialmente en materia de gestión, ha permitido poner en marcha proyectos destinados al bombeo de agua para el riego de terrenos comunales acondicionados para promover actividades generadoras de ingresos procedentes de la arboricultura frutal y la cría de ganado bovino y caprino… En este caso, dada la naturaleza comercial del proyecto, la organización local adopta la forma de cooperativas.
Gestión de los sistemas fotovoltaicos de bombeo de agua
Con anterioridad a los proyectos fotovoltaicos, todos los pueblos disponían de una infraestructura tecnológica para abastecerse de agua: extracción manual o bombeo mediante un motor diesel; distribución a base de bidones de plástico transportados por carretillas y animales, y almacenamiento en bidones de plástico y vasijas de barro. Esta infraestructura comprende otros elementos: las costumbres, los responsables, los horarios de servicio y los puntos de venta.
Los sistemas fotovoltaicos constituyen un cambio respecto a los hábitos propios de un sistema tecnológico preexistente. Por lo tanto, el proceso de implantación consiste en promover una gestión estructurada, organizada, permanente y concertada.
Modelo de gestión financiera
El agua y el sol se consideran un bien común y gratuito, pero no así su uso. De ahí la necesidad de adoptar un mecanismo que garantice la preservación de los equipos instalados.
Cada asociación establece un precio de acuerdo con el volumen consumido y según unos tramos. El precio difiere de un pueblo a otro y depende de la cantidad de agua existente (abundante o escasa) en función de la época del año (invierno o verano). Por ejemplo:
• Tarificación según el volumen de consumo: el volumen consumido se multiplica por el precio unitario del consumo.
• Tarificación por m3 y por persona (por ejemplo, si el coste es de 1 dírham por m3 y cada persona tiene derecho a 1m3, en un hogar de 10 personas pagarán 1 dírham por 10m3).
Suscripción por parte de las asociaciones de una cuenta bancaria compartida
Antes de proceder a las primeras instalaciones, se acordó que, para cubrir los gastos de explotación, las asociaciones de todas las localidades depositarían en una cuenta bancaria los ingresos procedentes de la venta de agua. No obstante, el análisis de esta primera etapa puso de relieve las dificultades financieras de las asociaciones a la hora de solucionar las averías más importantes, como las que afectan a la bomba o el convertidor. De ahí la idea de constituir un fondo de ahorro mediante los ingresos efectuados en una cuenta compartida por las distintas asociaciones. Así pues, se ha abierto una cuenta bancaria gestionada por la Asociación Tichka.
Adjudicación del contrato de mantenimiento
Ésta es la tercera etapa del proceso. Aunque se haya constituido el fondo de ahorro, el mantenimiento de las instalaciones está fuera del alcance de las asociaciones locales debido a su falta de experiencia en este ámbito. Por lo tanto, para garantizar realmente la continuidad de los sistemas solares de bombeo del agua, se necesita un servicio técnico profesional y estar en condiciones de resolver con rapidez las averías.
Para ello, la Asociación Tichka ha estudiado, junto con los usuarios, la posibilidad de adjudicar un contrato de mantenimiento. El proyecto consiste en delegar el servicio postventa a una empresa privada, en el marco de una colaboración sostenible financieramente para las asociaciones y rentable para la empresa privada, y todo ello bajo la supervisión de la Asociación Tichka. El coste del contrato depende de los servicios prestados, con una remuneración fija de 10 dírhams por contador para el mantenimiento preventivo.
Hemos puesto en marcha este tipo de gestión con quince asociaciones. Cabe señalar que este proyecto se halla en fase piloto. Su evaluación nos permitirá orientarnos sobre su continuidad o su remodelación.
Evolución de la dinámica social y económica a través de la organización comunitaria
La práctica in situ demuestra que el proceso de organización de una comunidad a través de una asociación para gestionar el agua permite mejorar la gobernanza local y dinamizar la organización comunitaria. Contribuye, así, a una redefinición del desarrollo local.
La experiencia del Zaouite sidi Ahmed
Se trata de un pueblo situado a 22 km de la ciudad de Ouarzazate, con una población de menos de 200 habitantes. Los habitantes de este pueblo comenzaron a organizarse en torno a un proyecto para el suministro de agua potable y constituyeron una asociación. Una vez constituida, la asociación se ha movilizado para llevar a la práctica un proyecto agrícola integrado: se trataba de crear un huerto de almendros y olivos en un terreno comunitario con una superficie de 14 ha. El éxito de dicho proyecto ha llevado a la puesta en marcha de un nuevo proyecto integrado: la construcción y equipamiento de una majada, la construcción y equipamiento de una unidad de trituración, y la construcción y equipamiento de un gallinero. El sistema de bombeo de agua para riego es fotovoltaico. El método de riego utilizado es el goteo, organizado por sectores.